Finalizaron esta semana en Córdoba las obras de reversión del Gasoducto Norte nacional, que permitirán que el gas natural de Vaca Muerta llegue a nuestra provincia y a todo el límite norte del país. Un proyecto que costó más de 700 millones de dólares y que permitirá abastecer a siete provincias argentinas y generar al país un considerable ahorro en importaciones de recursos energéticos que restan divisas al país.
Se trata del nuevo gasoducto de 36 pulgadas de diámetro, situado en la provincia de Córdoba y de más de 100 kilómetros de largo, caracterizado como los Renglones 2 y 3 del Gasoducto de Integración Federal Tío Pujio- La Carlota que permite la reversión del gasoducto que hasta ahora trae a todo el norte y centro del país gas de Bolivia y que ahora lo traerá a toda la región desde Vaca Muerta, en territorio argentino. De este modo, la segunda mayor reserva de gas no convencional del mundo beneficiará a Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy.
El proyecto, que demandó una inversión de 713 millones de dólares, forma parte de un plan estratégico para aumentar la capacidad de transporte de gas desde Vaca Muerta y reducir la dependencia de importaciones. Se estima que, con la finalización de las obras, a partir de septiembre el país podrá ahorrar 1.960 millones de dólares en importaciones de gas.
El Gasoducto Norte, que opera la empresa Transportadora de Gas del Norte (TGN), fue modificado para permitir el flujo de gas en sentido sur-norte, conectando los sistemas de transporte del centro/oeste con el norte. Esto se logró mediante la construcción de nuevos tramos de gasoducto y la ampliación de la capacidad existente en las provincias de Córdoba y Santiago del Estero.
La unión de empresas Techint – SACDE concluyó los trabajos antes de la fecha establecida en los contratos. Informaron en las últimas horas que alcanzaron en forma anticipada la condición de Apto para Funcionar (APF), adelantando las fechas previstas en el contrato y sus condiciones vigentes. La ejecución fue realizada para Energía Argentina SA (Enarsa), bajo la modalidad de contrato EPC (ingeniería, suministros y construcción).
Durante la construcción del ducto se alcanzó un promedio de 3 kilómetros diarios de avance en la cuadrilla de soldadura ejecutadas en un solo frente, “alcanzando un récord para este tipo de proyectos”.
Este hito fue posible “gracias a tecnologías como la soldadura automática y la planta de doble junta, entre otras, que permitieron reducir los tiempos de ejecución”. Estos sistemas, “utilizados en simultáneo por primera vez en el país por la UTE en el GPNK, posibilitaron realizar una mayor cantidad de soldaduras por día, minimizar errores y dar previsibilidad al ritmo de producción”.
La construcción de los 100 km del Gasoducto de Integración Federal “tuvo como desafío la ejecución de más de 30 cruces especiales, como rutas provinciales, arroyos y ríos”. En el pico de la obra, trabajaron más de 1.100 personas y se movilizaron más de 500 equipos de construcción.
El obrador principal se instaló en la localidad de Etruria y en Ticino se emplazó el campamento principal.
Para su desarrollo fue necesario transportar más de 8.000 tubos de 12 metros desde Buenos Aires a Córdoba, lo que equivale a más de 2.000 viajes de camiones, que recorrieron más de 1.300.000 kilómetros “sin incidentes”.
Potencialidad de la obra
La reversión del Gasoducto Norte es una obra que amplía el sistema de transporte de gas de la Argentina y que permitirá llevar el gas producido en Vaca Muerta a las provincias del norte, reemplazando importaciones de Bolivia, para abastecer a nuevas industrias y hogares, generar energía eléctrica y potenciar el desarrollo de nuevas actividades productivas como la minería de litio.
Cuando la obra esté operativa, según consignó el portal ADN Sur, se transportarán 5 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/día) adicionales, con una futura ampliación que sumará otros 4 MMm3/día. Estos volúmenes de gas serán fundamentales para abastecer la demanda residencial, industrial y de generación eléctrica en las provincias mencionadas. Además, la infraestructura permitirá la exportación de gas a países limítrofes (Brasil) en el mediano plazo.
La reversión del Gasoducto Norte también se inserta en el contexto de un cambio en la matriz energética nacional, orientado a reducir la dependencia de importaciones y a posicionar a Argentina como un exportador de hidrocarburos. Con la entrada en funcionamiento de esta obra, Vaca Muerta no sólo seguirá siendo el motor de la producción de gas en el país, sino que también consolida su rol en la generación de divisas a través de la exportación de gas natural.
Se espera que en septiembre el Gasoducto Norte esté operando a pleno, con la capacidad de la obra de ser ampliada en etapas posteriores mediante la instalación de estaciones de compresión.