Treinta por ciento de los ejecutivos argentinos no comprende en su totalidad el riesgo de filtraciones de datos a través de terceros; y 20% muestra poca o nula comprensión de ese riesgo, según la principal conclusión de la Encuesta Global Digital Trust Insights 2022 de PwC, realizada a 3.600 CEO y otros directivos a escala global.
La mayoría de las empresas “no tiene cabal comprensión” de los riesgos cibernéticos a los que se enfrentan, un peligro poco visible entre la complejidad de las relaciones comerciales y las redes de proveedores, reveló el trabajo, pero a escala local 30% de los encuestados no comprende en su totalidad el riesgo de filtraciones de datos a través de terceros.
A la vez, 20% muestra poca o nula comprensión de ese riesgo, un punto ciego importante del cual los ciberatacantes son muy conscientes y están dispuestos a explotar. A escala global, los valores rondan 40% y 20%, respectivamente.
“Estos hallazgos son alarmantes, en especial en un contexto en que más del 41% de los ejecutivos argentinos encuestados esperan un aumento de los delitos informáticos para 2022”, destacó PWC.
También reflejan las dificultades que enfrentan las organizaciones en cuanto a generar confianza en la información que manejan: asegurarse de que sea exacta, verificada y segura, para que los clientes y otras partes de interés confíen en que sus datos estarán protegidos.
“Es notable que mientras más de la mitad de los participantes a nivel global afirma que sus compañías prevén un aumento en la filtración de datos a través de su cadena de suministro de software, solamente el 34% hizo una evaluación formal del grado de exposición de su empresa a ese riesgo; y en Argentina, de hecho, ese número solo llega a un 23%”, se reseñó.
De manera similar, 58% prevé un súbito aumento de los ataques a sus servicios basados en la nube, pero solo 37% afirma que conoce los riesgos de la nube basándose en mediciones formales.
“Las organizaciones pueden ser vulnerables a un ataque incluso si sus propias defensas informáticas son buenas. Un atacante sofisticado busca el eslabón más débil, que a veces resulta estar entre los proveedores de la organización. Obtener mejor visibilidad y gestionar la red de relacionamientos y dependencias de terceros en su organización es un requisito ineludible”, se aseveró.