ESCUCHARDe acuerdo con el informe de inteligencia de datos del Climate Bonds Initiative (CBI), la inversión en energía se lleva la mayor parte, US$354.700 millones, seguida por la construcción de edificios bajos en carbono, con US$263.500 millones, y el transporte en tercer lugar, con US$190.700 millones emitidos
El mercado global de las finanzas verdes ha alcanzado en 2020 su hito más importante hasta el momento, con 1,002 billón de dólares en emisiones acumuladas desde el inicio del mercado, en 2007, según el informe de inteligencia de datos de bonos ecológicos de Climate Bonds Initiative (CBI), organización internacional sin fines de lucro que trabaja únicamente en movilizar el mercado de bonos para soluciones relativas al cambio climático.
“El notable crecimiento de los instrumentos de deuda verde, incluidos los préstamos verdes y sukuk (certificados financieros o valores de igual denominación que representan intereses de propiedad individual en una cartera de activos elegibles existentes o futuros) es alentador”, destacó el CBI en su reporte.
“Los instrumentos verdes se han originado en un récord de 67 naciones y múltiples instituciones supranacionales”, añadió el CBI.
Las certificaciones superan US$150 mil millones
La emisión acumulada bajo el Estándar de Bonos Climáticos superó 150 mil millones de dólares en octubre de 2020, lo que establece un nuevo hito para la referencia de calidad internacional para la inversión verde. Según el CBI, más de 160 organizaciones de 36 países han emitido bonos y préstamos verdes certificados, lo que ha influido en las direcciones del mercado verde hacia las mejores prácticas en las economías desarrolladas y emergentes desde 2014.
Los bonos verdes debutaron en los mercados financieros en 2007 con la emisión del Banco Europeo de Inversiones (BEI), por un total inicial de 600 millones de euros. En los 13 años transcurridos desde entonces, la tasa de crecimiento anual promedio fue de aproximadamente 95%.
En tanto, este año se espera que el mercado reciba un nuevo impulso, de la Unión Europea (UE), que se convertirá en el mayor emisor global cuando empiece a comercializar 267.000 millones de dólares en valores sustentables para su fondo de recuperación de la pandemia.
Por sectores, regiones y monedas
Al considerar los rubros de la actividad económica de las emisiones verdes totales se observa que el sector de la energía comprende el componente más grande del billón, 354.700 millones de dólares, seguido de la construcción de edificios bajos en carbono, con 263.500 millones de dólares, y el transporte, en tercer lugar, con 190.700 millones de dólares emitidos.
En tanto, Infraestructura de agua está en cuarto lugar con 98,7 mil millones de dólares, seguida por Waste Management (gestión de residuos) con 36,9 mil millones de dólares. La industria, las TIC y el uso de la tierra totalizan colectivamente 40.800 millones de dólares y 17.600 millones de dólares en ingresos no asignados.
De acuerdo con las regiones, Europa ocupa el primer lugar en el podio de emisiones ecológicas con 432.500 millones de dólares, y América del Norte es la segunda más alta, con 237.600 millones de dólares.
Hasta 2020, se emitieron 219.300 millones de dólares en Asia y el Pacífico, lo que coloca esta región en tercer lugar. En tanto, se emitieron 20.000 millones de dólares en América Latina y el Caribe (LAC); y 3.500 millones de dólares de emisiones verdes provienen de África.
Si se analiza por países, Estados Unidos encabeza la liga internacional con 211,7 mil millones de dólares en emisiones verdes, China está en segundo lugar con 127,3 mil millones de dólares, y detrás Francia -115,6 mil millones de dólares-, Alemania -78,3 mil millones de dólares- y Holanda- con 52,1 mil millones de dólares.
Del sexto al décimo se ubican Suecia (40,2 mil millones), España (34 mil millones), Canadá (25,9 mil millones), Japón (24,2 mil millones) e Italia (17,8 mil millones de dólares).
El informe de CBI también detalló que el euro ha sido la moneda más destacada, con el equivalente a 398.500 millones de dólares en emisiones ecológicas. El dólar lo sigue de cerca con 349.500 millones de dólares de emisión, y el yuan chino es el tercero con un equivalente a 83.400 millones de dólares en emisiones verdes.
La corona sueca es la cuarta en el ranking ,con un equivalente a 46.900 millones de dólares, y la quinta es el dólar canadiense, con un equivalente a 18.900 millones de dólares.
Las empresas financieras han sido la mayor fuente de emisión -205,6 mil millones de dólares-, seguidas de las empresas no financieras -205 mil millones de dólares- y los bancos de desarrollo, con 158,8 mil millones de dólares.
El informe ratifica que los mercados desarrollados dominan la emisión verde con 719,5 mil millones, los mercados emergentes representan 193,4 mil millones y las supranacionales aportan 90 mil millones de dólares al total acumulado.
En América y Argentina
En América Latina, el primer instrumento de estas características lo emitió Corporativo Peruano en 2014. “Argentina se sumó tarde y hoy aparece en el quinto puesto a nivel regional”, afirmó Pablo Cortínez, economista y focal point de Finanzas Sustentables de Fundación Vida Silvestre, y director del Programa ejecutivo en bonos verdes y finanzas sostenibles de la Ucema.
El Club de Bonos Verdes Soberanos
La emisión soberana total en 2020 alcanzó 71.500 millones de dólares y la membresía de soberanos verdes ahora cuenta con 17 naciones: Bélgica, Chile, Egipto, Fiji, Francia, Alemania, Hong Kong, Hungría, Suecia, Irlanda, Indonesia, Lituania, Países Bajos, Nigeria, Polonia, Seychelles y Tailandia. Según el CBI, hay otros 14 países que pueden ingresar al club este año.
Sólo en 2017 la Provincia de La Rioja emitió el primero, de 300 millones de dólares, en el ámbito nacional. Su destino fue la energía eólica. Fue seguida por Jujuy ese mismo año, con 210 millones de dólares para energía solar. Las dos colocaciones se hicieron en el exterior, indicó.
Finalmente, en 2018 se llevaron a cabo las dos primeras emisiones de entidades bancarias, de los bancos Galicia e Itaú. En ambas, los valores fueron adquiridos por la International Finance Corporation (IFC), el brazo financiero del Banco Mundial.
“Hasta entonces el mercado no era genuino. Estaba reservado a ciertos participantes: las colocaciones de las provincias se hicieron en el extranjero, mientras que en los casos de las entidades bancarias hubo un único comprador”, analizó Cortínez.
Sin embargo, la tendencia se modificó en febrero del año pasado, cuando la energética AES emitió el primer bono verde colocado en el país de manera genuina, abierto a todo el público, por 48 millones de dólares, un paso relevante para el sector, se indicó.
“Estados Unidos, China, Alemania, Francia y los países escandinavos son los mayores emisores. En América Latina, Brasil lidera históricamente la emisión regional. México, Colombia y Chile se sumaron en 2019 y en 2020 emitieron más de 4.000 millones de dólares en bonos verdes soberanos. De a poco se observa el auge regional: el primero soberano de América lo lanzó Chile en el primer semestre de 2019”, indicó el especialista.
Para que las finanzas verdes “despeguen” en el país y crezcan las oportunidades en el mercado local, hace falta una mayor estabilidad macroeconómica, opinó Cortínez. “Los vaivenes de la economía y la incertidumbre ahuyentan las inversiones, incluidas éstas”, aseguró.
“Crece el interés local e internacional en estas inversiones que, en su mayoría, se concentran en energía renovable. Aunque la Comisión Nacional de Valores (CNV) ya delimitó sus normas marco y Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) posee un panel especializado, todavía es escasa la difusión de estos mecanismos, que jugarían un rol crucial en la reactivación de las economías regionales”, concluyó.
Nuevo desafío
Si bien el CBI destacó las inversiones ecológicas y climáticas alcanzadas hasta el momento, reflexionó que las metas de acción climática “han cambiado mucho desde 2007. El próximo billón verde acumulado nos puede tomar otros 10 o incluso cinco años”, refirió.
“Durante mucho tiempo hemos mantenido la opinión de que lograr el primer billón de dólares estadounidenses en inversión verde anual a principios de esta década es el hito fundamental para la financiación climática”, reflexionó el CBI, y agregó: “En un mundo ahora centrado en la transición, la reducción de emisiones para 2030 y el aumento de los objetivos climáticos, el billón de dólares anuales es el próximo objetivo ecológico al que debe aspirar el sistema financiero mundial”. [/Privado]
