Por Javier De Pascuale / [email protected]
En la salida de la crisis, las empresas salieron a ocupar más gente, pero bajo malas condiciones laborales. Por cautela ante una eventual recaída de la actividad, o por vicios del viejo hábito de la informalidad, en la Argentina actual se crea trabajo pero no empleo de calidad.
El Gobierno lo sabe -la última Encuesta Permanente de Hogares difundida ayer lo pone en números- y por eso, entre otras razones, se resiste a subir los aportes patronales como opción parcial para solventar el 82% móvil de las jubilaciones más altas, que busca imponer la oposición en el Congreso.
Así es como hoy, en pleno proceso de reactivación de la industria y los servicios, el mercado laboral aparece sobrepresionado por un ejército de trabajadores informales, jóvenes en busca de su primer empleo, empleados con bajos salarios, sin beneficios sociales, changuistas y personal de servicio doméstico… una masa de personas que fácilmente podríamos calcular en Córdoba en unos 58.000 trabajadores, que salen cada día a trabajar pero al mismo tiempo consultan diariamente los avisos clasificados porque buscan un “mejor trabajo”. Y lo hacen mucho más que antes, con más ahínco, ya que no sólo son presionados por el “ejército de reserva” de los más de 50.000 desocupados “totales” que pululan por el Gran Córdoba, sino porque los persigue la escalada inflacionaria.
La fenomenal reactivación económica de hoy crea trabajo, incluye socialmente, pero al mismo tiempo la alta inflación y el boom del consumo que se instaló desde el inicio del Mundial de Fútbol, movilizaron el mercado de trabajo a una dinámica pocas veces vista en los últimos años en el país.
Es la razón por la cual en apenas tres meses unos 13.000 trabajadores cordobeses modificaron fuertemente su situación laboral: prácticamente la mitad de ellos encontró un trabajo a horario completo, mientras que la otra mitad logró apenas ingresar al mercado laboral bajo condiciones básicas, pero que no los satisfacen. Es por lo cual a fines de junio había unos 6.000 trabajadores con algún tipo de empleo que no obstante peregrinan por las empresas en busca de un empleo bajo mejores condiciones.