Cuestionó el costo fiscal de la norma. Hubo serios incidentes y represión frente al Congreso. El jefe de Gabinete insistió en que la política cambiaria se mantendrá sin cambios y confirmó que, cuando las condiciones lo permitan, se levantará el cepo y se eliminará el Banco Central. Recordó el escenario previo y ponderó los avances en la macro. Fuertes críticas de la oposición
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, cumplió por primera vez con el mandato constitucional de informar sobre la gestión del gobierno en una larga exposición ante la Cámara de Diputados. En ese marco, el ministro coordinador defendió la política económica de Javier Milei, apuntó contra la oposición por el costo fiscal de la reforma jubilatoria y tomó distancia de los dichos del ministro Cúneo Libarona sobre la diversidad sexual.
La exposición de Francos comenzó pasadas las 11.30 y se extendió hasta las 17, luego de que el peronismo se retirara del recinto en protesta por los incidentes entre manifestantes y gendarmes en las inmediaciones del Congreso. “La represión justo arrancó cuando empezamos a hablar nosotros”, dijo un diputado de Unión por la Patria, que consideró que el accionar de las fuerzas de seguridad no fue casual.
Los primeros minutos estuvieron dedicados a recordar el cuadro de situación heredado del gobierno de Alberto Fernández. “Asumimos el 10 de diciembre y nos encontramos con una bomba de tiempo. Teníamos una inflación minorista que se movía con un alza del 1% diario. Un desequilibrio fiscal a nivel del Tesoro de 5 puntos del PBI, y a nivel del Banco Central de 10 puntos del PBI”, señaló el jefe de Gabinete.
También detalló otros pasivos que atribuyó a un Estado “elefantiásico, ineficiente y corrupto”: “Registrábamos una deuda por US$20.000 millones cuyos pasivos remunerados los tenedores podían ejecutar al día siguiente; un vencimiento de deuda de US$8.000 millones a los 10 días siguientes a la asunción; deudas con importadores por US$42.600 millones y deuda flotante de la Administración pública nacional por el equivalente a US$9.000 millones de dólares”.
Política cambiaria
Las preguntas sobre la economía estuvieron presentes durante toda la jornada. En la segunda tanda de respuestas, Francos ratificó que el Gobierno no devaluará. “La expectativa para los meses que restan del año es una compresión de la brecha cambiaria, una baja de la tasa de inflación que se espera converja por debajo de la tasa de devaluación del Club Impact del 2%. La convergencia nominal contribuirá a que desaparezca la expectativa de devaluación en el tipo de cambio oficial. El Gobierno no está pensando en ninguna devaluación”, aseguró categórico. En la misma línea, señaló que se espera que los bonos soberanos suban, el riesgo país baje y mejoren las condiciones de acceso al mercado voluntario de crédito internacional.
Al ser consultado, casi en tono irónico, sobre los planes de “hacer volar el Banco Central” por parte del jefe de la bancada radical Rodrigo de Loredo, Francos sorprendió con su respuesta. “Lo vamos a intentar de verdad, solamente hay que contemplar las restricciones financieras que existen en este momento y que seguramente la situación futura irá diciendo cuándo va a existir la convergencia, cuándo se va a poder terminar con el cepo, cuándo el crowning debt pueda disminuir, todos estos son elementos que la realidad económica irá modificando para poder terminar con la organización que sea más adecuada al momento económico que se diga”, explicó.
En tanto, argumentó que la pobreza “no se solucionan creando artificialmente medio de pago o dinero o deuda” sino haciendo crecer la economía, y para esto aclaró que “hay que establecer primero condiciones macroeconómicas que permitan la inversión”.
“Nosotros confiamos en que estabilizar la macroeconomía del país, y los medios que hemos ido aprobando, van a generar confianza para que vengan inversiones. Las inversiones finalmente se vuelcan al sistema productivo y eso genera mayor trabajo, mayor actividad en las pibes y mayor reputación de las propias pymes”, resumió.
Veto a la reforma previsional
Por otro lado, fue contundente a la hora de defender el veto presidencial contra la nueva ley de movilidad jubilatoria. “No hay posibilidad de mejorar el sistema jubilatorio argentino si no es a través del crecimiento de la economía. Si seguimos con una relación de trabajadores informales superior a los trabajadores formales del sector privado es impensable mejorar el sistema previsional, impensable crear más puestos de trabajo sino es a partir de la estabilidad, del equilibrio fiscal, de generar confianza y darle libertad a todos los argentinos”.
En esa línea apuntó contra la oposición por no contemplar el impacto fiscal de la medida: “La sanción del proyecto de ley que establece modificaciones al régimen de movilidad previsional no constituye un acto maduro y responsable. Se establecen gastos exorbitantes sin su correspondiente partida presupuestaria. Se trata de un gasto que, por su efecto acumulativo, se incrementaría año tras año, condenando al país a más emisión, deuda, inflación y pobreza”.
Pobreza, según la UCA
La pobreza alcanzó a 52% de la población y la indigencia, a 17,9% en el primer semestre, según estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).
Estas cifras representan un aumento significativo frente al 41,7% y al 11,9% registrados por el Indec en 2023, y son los valores más altos desde 2004.
Se trata de un promedio entre el primer trimestre, cuando 54,9% de los argentinos se encontraba bajo la línea de pobreza y el 20,3% era indigente, y el segundo, período en el cual los indicadores llegaron al 49,4% y 15,9%, respectivamente. Son cálculos del ODSA con base en los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de los primeros tres meses del año.