El Gobierno flexibilizó los controles sobre la producción de granos y semillas.
Lo hizo al reducir la cantidad de registros obligatorios anuales que deben realizar los productores agropecuarios, mediante la Resolución General Conjunta 5510/24 del Ministerio de Economía y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
La normativa elimina tres de los cinco registros que deben presentar los productores en el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA), al dejar sin efecto la Resolución General Conjunta 5236, de julio de 2022, emitida por el por entonces Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y el Fisco.
Se dieron de baja las declaraciones anuales de existencias de trigo respecto a las variedades detalladas (IP 3) y dos declaraciones de producción de granos (IP 4 e IP 5) que fueron introducidas durante la administración de Alberto Fernández.
A partir de ahora, los productores sólo deberán realizar dos declaraciones juradas al año, cuando registren las cosechas finas y gruesas al final de cada campaña, ya que quedan vigentes la presentación de la información de las existencias y de la capacidad de producción por campaña agrícola.
Economía puntualizó que la medida se enmarca en la tarea de revisión de diversos registros y regímenes de información implementados que “pudieran obstaculizar la agilización de los procesos, facilitación del comercio y eliminación de costos desproporcionados”.