El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que la economía argentina caerá 2,6 % este año y 1,6% en 2019, según los datos incluidos en el informe Panorama Económico Mundial. La importante revisión a la baja en las previsiones del país reflejan la volatilidad en los mercados financieros, las altas tasas de interés reales y una “consolidación fiscal más rápida” según lo acordado con el organismo, apuntó el documento. Mientras, las previsiones del organismo en materia de inflación para este año en Argentina son de 31,8% y el alza se mantendrá similar para 2019 (31,7%), debido a la “importante depreciación de la moneda”, según indicó el documento en un recuadro de su capítulo primero.
En tanto, recién para 2023 se pronostica un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) argentino de 3,2 %, debido a una “implementación constante de reformas y el retorno de la confianza”.
Vale señalar que el anterior informe global, difundido por la entidad en abril pasado, preveía que el PBI crecería este año dos por ciento y se iba a expandir 3,2 % en 2019. Ese documento había sido publicado poco antes de la crisis cambiaria y financiera y el consecuente proceso de devaluación del peso. En este sentido, la entidad ahora indicó que, a pesar del fuerte aumento en la tasa de política monetaria aplicada por el Banco Central, el peso “se depreció en más de 40 % en términos reales efectivos entre febrero y mediados de septiembre”. Los precios de las acciones “cayeron aún más” y creció el índice de riesgo país, agregó.
En su documento más reciente, el organismo multilateral de crédito señaló que durante estos últimos meses los países “débiles” en su posición externa, como Argentina, se vieron afectados en estos por un aumento en las barreras comerciales y una reversión de los flujos de capital hacia las economías emergentes. A estas “condiciones financieras más ajustadas”, el FMI sumó como factor negativo la sequía sufrida en la primera parte del año. La recesión en Argentina, así como la incertidumbre política en Brasil, son los principales factores de la moderación del optimismo del FMI sobre las perspectivas económicas para América Latina, para la que calculó un crecimiento del 1,2% durante este año.