La remuneración percibida por los trabajadores registrados creció por debajo del 7,8% del aumento general de precios del quinto mes del año. Pese a esa caída, en el acumulado de 2023 están levemente por encima. Los salarios “en negro” siguen sin repuntar
Los salarios de trabajadores registrados estables en mayo tuvieron un aumento de 6,2% y así quedaron por debajo del ritmo de la inflación, que fue de 7,8%. Según el índice de Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (Ripte), en los tres meses anteriores el ingreso de este segmento del mercado laboral había tenido incrementos consecutivos por encima de la suba de precios, lo que permite que la suba desde enero sea de 44,47% frente a 42,2% de inflación acumulada.
El Ripte, elaborado por el Ministerio de Trabajo, tiene especial relevancia para las cuentas públicas: este número es uno de los elementos con los que el Estado determina luego el porcentaje de aumento de las jubilaciones y las asignaciones universales.
El Estado tiene distintas maneras para medir la evolución de los salarios en la economía. El Ripte contempla la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que reciben los trabajadores bajo relación de dependencia y declarados en forma continua durante los últimos 13 meses. Es decir, empleados privados asalariados.
Es, de todas formas, un muestreo menos amplio que el índice de salarios que publica -también con frecuencia mensual- el Indec. En ese informe, el organismo estadístico desagrega al mercado laboral entre formal privado y público, por un lado, e informales, por otro. El correspondiente a mayo se divulgará dentro de 20 días. En la publicación respecto a abril mostraba un aumento de 77% interanual para los salarios informales, muy por debajo del 108,8% de inflación.
El propio Ministerio de Trabajo hizo en su última presentación una aclaración sobre la representatividad del Ripte. “Este indicador fue elaborado como un insumo para determinar la movilidad jubilatoria (uno de los dos indicadores salariales que utiliza el índice de movilidad) pero no necesariamente refleja el comportamiento de los salarios correspondientes al empleo asalariado registrado del sector privado”, indicaron.
“Las características metodológicas del Ripte, elaboradas en función de los objetivos que persigue el indicador, plantean un conjunto de definiciones sobre el empleo y los conceptos salariales, que no incluyen a la totalidad del empleo asalariado registrado privado ni a todos los conceptos salariales que perciben”, concluyeron.
Salarios e inflación
De acuerdo con el Ripte, los salarios de este segmento del mercado laboral tuvieron un incremento de 6,2%, por lo que quedaron más de un punto y medio por debajo del IPC de ese mes. En términos interanuales ese indicador también quedó en déficit: mientras la inflación acumuló 114,2% en los últimos doce meses, los salarios de los trabajadores registrados estables varió 109,4 por ciento.
Una paradoja es que durante los dos meses de peores números mensuales de inflación a lo largo del gobierno de Alberto Fernández registraron, en paralelo, un ritmo de aumento del salario de los trabajadores estables por encima de ese número por el impacto de las negociaciones paritarias y los tramos de incrementos acordados entre sindicatos y cámaras empresarias.
En marzo, con un IPC de 7,7%, el Ripte había crecido 9,8%, tal como lo hizo en abril. En febrero, por su lado, el Ripte creció 8,4% contra,6% de inflación. Enero, así, hasta mayo había sido el único mes en que el indicador terminó por debajo del IPC: 3,8% versus 6% de suba de precios.
El informe más amplio, que realiza el Indec, había mostrado con los datos hasta abril que las remuneraciones generales tuvieron un aumento nominal de 103,8% interanual, en un mes en que la inflación en ese lapso había sido de 108,8 por ciento. Hacia dentro de los distintos continentes en el universo de asalariados hubo realidades dispares.
En detalle, los salarios registrados quedaron arriba (109,4%, aunque explicado centralmente en los empleados públicos, con 114,7% y con una caída en términos reales de los privados, ya que variaron en 106,4%), mientras que los no registrados están muy por debajo de la evolución de los precios: sus ingresos tuvieron una suba nominal de 77,5 por ciento. Según explican los expertos, de todas formas, la medición de los salarios informales tiene cierto rezago por lo que podría no explicar la coyuntura más próxima al mes de comparación que, en este caso, era abril.
Tras el dato de salarios de abril, que fue informado el último viernes, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) consideró que “la alta inflación de abril, combinada con la suba nominal de salarios, derivó en caídas mensuales reales de los trabajadores asalariados privados registrados, públicos e informales. El que más perdió entre marzo y abril fue el sector público, con casi el 4 por ciento. Le siguió el sector informal con el 3,2% y finalmente el privado registrado con pérdida real del 1,1%”, apuntó.
”La desaceleración de la inflación en mayo y en junio debería posibilitar una recuperación real. El gran desafío para recuperar poder adquisitivo sigue siendo la baja sostenible de la inflación. El salario real es uno de los factores clave que se tienen en cuenta a la hora de votar. No solamente el salario actual sino también el esperado, en función de la marcha de la economía”, agregó.
La consultora LCG, en tanto, en una mirada hacia los próximos meses aseguró que “a pesar de que detectamos que la inflación en junio muestra una desaceleración, no se puede negar el hecho de que este año los precios crecerán a una tasa superior a un 130%. Este nivel de inflación empieza a corroer con fuerza a los salarios y posiblemente la actividad vaya a sufrir en el segundo semestre de la mano de un menor consumo”.
Consejo del Salario
El jueves 13 se reunirá la Comisión del Salario Mínimo, Vital y Móvil y Prestaciones por Desempleo para discutir sobre los nuevos aumentos a raíz del avance de la inflación. La convocatoria fue realizada por la presidente del consejo, la ministra Raquel Olmos. La reunión será a las 14 mediante plataforma virtual.
En el llamado oficial, se recordó que en la anterior sesión, de fecha 21 de marzo de 2023, se acordaron los nuevos montos del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) y prestaciones por desempleo, en distintas vigencias. En esa oportunidad, se determinó un sueldo mínimo de $87.987 y una base de prestación por desempleo de $24.440,33 (el máximo es de $40.733,88).
Entre diciembre y junio, el aumento del monto de remuneración mínima tuvo un salto de 42,02%, prácticamente el mismo porcentaje que avanzó la inflación en los primeros cinco meses del 2023. Es decir que el ajuste no cubrió el avance del IPC de junio (el valor oficial se publica el 13 de julio). Si se pretendiera empatar la inflación del período comprendido entre marzo y julio, el salario mínimo debería situarse en unos $127.000.