Tras la reunión, la subdirectora gerente del FMI aseguró que trataron temas como el dólar, la sequía y el canje de deuda. La foto fue más importante que los anuncios concretos.
El ministro de Economía, Sergio Massa, mantuvo ayer una reunión con Gita Gopinath, subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional. La reunión fue tildada de positiva por fuentes oficiales, de cara a la esperada aprobación por parte del Directorio de la revisión correspondiente al cuarto trimestre del año 2022.
El encuentro duró más de una hora y media. En el mismo se analizó la situación económica actual, especialmente el fuerte impacto económico que está teniendo la sequía, calificada por el ministro como la peor en un siglo. Esa es la carta con la que desde el Palacio de Hacienda tratan de conmover al staff del FMI para que entienda las implicancias que ocasiona la sequía en materia de exportaciones e ingresos por menor recaudación, lo que pone en riesgo las metas del programa. En este sentido, las estimaciones se fueron modificando, ensombreciendo el panorama: “trabajábamos el año pasado con un supuesto de sequía, que luego pasó a ser grave y ahora resulta ser la más importante del siglo”, coincidieron los participantes en la reunión con el staff del Fondo.
El ministro espera irse de la capital de EE.UU. habiendo conseguido dos cosas: nuevas metas cuantitativas para el programa con el FMI (principalmente una menor exigencia de reservas netas) y la confirmación del desembolso de US$5.300 millones.
La voz del Fondo
Gopinath, a través de las redes sociales, informó que mantuvo una “buena reunión” con el ministro Massa y agregó que “se discutió la cuarta revisión del programa, el severo impacto de la sequía y la importancia de las acciones para aumentar las reservas y continuar movilizando financiamiento interno de manera sostenible”, en lo que fue el único comunicado oficial de parte del Fondo sobre la reunión.
En este sentido, ya se conocía que el organismo aceptó modificar la meta de reservas -el monto será dado a conocer una vez que el Board apruebe el staff report-. Esta modificación de la meta de reservas tendrá “un impacto importante en el primer trimestre que es cuando se produce el mayor efecto de la sequía”. Aunque aclaran en fuentes oficiales que “si bien las reservas se irán recomponiendo a lo largo del año, el resultado final sería menor al acordado inicialmente”.
Cabe recordar que en marzo las reservas netas del BCRA, según el acuerdo original, debían ubicarse en US$5.500 millones. A modo de referencia, estimaciones privadas señalan que, tras la sangría de divisas sufridas por la entidad monetaria, las reservas netas se situarían en la actualidad debajo de los US$2.000 millones. El objetivo para junio estaba estipulado en US$8.600 millones y para septiembre US$8.700 millones, cifras que hoy parecen muy lejanas.
La mirada de Massa
Por su parte, el ministro Sergio Massa comentó a través de sus redes sociales que en la reunión con las autoridades del Fondo “se valoró el despeje de vencimientos de la curva en pesos“. El titular del Palacio de Hacienda comentó que se había coincidido con los representantes del FMI “en la importancia de la decisión del gobierno de continuar avanzando con medidas que fomenten el incremento de exportaciones con el objetivo de fortalecer las reservas”.
Son cada vez más fuertes los rumores de que Economía instrumentará a partir de abril un dólar diferencial para ciertos productos exportables, particularmente agropecuarios. Sin embargo, la magra cosecha hace preguntarse sobre cuál podría ser el verdadero impacto del mismo, con estimaciones que ubican la producción agropecuaria en poco más de la mitad de lo que se cosechó el año pasado, de allí que uno de los reclamos más persistentes de los productores es respecto a la eliminación de las retenciones.
Algo que llamó la atención fue la presencia de Guillermo Michel, director de Aduanas y hombre de confianza de Massa, en la reunión con las autoridades del Fondo. Lo atribuyen a que el equipo técnico del FMI sigue de cerca el accionar de la Aduana en su tarea de desbaratar operaciones de sobre y subfacturación, aunque la magnitud de los montos detectados hasta ahora está lejos de resolver los problemas económicos del país.
Meta fiscal
Según trascendió, no se habría analizado modificar la meta fiscal de 1,9% para este año, un objetivo que los analistas consideran muy difícil de cumplir. El impacto que tendrá la sequía reducirá la recaudación impositiva en más de US$6.000 millones, según la Bolsa de Comercio de Rosario.
El hecho de que no se haya tratado la modificación de la meta fiscal no significa que el Palacio de Hacienda no esté pensando en plantear una reconsideración más adelante, aprovechando la excusa del impacto de la sequía en la economía para esconder la reticencia a hacer todos los ajustes que resta por llevar a cabo en el gasto público.