La producción de carne vacuna con hueso podrá aumentar en un millón de toneladas, en forma paulatina, durante el próximo decenio, de las cuales 800.000 se destinarían a mercados externos, según proyectó ayer Germán Manzano, titular de Cofrigo SRL, uno de los principales frigoríficos exportadores del país.
Manzano consideró que ese volumen de producción se agregaría de modo “razonablemente sustentable” a la cantidad histórica cercana a 3 millones de toneladas, al hablar durante el seminario virtual internacional organizado por el Instituto para la Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva).
Según el empresario, con 49 millones de habitantes en 2030 y el nivel de consumo per cápita actual (50 kilos anuales), la demanda interna crecerá en 200.000 toneladas, mientras las exportaciones podrán duplicar el récord de 2019.
Manzano destacó las perspectivas de la actividad a partir de mejoras del nivel de ingresos y el poder adquisitivo de los consumidores locales y externos, aun ante “la promoción de vegetales en reemplazo de la carne; la campaña despiadada, con datos parciales y sesgados, contra la ganadería vacuna; y la carne artificial de laboratorio”.
Para el empresario, en un marco de sostenibilidad agroambiental se puede proyectar para la década pospandemia un mayor volumen de producción por mejoras del bajo peso de faena de animales livianos para consumo interno; aumento de 10% del destete de terneros (hoy muy inferior al nivel de Australia); y planteos de pasturas mejoradas y verdeos que suplementen los pastizales naturales.