Tras conocerse los datos relevados en noviembre, los números encienden las alarmas en el gobierno, al ubicarse muy por encima de la inflación minorista.
El nivel general del Índice de precios internos al por mayor (IPIM) registró un aumento de 6,3% en noviembre de 2022 respecto del mes anterior y complica el panorama para el oficialismo. Esta variación es consecuencia de la suba de 6,1% en los productos nacionales y de 8,2% en los productos importados. En este indicador se incluyen el IVA, los impuestos Internos y a los Combustibles, netos de los subsidios explícitos.
Por otra parte, el nivel general del Índice de precios internos básicos al por mayor (IPIB) mostró un ascenso de 6,7% en el mismo período. En este caso, según el Indec, la variación se explica por la suba de 6,6% en los productos nacionales y de 8,2% en los productos importados. Este indicador tiene igual cobertura que el IPIM, pero los precios no incluyen el efecto impositivo mencionado en el anterior.
Asimismo, el nivel general del Índice de precios básicos del productor (IPP) de noviembre registró un incremento de 6,9% , como consecuencia de la suba de 8,8% en los productos primarios y de 6,2% en los productos manufacturados y energía eléctrica. Este indicador mide la variación promedio de los precios percibidos por el productor local; se excluyen los bienes importados y se incluyen las exportaciones
Si bien es cierto que las mediciones de precios mayoristas muestran variaciones interanuales más bajas que la inflación general (ninguna alcanza 90%, mientras que el IPC ya alcanzó 92,4%), está claro que la aceleración de los precios al por mayor ejerce presión sobre los precios minoristas, que manifiestan esos cambios un poco después.
Cabe recordar que el Gobierno nacional generó acuerdos con grandes formadores de precios para intentar desacelerar la inflación para fin de año. Pese a que en el último informe del IPC se pudo reflejar una desaceleración de la inflación (los alimentos y la indumentaria subieron por debajo del IPC general por primera vez en el año) los valores de venta al por mayor que se mueven por fuera de esos convenios muestran el efecto contrario. La aceleración de la inflación mayorista demuestra que los precios que se contienen por un lado explotan por otro, reafirmando la inutilidad de los acuerdos de precios con los que insiste el Gobierno.
Estos aumentos ponen en riesgo el objetivo del ministro de Economía, Sergio Massa, de llegar a abril con una inflación de cuatro por ciento. La presión de los precios mayoristas sobre los precios al consumidor es constante, especialmente a partir de las restricciones para importar insumos, que encarecen a los mismos y a los productos que se elaboran con ellos. Con todas las fichas puestas en ese objetivo, el valor debe haber llevado algo de preocupación al equipo económico.
Por rubros
Más allá de lo ocurrido en noviembre, una mirada de largo plazo permite tener una idea más clara de cómo se están comportando los precios mayoristas. Tomando como referencia el Índice de precios internos al por mayor (IPIM), se pueden encontrar varios puntos de análisis interesantes.
Dentro del IPIM se encuentra que en los últimos doce meses hubo una suba de 87,8% en los productos nacionales. Éstos, a su vez, se dividen para la estadística en “productos primarios”, “productos manufacturados” y “energía eléctrica”.
En forma conjunta, los productos primarios registraron un aumento de 76,8% en los mercados mayoristas. Las subas más pronunciadas se produjeron en los “minerales no metalíferos” (102,8% de incremento en 12 meses), mientras que las más leves se dieron en “petróleo crudo y gas”. Por su parte, los productos agropecuarios se encarecieron 80,3% y los pesqueros, 76,2%.
En lo que respecta a los productos manufacturados, la lista es muy amplia y a la vez muy dispar. Lo que más subió en los últimos doce meses, en concordancia también con los precios minoristas, es el rubro de “prendas de materiales textiles”, con un ajuste anual de 117,1%, de allí la urgencia de Massa por cerrar el acuerdo con las empresas del sector.
También superaron el 100% de ajuste anual las “impresiones y reproducción de grabaciones” (106,7%), la “elaboración de muebles y otros productos industriales” (105,3%) y la producción de “papel y productos de papel” (104,2%).
En el otro extremo, dentro del grupo de los que menor aumento tuvieron, se encuentro el rubro de “equipos y apartados de radio y televisión”, cuya variación en el transcurso de los últimos doce meses fue de 47%. La diferencia de ese ítem con el resto fue notable. El que le sigue en la escala de menor incremento es “productos metálicos básicos”, con una variación de 78,8%.
En tanto, la rama de energía eléctrica registró un incremento del 99,6% entre noviembre de 2021 e igual mes de este año.
Los productos importados, en tanto, registraron un alza del 86,3% en el período analizado, aunque el estudio no hace una división por categoría.