Se destrabó un desembolso de unos US$5.300 millones. Además, se consiguió una reducción de casi US$2.000 millones en la meta de acumulación de reservas que contribuye a facilitar el cumplimiento. Solamente falta la aprobación del directorio ejecutivo del organismo
Después de semanas de arduas negociaciones, el Gobierno acordó ayer con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un cambio en la meta de acumulación de reservas para el año en curso, que implica una reducción de casi US$2.000 millones respecto a los valores iniciales. El acuerdo tuvo en cuenta el efecto de la sequía sobre las exportaciones, al tiempo que mantuvo sin cambios la meta de 1,9% del PBI de déficit fiscal para este año.
La decisión forma parte del acuerdo técnico alcanzado por las autoridades argentinas y el FMI sobre la cuarta revisión bajo el convenio de facilidades extendidas (EFF, por sus siglas en inglés) de 30 meses de Argentina, que, para entrar en vigor, aún queda pendiente de ser aprobado por el directorio ejecutivo del organismo multilateral en las próximas semanas.
Una vez completada la revisión, Argentina tendrá acceso a unos US$5.300 millones (correspondientes a 4.000 millones de DEG, Derechos Especiales de Giro). Ese desembolso será fundamental para que el país pueda cumplir con las metas con las que se ha comprometido.
Qué dijo el organismo
“En un contexto económico más desafiante, particularmente la sequía cada vez más severa, se necesitan acciones de política más sólidas para salvaguardar la estabilidad, abordar el aumento de la inflación y los reveses de políticas, así como mantener el ancla del programa. En este contexto, se solicitan revisiones de los objetivos de reservas para 2023”, señaló esta tarde el FMI en un comunicado.
Luis Cubeddu, director Adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental, y Ashvin Ahuja, jefe de misión para Argentina, destacaron el sobrecumplimiento de las metas fiscales para 2022, luego de que el déficit fiscal primario alcanzó 2,3% del PIB (frente a una meta de 2,5%), en particular debido “al continuo sólido control del gasto y las acciones para mejorar la focalización de los subsidios y la asistencia social”.
“Al mismo tiempo, las reservas internacionales netas aumentaron en US$ 5.400 millones (por encima de la meta de US$5.000 millones), debido a mejoras en la balanza comercial y un importante apoyo oficial. El PIB real se expandió 5,4% en 2022 y la inflación anual alcanzó 94,8% al final del período”, afirmaron los funcionarios del fondo.
De cara a 2023, el acuerdo incluye un entendimiento para “una modificación del objetivo de acumulación de reservas internacionales netas”, dado el “impacto cada vez más severo de la sequía”; y la solicitud de que “la mayor parte de esta acomodación se realice a principios de 2023”.
Aunque aún no hubo precisiones oficiales con respecto al monto por el cual se reduciría la meta de acumulación de reservas, según la agencia de noticias estatal Télam, aquél sería de US$2.000 millones en 2023. De ese modo, el Banco Central debería alcanzar la marca de US$7.800 millones para fin de año.
Aun así, incluso de cerrarse dicha reducción, se mantendrá sin cambios la meta de déficit fiscal de 1,9% del PBI del corriente año, en un intento de ordenar las cuentas públicas para normalizar el funcionamiento de la economía.
Esto último se deberá lograr mediante “controles continuos de gastos, una mejor focalización de los subsidios energéticos y de la asistencia social, y una mejor priorización del gasto de capital, al tiempo que protegen el gasto social y de infraestructura prioritario”, señaló el comunicado.
“Para cumplir con las metas de reducción del déficit y fortalecer la progresividad de los subsidios energéticos, las autoridades planean continuar implementando el esquema de segmentación acordado, eliminando los subsidios para los usuarios residenciales de mayores ingresos a partir de mayo y para los usuarios comerciales a fines de 2023”, afirmaron Cubeddu y Ahuja.
“Se tomarán medidas tempranas y decididas para abordar de manera sostenible los costos fiscales de la aprobación imprevista de la moratoria de pensiones para asegurar los objetivos fiscales para este año y los próximos”, agregaron.
Compromisos
Argentina se comprometió a no acudir a adelantos transitorios del Banco Central para financiar el déficit por más de 0,6% del PBI en 2023, lo que se complementará con el financiamiento oficial de fuentes multilaterales y bilaterales, incluso mediante la finalización de acuerdos bilaterales con los acreedores restantes del Club de París.
En cuanto a la política monetaria y cambiaria, el Gobierno acordó mantener criterios de tasas de interés en pesos reales positivas, que se complementarán con una “racionalización de la política cambiaria”.
Según el texto publicado esta tarde por el FMI, el Gobierno argentino se comprometió “a no utilizar reservas internacionales ni emitir instrumentos de deuda externa de corto plazo para intervenir en los mercados cambiarios paralelos”. De esta manera se pretende ir sincerando el tipo de cambio para reducir la brecha entre el valor oficial de la divisa y el resto de las opciones del mercado.
“En el futuro, será esencial mantener políticas sólidas y adaptarlas según sea necesario a la evolución de las condiciones externas e internas. Las medidas cambiarias administrativas temporales no deben ser un sustituto de una política macroeconómica sólida”, señaló el FMI.