Los incrementos en el precio de la harina y de las tarifas de gas y luz dejan con rentabilidad cercana a cero a algunos comercios. Éstos deciden bajar las persianas y fabricar panificados “en el fondo” y venderlos a precios más bajos que los negocios registrados, según afirman referentes del sector
Por Cecilia Pozzobon – [email protected]
El sector de los panaderos de la ciudad de Córdoba está en alerta por el incremento que se registra en la venta clandestina de pan. Según explicó a Comercio y Justicia Néstor Romero, ex presidente del Centro de Industriales Panaderos y Afines de Córdoba (Cipac), el precio de la harina aumenta todas las semanas y a “eso hay que agregarle las subas de las tarifas de gas y luz”, frente a lo cual alertó sobre el cierre de muchos comercios que “bajan la persiana, dejan de despachar al público y terminan haciendo el pan al fondo y distribuyéndolo en almacenes donde lo venden más barato”.
De este modo reflejó la problemática de los panaderos que continúan trabajando “con todas las de la ley” y que, al aumento en el precio de la harina -que desde enero llega a 42,8%- hay que sumarle la suba de tarifas en dos insumos esenciales para su labor (gas y luz) y el incremento en la competencia desleal de aquellos comercios que se quedan fuera de juego debido a que la rentabilidad del rubro “llega a cero”.
“Sucede que Córdoba es una de las ciudades más caras de todo el país”, reflejó hablando del “costo Córdoba” del que ya se quejaron muchos otros sectores. “La suma de los impuestos que paga un panadero en Córdoba -es decir, nacionales, provinciales y municipales- representa 47% sobre el precio de la harina”, reflejó.
Según se conoció ayer, es probable que la bolsa de harina vuelva a aumentar, con lo cual los panaderos no descartan un nuevo incremento en el producto final.
En enero pasado, la bolsa de 50 kilos de harina a los panaderos estaba entre 250 y 300 pesos y en la actualidad ya se encuentra en torno a los 450 pesos en la ciudad de Buenos Aires, según indicó Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM). En tanto, según relató Romero, en algunos lugares de Córdoba ya se encuentra la bolsa a 500 pesos.
“Los molineros aumentan el precio de la harina todas las semanas”, aseguró y se quejó: “Nosotros no podemos aumentar el precio del pan todas las semanas…”.
El último aumento
En marzo pasado, frente al aumento que venía mostrando la harina, la comisión directiva de Cipac había decido un incremento de 14% en los productos panificados.
“Luego de deliberar sobre las distintas posiciones y realidades zonales de los industriales, y la incidencia del aumento de los insumos en el costo final del producto, se adoptó la decisión no deseada de trasladar a todos los productos panificados un incremento del 14%”, se comunicó en la oportunidad.
En ese momento, los precios sugeridos para cada producto quedaron de la siguiente manera: el kilo de pan francés, 50 pesos; el de miñón, 55 pesos; el kilo de criollos comunes, 83 pesos; el de criollos de hojaldre, 93 pesos; la factura común por unidad, 10 pesos, mientras que la de manteca, 12 pesos, entre otros. Ahora, la realidad es diferente y según relata Romero “habrá que hacer una nueva reunión y con las facturas de luz y gas en la mano hacer un análisis para poder decidir qué es lo que vamos a hacer”.
El tema es que esto representa sólo una arista del problema. “La clandestinidad que hay, nunca se ha visto. Hacen pan en un lugar con piso de tierra y además, no hay inspecciones”, aseguró Romero.
Precios sugeridos
Los precios sugeridos en marzo pasado, luego del incremento de 14%, quedaron de la siguiente manera: pan francés $50 por kilo
Pan miñón, $55 por kilo
Criollos comunes, $83 por kilo
Criollos de hojaldre, $93 por kilo
Factura común, $10 por unidad
Factura de manteca, $12 por unidad
Masas finas, $275 por kilo