El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se retrajo 2,2% en mayo, en el promedio nacional, y retrocedió así al nivel de un año atrás, según el Centro de Investigaciones en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella.
La de mayo se convirtió en la sexta baja desde agosto 2019, se detalló. Así, el indicador se vio afectado por la caída de 3,8% en el Gran Buenos Aires, y en menor medida en el interior del país, con 0,4%, dado que en la Ciudad de Buenos Aires, por el contrario, aumentó levemente, 0,2%, luego de tres meses de bajas consecutivas en todos los casos respecto del mes anterior y con niveles mínimos en los últimos 12 meses.
Respecto de febrero, mes previo a que el Gobierno decretara el aislamiento social preventivo para morigerar los efectos de la pandemia de coronavirus, los índices de confianza de la Di Tella registraron bajas generalizadas, pero muy dispares: 10,1% en el promedio nacional; 15,2% en el Gran Buenos Aires; 6,8% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 1,5% en el interior del país.
Al parecer, la persistencia de la recesión y alta inflación, primero, y el efecto de la prolongación de la cuarentena después, con la agudización de la crisis de oferta y demanda de bienes y servicios, provocaron un creciente mal humor en las familias.
En la distribución por nivel de ingresos, la confianza del consumidor cayó 0,7% para el sector de los encuestados con niveles más altos y 3,8% para los de menores recursos, respecto al mes anterior.
Mientras que la situación personal se derrumbó 10,5% y la creencia respecto de la macroeconómica 7,2%, casi se duplicó la contracción en lo referente a la compra de bienes durables e inmuebles, desde niveles muy bajos, ya que en mayo se ubicó en 15,1 puntos sobre un nivel óptimo de 100 por ciento.