Un nuevo reporte del Instituto Fraser, el principal think tank de Canadá, la listó junto a la República del Congo, Argelia, Libia, Irán, Yemen, Sudán, Siria, Zimbabue y Venezuela
Un nuevo reporte del Instituto Fraser, el principal think tank de Canadá (uno de los 15 primeros entre todos los centros de estudios del mundo según el Índice Global Go de la Universidad de Pensilvania), ubicó a la Argentina entre los países con menos libertad económica del mundo.
Lo hizo en un ranking internacional que evalúa, entre otros temas, la independencia judicial, el estado de derecho y el peso del gobierno sobre la sociedad.
Se trata del índice “Economic Freedom of the World” (Libertad Económica del Mundo).
La publicación de 2023, la número 28 de su tipo, clasifica a 165 países y territorios para 2021, el año más reciente del que se dispone de datos.
Entre los estados que relevó, los 10 peor clasificados son la República del Congo, Argelia, Argentina, Libia, Irán, Yemen, Sudán, Siria, Zimbabue y Venezuela.
Argentina quedó 158º en la nómina liderada por Singapur, seguido por Suiza, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Irlanda, Dinamarca, Australia, Reino Unido y Canadá.
El dato trascendió en medio de la campaña electoral, en un contexto nacional marcado por un nivel de intervención del Estado inédito.
Cabe destacar que el Cato Institute y más de 70 “tanques de pensamiento” del mundo colaboraron para la realización del relevamiento.
Políticas e instituciones
El índice Economic Freedom of the World evalúa el grado en que las políticas e instituciones de los países apoyan la libertad económica.
Según el Instituto Fraser, de orientación liberal, las piedras angulares de la libertad económica son la elección personal, el intercambio voluntario, la libertad para entrar en los mercados y competir y “la seguridad de la persona y de la propiedad privada”.
El grado de libertad económica se mide en cinco grandes áreas: tamaño del gobierno (gasto público, impuestos y escala de las empresas controladas por el gobierno); sistema jurídico y derechos de propiedad (protección de las personas y de sus bienes legítimamente adquiridos es un elemento central tanto de la libertad económica como de la sociedad civil); dinero (la inflación erosiona el valor de los salarios y ahorros legítimamente ganados); libertad para comerciar internacionalmente (en su sentido más amplio) y regulación.
Precisó que en las últimas décadas, en la Argentina creció el peso del gasto público sobre el PBI y la presión tributaria sobre el sector formal de la economía, mientras se estancó el crecimiento del PBI per cápita y escaló la pobreza.
Por primera vez en la historia del índice, que se hace desde 1996, Hong Kong descendió de su primera posición.
“El gobierno chino impuso nuevas e importantes barreras a la entrada, límites al empleo de mano de obra extranjera y aumentos de los costes de hacer negocios”, indicó el reporte.
Paralelamente, consignó que todo ello va unido a una creciente interferencia militar en el Estado de derecho y a “la erosión de la confianza en la independencia judicial y la imparcialidad de los tribunales”.
En tanto, precisó que la ubicación de Singapur fue impulsada “por las mejoras en sus componentes de tamaño del gobierno y regulación”.
La clasificación situó a otros países de Latinoamérica en las posiciones 68 y 90; respectivamente, México y Brasil.
El primer Informe sobre la libertad económica en el mundo, publicado en 1996, fue el resultado de una década de investigación de un equipo en el que figuraban varios premios Nobel y más de 60 especialistas de renombre en una amplia gama de campos, como la economía, la ciencia política, el derecho y la filosofía.