El año pasado se incorporaron 48.393 unidades, según el municipio. Sin embargo, la cifra aún está lejos del pico de 57.385 de 2013. Desglosado por tipo, se sumaron 4.514 pick ups más, 1.200 por encima de 2012, hasta entonces el mayor registro. “Son datos preocupantes en función de la organización del tránsito”, admitió el subsecretario del área, Pablo Farías
La ciudad de Córdoba sumó el año pasado 48.393 nuevos vehículos, por lo que el parque automotor total registrado llegó a 888.018 unidades, 97,3 por ciento más que las registradas 10 años atrás.
En tanto, si bien aún sin cifras oficiales, los datos de venta de vehículos en el primer bimestre del año muestran que 2018 volverá a sumar una cifra al menos similar de unidades.
Los números oficiales que aparecen reflejados en las estadísticas de la Municipalidad de Córdoba confirman, por un lado, la recuperación clara del mercado de los vehículos, particularmente los cero kilómetro.
Pero al mismo tiempo muestran una realidad acuciante para la ciudad: la falta de espacio para circular en un entramado urbano que, si bien sumó alternativas en algunos sectores, en otros se mantiene sin mayores chances de cambios.
“Es un dato preocupante desde el punto de vista del tránsito”, admitió a Comercio y Justicia el subsecretario de Tránsito, Pablo Farías.
A esa cantidad de vehículos debería sumársele los miles que llegan a diario desde el Gran Córdoba.
La alusión del funcionario fue aún más contundente cuando este medio le comentó respecto a que la incorporación de pickups al parque automotor había sido récord. Concretamente, el año pasado se sumaron 4.514 vehículos de ese tipo.
“Son unidades de gran porte que ocupan más espacio”, reconoció. La obviedad de la frase no quita la contundencia de sus consecuencias respecto a la circulación en la ciudad.
Es que más allá del espacio para circular por las calles, muchas veces atestadas por las dificultades para transitar producto de las infracciones que cometen a diario miles de cordobeses -estacionar en doble fila, por ejemplo-, también se suman problemas de espacios en los estacionamientos.
Según datos oficiales del municipio, en la ciudad -principalmente en el macrocentro- hay 346 “playas” que contienen 21.290 espacios; a los que hay que sumarles 5 mil lugares tarifados en la vía pública y otros 2 mil en el parque Sarmiento.
Los 8 mil habilitados a las cooperativas de naranjitas están en lugares periféricos, particularmente en barrios.
Farías admite que el tema es ciertamente un problema. “Estamos trabajando para ver si acordamos con las playas la aplicación de un software en común con MovyPark, de tal manera que quien tenga bajada la aplicación, pueda saber también dónde hay una playa cercana y qué espacios disponibles tiene”, dijo.
De todas formas, se trata sólo de un paliativo menor.
Por ahora no se analiza una restricción drástica de la circulación por micro y macrocentro, más allá de la ya existente.
La idea es finalmente ordenar conforme las normas vigentes, esto es evitar la invasión de carriles selectivos, el estacionamiento en lugares prohibidos o en doble fila, conductas que los cordobeses fueron adoptando al mismo tiempo que el municipio abandonaba su tarea de contralor.
Sin chances de controlar semejante movimiento sólo por medio de los inspectores de tránsito, la idea es sumar cámaras para registrar infracciones y eventualmente multar. En esa línea, el funcionario confirmó que se trabaja en la compra de 54 dispositivos que se ubicarán en domos y que permitirán complementar el trabajo de los inspectores.
A esa alternativa se sumarán las cámaras que proveerá la Nación para que los inspectores motorizados lleven en sus cascos.
Todos son elementos que sumarán para ordenar el tránsito.
“De todas formas, hay que avanzar en seguir mejorando el transporte público para que se convierta en una alternativa clave para disuadir a quienes hoy van al centro en auto”, señaló Farías.
Flota creciente
Respecto del parque automotor, según los datos oficiales, en 2017 sumó 26.435 autos. La cifra, si bien muy superior a la de 2016, se ubicó todavía por debajo del récord de 30.030 unidades de 2013. Sin embargo, salvo esa marca, la del año pasado fue la mayor de la historia, al menos desde que la Municipalidad tiene registros -1985-.
Por su parte, la incorporación de más de 4.500 pickups fue decididamente el dato clave de 2017. El número es muy superior a las 2.857 del año pasado e incluso también de las 3.359 que se registraron en 2012, hasta entonces el récord histórico.
La incorporación de ese tipo de vehículos en una ciudad muestra claramente que, lejos de ser privativo del campo, esas unidades pasaron a ser parte del paisaje urbano. El espacio que ocupan y la contaminación ambiental por su mayor consumo de combustible deberían ser tema de análisis a la hora de repensar la ciudad.
Fuentes especializadas en tránsito consultadas por este medio señalaron que algunos países imponen fuertes impuestos a ese tipo de rodados para disuadir su adquisición. “Sin embargo, el poder adquisitivo de quienes adquieren esos vehículos hace ineficaz ese tipo de políticas”, reconocieron.
Los espacios de estacionamiento también son acotados. En el micro y macrocentro hay 346 playas con 21.290 espacios, a los que deben sumarse los 5 mil lugares tarifados en vía
publica. “Analizamos diferentes alternativas para ordenar la circulación”, dijo Farías.