La cobertura del déficit de la Caja de Jubilaciones como frente doméstico y la situación de la deuda provincial, el 98% nominada en moneda dura principalmente en dólares, más dependiente de las políticas macro a nivel nacional, son sólo dos de los desafíos que tendrá que resolver el futuro gobernador de Córdoba y que asumirá el próximo a partir del 10 de diciembre próximo.
En rigor, el financiamiento del rojo previsional que este año superaría los 60 mil millones de pesos, no debería resultar un problema a tenor del articulado del Presupuesto nacional que prevé la cobertura de prácticamente la totalidad del quebranto por parte de Anses.
Sin embargo, el propio Gobierno nacional fue el que resolvió que, a falta de una “reglamentación” del texto del Presupuesto, debía regir una resolución del propio organismo que decidía que, mientras tanto, los fondos a cubrir serían los mismos que el año pasado, esto es apenas 1.072 millones de pesos mensuales, el mismo monto que se viene girando desde 2019.
En ese marco, el gobernador Juan Schiaretti resolvió acudir a la Corte Suprema de Justicia e interponer un amparo para lograr una pronta resolución del tema.
En paralelo, accionó por la eventual deuda de 2022 hacia atrás y que, según el planteo, supera los 100 mil millones de pesos.
Es probable que el próximo mandatario ya gobierne con una definición de la Corte.
En todo caso, habrá que aguardar quién será el futuro presidente de la Nación y qué decisión tomará respecto al tema.
En cuanto a la deuda, la posibilidad de una devaluación del peso a un ritmo más elevado al actual será clave para conocer qué peso tendrá el pasivo respecto a los ingresos provinciales.
Es muy probable que esa presión se observe ya en la previa a las elecciones PASO de agosto y luego posiblemente dependa en buena medida del resultado electoral.
En cualquier caso, será fundamental saber cómo terminarán las negociaciones entre el ministro de Economía, Sergio Masa, -ahora también candidato a presidente por la colación oficialista Unión por la Patria- y el FMI para renegociar las metas y lograr un adelanto de desembolsos del organismo. El Gobierno espera que esos dólares sirvan en parte para neutralizar las presiones devaluatorias.
El tema, en todo caso, es una vez más, qué hará el futuro presidente. Allí dependerá en buena medida quién resulte electo. Con todo, el panorama hace presuponer que la devaluación se acelerará.
Por lo demás, la mayoría de las políticas que adopte quien asuma el 10 de diciembre, estarán atadas a la suerte de la economía del país.
La inflación, el tipo de cambio, el consumo interno y la actividad económica en general, son temas que tendrán directa incidencia sobre el contexto en el que deberá gobernar Córdoba el actual intendente de la ciudad.