Los fabricantes indicaron la urgencia de “encontrar herramientas” para estabilizar “las variables de la economía”. Por su parte, los concesionarios advirtieron de que ya se necesitan 17,8 sueldos para comprar un auto pequeño
La producción nacional de vehículos cerró 2019 con una caída de 32,5%, según informó ayer la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) al dar cuenta de los resultados obtenidos en el último mes del año pasado. En el acumulado de los doce últimos meses, se produjeron un total de 314.787 autos.
En detalle, en diciembre -teniendo en cuenta que sólo se registraron 9 días hábiles con funcionamiento de las plantas promedio por motivo del receso de fin de año- se fabricaron 14.524 unidades, lo cual significó una baja de 46,6% respecto de noviembre y de 29,1% en relación al mismo mes de 2018.
Mientras, según detalló el informe sectorial difundido, el sector exportó en el último mes del año 18.965 vehículos, 5,8% más respecto del penúltimo mes y 17,4% menos que en diciembre del año anterior.
En tanto, precisó la organización, “en ventas totales el sector comercializó 31.151 unidades, volumen que se ubicó 36 % por sobre el desempeño de noviembre, y bajó 35,7 % al compararlo con diciembre del año anterior”.
“En lo que respecta al comportamiento de la industria, la producción se ha visto afectada por varios factores a lo largo del año. A la contracción del mercado interno por los desequilibrios macroeconómicos, se sumó una menor demanda de nuestros productos desde Brasil, principal destino de nuestras exportaciones”, detalló Gabriel López, presidente de Adefa, al referirse en el comunicado de la entidad a los principales temas que impactaron en el desempeño del sector en 2019.
“Hemos trabajado intensamente para administrar esta situación, pero sin dudas es fundamental encontrar las herramientas que estabilicen las variables de la economía y despejen la incertidumbre en el mercado local para que, sumado a una potencial mejora en la demanda externa, nos permita comenzar a revertir los resultados interanuales negativos que venimos registrando en los últimos años”, agregó el dirigente empresario.
En este contexto, López también destacó que resulta “fundamental continuar trabajando en la articulación público –privada para avanzar en la implementación de la agenda del Plan Estratégico 2030, el cual elaboramos juntos toda la cadena de valor, y podamos contar de esta manera con una política industrial de Estado de largo plazo que posibilite una industria automotriz competitiva y sostenible en el tiempo”.
SALARIOS VS. PRECIOS
Alertan por caída del poder adquisitivo y alto costo financiero
Por su parte, también ayer, la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara) informó que se necesitaron 17,8 sueldos para comprar un auto pequeño en Argentina en 2019, tres haberes más que un año antes cuando se requerían 14,8.
A su vez consideró al año pasado como “un año para el olvido” y estimó -de acuerdo a varios indicadores- que la recuperación de la industria “difícilmente sea en 2020”, según un análisis difundido en sus redes sociales.
En este sentido, la entidad proyectó para este año un nivel de patentamientos (autos y vehículos livianos) de 410.000 unidades, 7% inferior a la cantidad de 2019.
Según los concesionarios, mientras en 2018 se necesitaban 14,8 sueldos para comprar un auto chico (modelos como Yaris, Gol Trend, Polo, Argo, 208, Etios, Onix), el año pasado se requirieron 17,8, con lo cual “se retrocedió a un nivel similar al de 2010 (18,3 sueldos)”.
“Posiblemente los incrementos de sueldos le ganen a la inflación de los vehículos en 2020, pero difícilmente la cantidad de sueldos para comprar un vehículo se ubique en los niveles registrados siquiera en 2018”, añadió Acara.
De acuerdo con la asociación, “entre 2016 y 2019 el salario real de los trabajadores se contrajo alrededor de un 21%”, mientras la perspectiva actual es algo más alentadora.
La entidad advirtió asimismo que el costo de los préstamos, ya sea prendarios como personales, es aún “extremadamente alto”, pese a que las tasas de interés se redujeron en las últimas semanas.
“El financiamiento es una variable clave para que la industria automotriz pueda expandirse, y gran parte de la posible recuperación en 2020 dependerá de este punto”, interpretaron los concesionarios.
Además, Acara señaló que “mientras la confianza del consumidor no mejore respecto a, entre otras cosas, su situación laboral o la economía en general, la demanda de vehículos difícilmente cambie la tendencia”.
El repunte de la economía y las expectativas del consumidor “deberían ser mucho más rápido de lo esperado para poder verificar efectivamente una recuperación de las ventas de vehículos”, concluyó la asociación.