Antes de disertar en la conferencia “¿Finalmente tendremos la reforma tributaria que necesitamos?”, que organiza la UIC, anticipó algunas de las alternativas que planteará para pensar una mejora en la competitividad empresarial
Por Cecilia Pozzobon – [email protected]
El economista y presidente de la consultora Economic Trends, Gastón Utrera, disertará mañana en la conferencia “¿Finalmente tendremos la reforma tributaria que necesitamos?”, organizada por la unión Industrial de Córdoba (UIC) y, en diálogo con Comercio y Justicia, adelantó algunos de los conceptos y alternativas que planteará sobre metas del Gobierno nacional que parecen contrapuestas.
“Sucede que desde el punto de vista de la macro, el Gobierno nacional se ha planteado dos objetivos que son contradictorios entre sí, y por lo tanto son difíciles de llevar adelante. Por un lado, está convencido de que tiene que bajar el déficit, y en todo caso, no lo ha hecho hasta ahora porque se encontró con restricciones políticas, sociales y económicas. Y por otro lado, creo que está convencido de que tiene que bajar la presión tributaria. ¿Por qué no avanza con las dos cosas?, ¿Por qué son contradictorias una con otra y es difícil de instrumentar?”, se preguntó el economista al introducir parte de lo que será su exposición.
“Si bien se plantea que, con gran parte de la economía ‘en negro’, se pueden bajar alícuotas impositivas y no perder recaudación, porque lo que se pierde por menos alícuota se gana por incremento de la masa de contribuyentes, el tema es que ningún ministro de Economía firmaría eso porque en la práctica se sabe que con una baja en la alícuota tributaria el resultado es una baja inmediata y segura en la recaudación. En tanto, el incremento por mayor cantidad de contribuyentes es algo supuesto y a largo plazo. Esa asimetría es la que frena la decisión”, aseguró.
-Entonces, ¿cómo se plantea una alternativa?
-Ahí es donde entramos en la micro, porque si uno busca dónde está la economía ‘en negro’, en cuáles sectores y qué empresas, ahí surgen alternativas. Por ejemplo: en el sector de la construcción, en Córdoba hay 70 mil asalariados: 25 mil ‘en blanco’ y 45 mil ‘en negro’, y de estos últimos 63% trabaja en empresas de cinco o menos empleados. En este caso, el desafío es cómo incorporar estas pequeñas empresas que tienen trabajadores en negro a la formalidad. Al incorporar una porción de éstas, se generaría una recaudación adicional que facilitaría bajar la presión tributaria a la parte del mercado que sí está ‘en blanco’. Esto permitiría pensar en ciertas reformas sectoriales en las que se conecten un poco más la parte cierta con la parte incierta de los efectos de la reforma.
-¿Eso implica que hay que trabajar sector por sector?
-Sí. Mi idea es mostrar cómo están estos números en los otros sectores de la economía. Mostrar que en lo macro hay una contradicción pero que desde lo micro empiezan a aparecer elementos para lidiar con esa complejidad. Además, si pasamos a la economía de las empresas, se pueden aportar otros elementos, como la estructura de costos, el transporte y otros, que restan competitividad, lo que significa que se pueden revertir algunas cosas con una agenda alternativa a la del tipo de cambio (alícuotas de ART, ausentismo, litigiosidad, entre otros).
-Dujovne adelantó que la reforma será gradual y a cinco años. ¿Le parece que están trabajando en una reforma sector por sector?
-Es probable, porque el Gobierno ha dicho varias veces que ciertas cosas las va a trabajar de esa forma. De hecho, lo ha hecho con el automotor, del petróleo y de la construcción.