ESCUCHARNi Vaca Muerta compensa los malos números del campo, que se derrumban más de 30%, tanto en envíos de granos como en despacho de productos de la industria alimenticia. En sólo un mes el comercio exterior nacional restó mil millones de dólares a las alicaídas arcas del Banco Central
La histórica sequía que afectó desde el año pasado la zona núcleo productiva argentina, así como muchas otras economías regionales del resto del país, impactó fuerte en los negocios del comercio exterior argentino, al punto que hizo retroceder los números de las exportaciones a los registros que se tenían en abril de 2021, hace exactamente dos años, descontando la multitud de esfuerzos que se han venido haciendo en los últimos tiempos para ampliar y consolidar los negocios externos del país.
Es la primera conclusión que arroja el informe sobre el Intercambio Comercial Argentino, emitido en la tarde de este jueves por el Indec, que con las cifras de marzo cerradas anuncia un déficit de US$1.059 millones en el comercio exterior nacional en ese mes, frente al superávit de US$271 millones de igual mes del año pasado.
La facturación por exportaciones bajó más de 22 puntos para alcanzar los US$5.723.millones, en tanto que las importaciones retrocedieron 4,2% para quedar en US$6.782 millones.
De esta manera, el primer trimestre dejó un saldo negativo de US$1.290 millones frente a la ganancia de US$1.386 millones del mismo período del año pasado, lo cual explica en parte los movimientos registrados en el dólar en las últimas semanas, derivados de la escasez de divisas y que motivaron en los últimos días viajes del ministro de Economía Sergio Massa al exterior, en busca de fondos frescos que alimenten las arcas nacionales y permitan sostener el ritmo de importaciones de bienes de capital y bienes intermedios que necesita la industria nacional para funcionar normalmente.
Las exportaciones de marzo mostraron una caída de US$1.631 millones que se debió principalmente a menores ventas de trigo, unos US$463 millones, más otros US$740 millones del complejo sojero, ya sea porque también se vieron afectados por la sequía o porque se adelantaron las ventas con los anteriores programa de promoción de exportaciones.
Incluso la exportación de biodiésel cayó US$187 millones; y el maíz en grano, excluido para siembra, US$158 millones, entre otras bajas.
Al mismo tiempo, las aceiteras buscan mantener sus compromisos internacionales de ventas de productos terminados, para lo cual salieron a importar granos. Sólo en marzo, la importación de productos vegetales superó el medio millar de millones de dólares.
En porcentajes, la caída es tan drástica que en el caso de los envíos al exterior de productos primarios supera los 33 puntos, llegando a casi 30 puntos en las manufacturas de origen agropecuario.
El derrumbe de exportaciones impacta más en el comercio con algunos países y en este punto se destacan Estados Unidos y la India, que pasaron en marzo a comprarnos prácticamente la mitad de lo que estaban adquiriendo hace apenas un año. Ambos países ocupan posiciones de importancia entre los clientes externos de la Argentina, lo cual acrecienta el impacto: Estados Unidos es el cuarto socio comercial externo y la India, el octavo. Las compras de otros socios comerciales menores, como España y Malasia, mitigan el impacto negativo del retiro de socios mayores, pero no alientan esperanzas futuras de consolidar esos negocios. Ambos países se vieron afectados por el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, porque importaban granos ucranianos y ahora buscaron reemplazar con los argentinos.
Respecto a los productos importados, en este período se destacaron algunas bajas en gasoil (US$327 millones); fueloil, (US$117 millones); vacunas para medicina humana (US$59 millones); y unidades de máquinas automáticas para tratamiento o procesamiento de datos (US$42 millones).
Las malas cifras del comercio exterior nacional contrastan con el mejor momento que está viviendo el trading internacional. La recuperación de las rutas del comercio mundial ya superó definitivamente las consecuencias de la pandemia del coronavirus y los valores de los fletes internacionales se encuentran casi a mitad de precio respecto de hace un año. Incluso los fletes internos hacia países del Mercosur han bajado un tercio su precio, lo cual debería beneficiar el comercio, ya que después de mucho tiempo los costos del envío de productos argentinos a los mercados más lejanos no está superando los cinco dólares por cada cien exportados.
En la visión general sobre el comportamiento de las exportaciones nacionales, es de destacar el buen momento que está pasando la industria automotriz y de motocicletas, que están manteniendo y acrecentando exportaciones. Los envíos de camiones livianos, de pickups y utilitarios repuntaron y también los de autos de motores de hasta mil centímetros cúbicos, con turbo. Por supuesto, hay que agregar Vaca Muerta y sus productos a este punto. Si hace un año el país tenía un déficit mensual de casi 400 millones de dólares en el comercio exterior de combustibles y energía, el saldo positivo de marzo de 64 millones de dólares debe anotarse como un punto favorable en el comercio. Vaca Muerta se dispone a multiplicar sus envíos externos a partir del segundo semestre, lo cual ayudará en las cuentas nacionales para acercar los dólares que la industria necesita.
