El Directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) dispuso ayer una nueva baja del límite inferior de la tasa de interés de las Letras de Liquidez (Leliq) de dos puntos porcentuales, con lo que pasará de 40% a 38% anual, su nivel más bajo desde el 4 de mayo de 2018.
La decisión fue adoptada ayer a la tarde, luego de la reunión de Directorio de la autoridad monetaria, y con esta nueva reducción la tasa de referencia en términos efectivos se ubica en 45,4% anual.
La entidad monetaria, en un comunicado de prensa, sostuvo que esta tasa de referencia “la mantiene en terreno positivo suficiente para promover el ahorro en pesos y a la vez recomponer la situación crediticia de familias y empresas a través de la reactivación del crédito”.
Agregó el BCRA: “La decisión fue adoptada en base a las señales de consolidación del proceso desinflacionario y con vistas a generar condiciones que favorezcan la recuperación de la actividad económica”.
Evolución
Desde la asunción de Miguel Pesce al frente del Central, al sumar esta nueva baja, la tasa de las Leliq acumulará una caída de 25 puntos porcentuales, de 63 a 38%, cuando entre en vigencia la decisión en la próxima licitación de Letras prevista para el martes 10 próximo.
La última vez que la tasa de interés de política monetaria había bajado de 40% fue el 4 de mayo de 2018, cuando el por entonces presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, ordenó subirla 675 puntos básicos (de 33,25% a 40%), luego de una jornada en la que el dólar había pasado de cotizar $21,44 a $ 23,27, según el promedio de venta minorista.
Por esos, la tasa registró un abrupto endurecimiento, al pasar de 27,25% a finales de abril para llegar hasta 40% apenas en días con el objetivo de “evitar comportamientos disruptivos en el mercado de cambios, así como para garantizar el proceso de desinflación”, según justificaba el Central.
Finalmente, en ese año la inflación trepó hasta 47,6% -la más alta en 27 años, luego superada por la de 2019, 52,9%-, a pesar de que el Banco Central aseguraba en su comunicado del 4 de mayo que utilizaría “todas las herramientas a su disposición” para conducir su política monetaria y “alcanzar su meta intermedia de 15% en 2018”.
La política de tasas altas se suponía que debía ser transitoria para evitar un efecto demasiado recesivo sobre la actividad económica.
Sin embargo, permaneció altamente restrictiva durante todo este lapso y llegó incluso a trepar hasta en 85,99% en septiembre del año pasado, luego de la última gran devaluación del peso.