Los empresarios relacionados con este sector aseguraron que los ladrillos continúan como el mejor método de ahorro. “Elevado y elevadísimo” sería el impacto del ProCreAr en el rubro construcción.
El Grupo Construya -que nuclea las empresas nacionales que producen y comercializan materiales para la construcción- realizó un nuevo relevamiento entre casi 600 empresarios y profesionales de ese sector, que estableció que tres de cada cuatro encuestados calificaron la construcción como el mejor método de ahorro en medio de las restricciones cambiarias vigentes.
Los bonos públicos (5% de las respuestas), el sector agropecuario (3%) y los plazos fijos, las acciones y otros bonos (2% cada uno) fueron las otras opciones elegidas. La consulta también contempló la evolución de la actividad en los próximos meses y las dificultades que se plantean al desarrollo del negocio.
Frente a la pregunta “¿Cómo cree que evolucionará su actividad en los próximos 12 meses?”, 31% de los encuestados se inclinó por un crecimiento de ella en ese período y más de 35% consideró que la actividad disminuirá. En tanto, 29% cree que se mantendrá en el nivel actual.
Las regiones más optimistas sobre el futuro próximo de la actividad fueron NOA, NEA y Patagonia, con 43%, 38% y 37%, respectivamente. En Buenos Aires, 25% de los encuestados cree que la actividad crecerá, 29% que se mantendrá igual y 40%, que disminuirá. En Cuyo, 38% indicó que la actividad se mantendrá y 35% que la actividad crecerá en los próximos 12 meses.
El optimismo de los desarrollistas
Por categorías, los desarrolladores inmobiliarios y las constructoras se mostraron como los más optimistas. En el primer caso, 44% consideró que la actividad crecerá, 27% que se mantendrá sin cambios y 27% que caerá. En el segundo caso, las proporciones fueron de 35%, 28% y 30%, respectivamente. Entre los estudios de arquitectura, 35% espera el mantenimiento de la actividad y 28% opina que evolucionará. En cuanto a los distribuidores de materiales de construcción, 38% considera que disminuirá y 32% ve la posibilidad de un crecimiento a futuro. Del total de las inmobiliarias, 23% consideró que crecerá, 31% que se mantendrá y 33% que caerá.
El impacto del ProCreAr
En relación con el Programa de Crédito Argentino Bicentenario para la Vivienda Única Familiar (ProCre.Ar), 24% del total de los entrevistados consideró que tiene un impacto “bastante elevado” y “elevadísimo” en su nivel de actividad. En tanto las respuestas intermedias concentraron 15%. La mayor valoración del programa se registró en Cuyo y NOA, con 5,1% y 4,7% de promedio, respectivamente. Detrás se ubicaron, en orden descendente, Patagonia, Centro y NEA (todas con 4,3%) y Buenos Aires (3,2%).
Con respecto a las condiciones que actualmente facilitan llevar adelante el negocio, la respuesta “falta de alternativas rentables donde invertir los pesos argentinos” volvió a liderar el ranking. En segundo lugar se ubicó “crecimiento de las obras privadas” y en tercer lugar, “las otras alternativas de inversión son muy riesgosas”. Los otros dos factores que se ubicaron por encima del promedio general fueron “crecimiento de la actividad económica” y “mayor rentabilidad”, con 5,7% y 5,6%, respectivamente.
En cuanto a la principal dificultad para llevar adelante el negocio, la respuesta más votada fue “mayor costo de la construcción”. En segundo lugar se encontró la “incertidumbre por el tipo de cambio”. Luego se ubicaron “presión impositiva” y “menor financiamiento”, y en quinto lugar “aumento del precio del metro cuadrado (en dólares)”. Este orden, corresponde a las respuestas de las categorías constructores y empresas constructoras y estudios de arquitectura. En cambio, las inmobiliarias y los desarrolladores inmobiliarios colocaron en primer lugar la “incertidumbre por el tipo de cambio” y en segundo lugar la “presión impositiva”, mientras que en el caso de los distribuidores de materiales de construcción, también fueron éstos los dos factores principales, aunque ubicados en forma inversa.
Inversión, el principal motivo
En relación con el perfil actual del cliente, entre las constructoras, los estudios de arquitectura y desarrolladores inmobiliarios encuestados, 36% señaló que sus clientes adquieren las viviendas como bien de inversión. Otro 33% señaló la adquisición para uso propio y 17% afirmó que es para refacción o ampliación de viviendas propias. Las categorías “otros destinos” y “ns/nc” concentraron 5% y 9% del total de las respuestas, respectivamente.