En agosto, los gastos de capital fueron de 4.451 millones, 52,8% mayores que los de 2017 y revirtieron la tendencia decreciente. No obstante, el resultado financiero del consolidado provincial fue de $653 millones negativo, sin antecedentes de ejercicios anteriores, al menos desde ese mes. La deuda, otro frente
Por Alfredo Flury – [email protected]
El resultado financiero del consolidado de la Administración Pública no Financiera de la provincia de Córdoba mostró en el acumulado a agosto pasado un déficit de 653,4 millones de pesos.
El rojo no registra antecedentes, al menos desde 2014, cuando el Gobierno provincial comenzó a publicar la ejecución presupuestaria mensual. De hecho, en agosto de 2017, el superávit era de 625,5 millones de pesos
El año pasado, el resultado financiero recién mostró números negativos en octubre, cuando acusó un déficit de 51,09 millones de pesos para cerrar luego al 31 de diciembre en 5.954,7 millones de pesos en falta. En otros ejercicios, las cuentas concluían en positivo.
El quebranto se produjo pese al fuerte incremento del resultado económico, no sólo de la Administración Central, sino también del consolidado provincial.
Efectivamente, hasta agosto pasado, el ahorro corriente de la Administración Central alcanzaba 29.472,7 millones de pesos, 53,5 por ciento más que en el año anterior.
En tanto, si también se computaba la Agencia Inversión y Financiamiento (ACIF) que cerró con un rojo de 4.296 millones de pesos, y la Caja de Jubilaciones que mostró un quebranto de 6.979,5 millones de pesos, el ahorro aún se mantenía en 18.197,08 millones de pesos, 54,9 por ciento mayor que un año atrás.
Ese superávit quedó pulverizado con las erogaciones de capital.
Esos gastos, que incluyen la inversión en obra pública tanto como inversión real directa como en transferencias de capital, totalizaron a agosto pasado 22.599,2 millones de pesos, 62,5 por ciento superiores a los de 2017.
De hecho, luego de una desaceleración en los últimos meses en la medición respecto al mes inmediato anterior -en el interanual seguían muy por encima de 2017-, en agosto, los gastos de capital llegaron a 4.451 millones de pesos, 52,8 por ciento más que un año atrás y casi el doble de lo erogado en julio último.
Este fin de semana, el ministro de Obras Públicas y Financiamiento, Ricardo Sosa, aseguró a un medio colega que, a septiembre pasado, (esos datos aún no están disponibles en la web oficial), la Provincia había pagado 89 por ciento más de certificados de obra que en igual período del año pasado. Concretamente, dijo que se habían cancelado 28.327,6 millones de pesos. “La obra pública no desacelera”, señaló.
Los datos a agosto confirman esa apreciación. La suba interanual es superior a la inflación que ya entonces se ubicaba por encima de 30 por ciento.
Como fuere, el dinamismo en el ritmo de obra que sostiene la Provincia, erosionó el resultado financiero al punto tal de quebrar los números en positivo y pasar al terreno deficitario.
El quebranto se alcanzó luego de que los ingresos totales del consolidado llegaran a 137.244,5 millones de pesos -31,4 por ciento más que en 2017- y los gastos totales fueran de 137.898,04 millones de pesos, 32,8 por ciento mayores que los de un año atrás.
El rojo se alcanzó pese a que el resultado financiero de la Administración Central casi duplicó al observado el año pasado. Sin embargo, la ACIF neutralizó esa mejora y mostró un déficit de 10.955,1 millones de pesos, 214,2 por ciento superior a 2017.
Llama la atención que la Caja de Jubilaciones que en 2017 había mostrado un resultado financiero hasta agosto de 1.538,1 millones de pesos negativo, ahora sólo exhiba 100 millones de pesos abajo, siendo que el resultado operativo fue muy superior al del año anterior y que la Nación cubrió apenas una porción menor de esa desmejora.
El quiebre producido en agosto del resultado financiero es una luz de alarma sobre la evolución de las cuentas provinciales.
Decidido a avanzar con buena parte del plan de obras en marcha -al menos con los proyectos más emblemáticos-, el gobernador Juan Schiaretti resolvió acotar el gasto corriente, particularmente el referido a salarios al sector público, hasta ahora ajustados por inflación. Con una recaudación que viene por debajo de los precios, renegoció la cláusula gatillo para frenar esas erogaciones.
El viernes pasado, la UEPC aceptó la oferta oficial y percibirá 27 por ciento de aumento acumulado a septiembre y 32 por ciento a octubre, para luego rediscutir la situación conforme la evolución de inflación y recaudación. El SEP ya había aceptado la oferta a comienzos de la semana anterior.
Deuda, en ascenso
Mientras tanto, la deuda provincial sigue en escalada, básicamente a tenor de la devaluación. Al 31 de agosto pasado, el pasivo llegaba a 100.977,9 millones de pesos. De ese total, 95,05 por ciento estaba nominado en dólares traducidos a pesos a un tipo de cambio de 36,85 pesos por dólar.
De hecho, si bien el dólar viene anotando sucesivas bajas luego de rozar los 42 pesos hace apenas 10 días y ubicarse el viernes a 37,6 pesos, la deuda ajustada a ese último valor aún tiene un leve recorrido hacia arriba.
Sin embargo, el dato saliente de agosto fue que se imputó el préstamo que tomó la Provincia por 2.777,3 millones de pesos del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial y que se utilizó para cancelar la deuda que EPEC mantenía con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).
El ingreso de ese crédito determinó que la deuda en pesos, hasta ahora marginal y vinculada casi en su totalidad al denominado Programa Federal de Desendeudamiento (vinculado con la emisión original de cuasimonedas y sus sucesivas refinanciaciones), subiera 123,2 por ciento hasta 4.991,6 millones de pesos.
Ese pasivo debe devolverse en 42 cuotas mensuales, con seis de gracia, a tasa Badlar bancos privados.
En los estados contables de EPEC al 31 de junio, aún se reflejaba el pasivo con Cammesa, luego cancelado por la Provincia. En definitiva, la compañía eléctrica pasó de ser deudora de la primera a serlo ahora del Gobierno provincial.
Por lo demás, el Ejecutivo insiste en que la deuda no representa un frente de riesgo por el perfil de amortizaciones asumido oportunamente. Sin embargo, la volatilidad del dólar y la desaceleración de los ingresos provinciales que deben atender gastos inelásticos y crecientes como los salariales, además de la inversión en obras, exigen atención sobre ese compromiso.
Caja, sin fondo
El déficit operativo de la Caja de Jubilaciones alcanzó al 31 de agosto pasado 6.979,5 millones de pesos. La cifra es casi 900 millones de pesos mayor a la registrada en el mes inmediato anterior. En tanto, la Nación apenas había cubierto 1.368 millones de pesos de ese rojo. El resto debe ser atendido por el Tesoro provincial.