ESCUCHARLas exportaciones mineras retrocederán este año alrededor de 21% respecto a 2019, producto del impacto de las medidas sanitarias en los proyectos mineros que se desarrollan en el país, en particular los relativos al oro, metal que tiene mayor representación en al retracción de las ventas externas.
Así se desprende de las proyecciones de la Secretaría de Minería -que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo- y de las mismas empresas, a partir de los resultados de los primeros meses del año, que reflejaron exportaciones con una caída acumulada interanual de 23,1%.
Según los detalles de la información, el acumulado de los tres primeros trimestres del año registró exportaciones por un monto total de US$1.807 millones frente a los US$2.348 millones de igual período de 2019.
La caída podría haber sido aún mayor de no haberse producido un alza de precios en los metales preciosos como el oro y la plata, que registraron subas promedio en los primeros nueve meses de 27,3% y 21,3%, respectivamente, ya que la baja en los volúmenes físicos exportados fue de 45% en el oro y de 15% en la plata.
A partir de la proyección del desempeño exportador del sector previsto para el último trimestre del año, se desprende que la retracción será de 21%, es decir que las ventas totales alcanzarán US$2.560 millones, frente a los poco más de US$3.200 millones del año pasado.
La caída exportadora es atribuible -en mayor medida- al oro, que explica 14,3 puntos porcentuales de la contracción total de 23,1% hasta septiembre.
De enero a septiembre, las exportaciones de oro fueron de US$1.226 millones, cuando en el mismo período del año pasado habían sido de US$1.563 millones, una merma que fue atenuada por el incremento de la cotización del metal en los mercados internacionales.
El siguiente producto, que explicó 4,1 puntos de la caída, estuvo constituido por los metales base, principalmente plomo y zinc, lo cual se relacionó con el agotamiento de la Mina Aguilar, en Jujuy, que recientemente anunció el cierre de las operaciones pero cuya productividad natural venía en fuerte descenso.
Más allá de las particularidades geológicas y comerciales, este año las operaciones mineras se vieron interrumpidas en su totalidad desde el 20 de marzo, día de inicio del aislamiento social obligatorio por la pandemia de coronavirus.
Pese a que la declaración de la minería como actividad esencial ocurrió el 3 de abril, la reactivación fue parcial dadas las restricciones para la circulación interprovincial o interdepartamental y las medidas sanitarias y de control tomadas en cada distrito.
