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Gobernadores y funcionarios de todo el país se manifestaron de acuerdo con el programa y anticiparon aumentos, obras públicas y pago a proveedores
Tras el anuncio realizado el lunes por la presidenta Cristina Fernández de un plan de desendeudamiento de las provincias, gobernadores y funcionarios de las distintas jurisdicciones del país expresaron ayer su apoyo a la iniciativa, pues les permitirá liberar fondos para obras públicas, aumentos de sueldos y pago a proveedores, además de propiciarles un panorama financiero accesible para los próximos 20 años.
Sólo el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, expresó su desacuerdo con la medida del Gobierno nacional, pues entendió que implica una “discriminación” hacia su provincia, una de las cinco que no registra deudas con la Nación.
El programa anunciado por la Presidenta implica que las deudas provinciales de 2010 y 2011 con el Estado nacional tendrán un período de gracia, y que 89% del monto de las deudas se reprogramará a 20 años.
Esto fue ayer muy celebrado por la mayoría de las autoridades provinciales. Entre ellas estuvo Daniel Scioli, gobernador de Buenos Aires, una de las provincias más beneficiadas.
El mandatario bonaerense consideró que se trata de “una medida con equidad federal” porque beneficia las distintas provincias del país, al tiempo que señaló que abrirá “oportunidades de planificar hacia el futuro todas las inversiones permanentes que hay que llevar adelante para acompañar las necesidades urbanas y productivas”.
En ese sentido, consignó que el plan le permitiría liberar 8.900 millones de pesos entre 2010 y 2011.
Por su parte, el ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Rafael Arlía, destacó que el programa generará “un desahogo importante” y consideró también que, a partir de allí, la jurisdicción podrá “mejorar servicios y acceder en mejores condiciones a los mercados de crédito”.
Quien aprovechó rápidamente los beneficios del plan de desendeudamiento fue el gobernador de Corrientes, pues ayer mismo anunció que aumentará los sueldos de los empleados públicos. “Hemos dado un paso importante”, dijo el gobernador radical.
Además, su ministro de Hacienda, Enrique Vaz Torres, consideró que “se comienza a cumplir lo planteado en 2005: otorgar a la provincias las mismas condiciones de financiamiento que obtiene la Nación en la reprogramación de su deuda”.
Desde Mendoza, el ministro de Hacienda provincial, Adrián Cerroni, estimó que “en los últimos cincuenta años, por primera vez la provincia recibe un apoyo tan importante”. Algo similar expresó el gobernador tucumano, José Alperovich, quien consideró que el plan de desendeudamiento fue “la mejor noticia que recibió Tucumán durante los últimos 20 años”. Por su parte, el mandatario chaqueño, Jorge Capitanich, estimó que se trata de “la mayor reducción histórica de la deuda pública” de Chaco desde 1977.
Por último, el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, consideró la iniciativa como “de estricta justicia” y entendió que “como se intenta desendeudarse para afuera también hay que hacerlo para adentro”.
Oposición de Santa Fe
Una voz opositora a la medida surgió en Santa Fe, donde el gobernador Hermes Binner consideró que su jurisdicción sufrió “una verdadera discriminación” al quedar fuera del programa anunciado el lunes pasado.
“Este programa federal de desendeudamiento termina premiando todas las provincias que se han endeudado con cifras considerables”, se quejó el mandatario santafesino, quien sostuvo además que “hay una descompensación que tiene muy poco que ver con todo lo que exporta Santa Fe desde el campo, desde la producción de la máquinaria agrícola y desde la industria, al erario nacional”.
