La industria cordobesa enfrenta un escenario desafiante, definido por el impacto residual de una contracción inicial que generó incertidumbre y desgaste, acompañado por signos de enfriamiento económico.
Mientras algunos sectores comienzan a estabilizar su producción y niveles de empleo, otros todavía lidian con desafíos estructurales, como la debilidad de la demanda y el aumento de los costos operativos.
Con expectativas optimistas para 2025, la resiliencia del sector industrial se posiciona como un factor clave para lograr estabilidad y trazar un camino hacia un crecimiento sostenible, señala el informe difundido ayer por la Unión Industrial de Córdoba en su habitual relevamiento trimestral.
El documento -que abunda en cifras y porcentajes,-puede resumirse en dos o tres conclusiones.
“Por un lado, hay muy buenas expectativas para 2025. Sin embargo, el cierre del año encuentra a muchos sectores todavía con una merma en la producción y la rentabilidad, principalmente pymes y mipymes que tienen como objetivo el mercado doméstico”, indicó a Comercio y Justicia Marcelo Urribarren, dirigente de la UIC.