Empresarios y analistas del sector privado coincidieron ayer en los reclamos, al momento de analizar las perspectivas económicas del país.
Si bien se mostraron moderadamente optimistas en el primero de los almuerzos organizados por la Fundación Mediterránea para el ciclo 2008, Oscar Guardianelli, titular de la Unión Industrial de Córdoba (UIC); Ércole Felippa, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec) y Carlos Escalera, titular de la Bolsa de Comercio de Córdoba, convinieron en destacar como temas claves para la agenda del mediano plazo, un mayor financiamiento para inversiones de producción, un efectivo control sobre la inflación y una mayor calidad institucional y jurídica que establezca reglas de juego claras y perdurables en el tiempo.
Felippa, por su parte, remarcó el crecimiento de los últimos cinco años “a tasas realmente importantes, comparables con las máximas históricas”, tal y como “la mayoría de los indicadores de producción, consumo y exportación vienen registrando”.
En tanto, Escalera explicó que ese crecimiento “experimentado por Argentina desde 2002” se ha basado fundamentalmente en las exportaciones y en el aumento del consumo. “Las primeras, aprovechando el alto nivel de actividad mundial que impulsó el crecimiento de los precios de nuestras materias primas y una gran depreciación de nuestro tipo de cambio mantenido artificialmente por el BCRA. El consumo, alentado por tasas negativas de interés y el descreimiento generalizado en el sistema financiero, derivado de la crisis del 2002”.
Sin embargo, consideró que le quedan dudas de que el comportamiento de las ventas en el exterior sigan siendo favorables por mucho tiempo más, debido principalmente a los efectos de la crisis internacional originada por las hipotecas suprime de EEUU.
“Es posible que haya una baja en el precio de las commodities”, anticipó y explicó además que “el crecimiento no fue acompañado por las inversiones necesarias para hacerlo sostenible a largo plazo” y esto porque “hay varios inconvenientes”, consideró.
Entre ellos, Guardianelli destacó la inflación exógena y endógena, los salarios atados a la productividad, la generación de energía, el financiamiento a la producción, la capacitación e innovación tecnológica y la calidad institucional y jurídica necesaria para promover un ambiente propicio para nuevas inversiones.
“Hoy están dadas las condiciones internacionales para crecer y destacarnos internacionalmente”, consideró Felippa, pero es necesario el “trabajo mancomunado entre el sector público y el privado”.