El fogonazo inflacionario que comenzó en diciembre y previsiblemente continúa en enero frenó en seco el consumo, que retrocedió dos dígitos de un mes al otro y dejó los números de todo el año en negativo. Comerciantes perdieron la oportunidad de hacer caja y se preguntan cómo sobrevivir la etapa
Pasó este fin de semana la última de las festividades del inicio estival, el Día de Reyes, con un nivel de ventas que quedó en la historia por lo negativo y el comercio minorista se debate cómo sobrevivir en la etapa, caracterizada por el freno casi total al consumo familiar tras la disparada de precios de diciembre, que claramente continúa en enero.
Según el relevamiento periódico que realiza la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la vida de las familias sigue andando pero no así sus gastos: cerrado diciembre, las ventas en los locales minoristas pymes registraron un desplome de casi catorce puntos (13,7%), en términos interanuales, paralelo a un freno también de dos dígitos (-11,2%) en relación al mes precedente, noviembre.
Con el dato de diciembre, se cierra un año para el olvido en términos comerciales, con un retroceso de 3,4%. Desde CAME señalaron que a lo largo de 2023 “sólo el rubro de Calzado y marroquinería exhibió un exiguo crecimiento del 0,4%”, mientras que todo el resto de los rubros experimentó el hielo antártico, tal como el presidente Javier Milei este sábado, sólo que durante todo el año.
En el caso puntual de las ventas por Reyes Magos señalaron que “también disminuyeron en el mismo nivel: retrocedieron 13,6%” respecto a igual período del año pasado. De modo que el fogonazo inflacionario que vive el país ni siquiera perdonó a los más chicos de la familia.
Los resultados surgen del Índice de Ventas Minoristas Pymes de CAME, elaborado en base a un relevamiento mensual entre 1.256 comercios minoristas del país, realizado del 2 y 5 de enero de 2024.
Desde la entidad -en un comunicado- destacaron que diciembre resultó ser “el mes más desafiante para el sector del comercio pyme, que tenía la esperanza de compensar las pérdidas acumuladas entre enero y noviembre; mientras que es tradicionalmente un período destacado del año”, para hacer caja y enfrentar los períodos tradicionalmente malos, como marzo, abril o agosto, con lo que se logra en las fiestas.
No será el caso y es lo que lleva a una inmensa red de comercios minoristas a preguntarse por el futuro inmediato de su giro comercial, que dependerá cada vez más de una alta dosis de imaginación, ajuste y resiliencia.
Para la organización pyme nacional, es claro que “los consumidores se encontraron en el cierre del 2023 con un cambio de precios abrupto en los bienes y servicios, que limitaron su capacidad de compra, y tampoco el mercado fue generoso en opciones de financiamiento y ofertas, lo que obligó a administrar cuidadosamente los recursos disponibles”.
Así, los siete sectores relevados finalizaron diciembre en baja, liderados por Alimentos y bebidas, donde las ventas a precios constantes se hundieron 19,8%, mientras que durante el transcurso del año, solo el rubro de Calzado y marroquinería mostró un leve aumento del 0,4%, a precios constantes.
Por sectores, el de peor performance en el acumulado anual resultó ser Alimentos y bebidas, con una baja de 5,7% respecto de 2022; mientras que el de mejor evolución resultó ser el rubro de Calzado y marroquinería, con una suba de 0,4%.