Mientras el Gobierno evalúa los temas a tratar en una eventual convocatoria a sesiones extraordinarias, las provincias aguardan definiciones sobre el Presupuesto 2025, cuyo futuro por el momento es una incógnita. La intransigencia de la Casa Rosada para atender los reclamos de los distritos dejó en el limbo al proyecto y robusteció la idea de prorrogar el que rige en la actualidad.
Tras una semana convulsa en el Congreso, que incluyó la caída de las sesiones donde se debatirían las iniciativas de “democracia sindical”, “Ficha Limpia” y el DNU que habilita a Luis Caputo a tomar deuda sin aval legislativo, entre otras, buena parte de los ecosistemas de respaldos y oposiciones quedaron expuestos en el recinto, donde no sólo jugaron los partidos políticos, sino que también se vio la mano de los gobernadores.
La secuencia de encuentros y desencuentros entre Javier Milei y los jefes provinciales tiene actualmente un eje central: la reelección de Martín Menem como presidente de la Cámara de Diputados. Ese partido se definirá este miércoles, y aunque el candidato oficialista tiene las de ganar, lo cierto es que todavía no está dicha la última palabra. Los tironeos pasan por estas horas en definir quiénes serán los que ocupen las vicepresidencias en torno al dirigente libertario. En Casa Rosada aseguran que, una vez asegurado el puesto, convocarían a extraordinarias.
Presupuesto
En lo que respecta al Presupuesto, las provincias parecen haberse resignado. “No hay nada. El Gobierno no tiene ningún interés en negociar, quieren que el Presupuesto se trate a libro cerrado, como una escribanía. Eso no va a suceder”, comentaron a Ámbito desde la órbita de los gobernadores del extinto Juntos por el Cambio. “Nunca hubo interés en sacarlo ni se abrieron espacios de negociación”, agregaron fuentes de una gestión provincialista.
Sobre este punto coincidían tanto opositores como aliados al Gobierno. “No vemos que el Gobierno tenga vocación de poner el Presupuesto en agenda. Hicimos los intentos de rechazar el DNU 846, algo que obligaba al Gobierno a abrir el debate presupuestario. Hubo algunos que no lo entendieron”, se lamentaron en el peronismo.
El pliego de cinco puntos, consensuado por caciques de todas las escuderías, cayó en saco roto ante la indiferencia de Nación. Concretamente, el listado incluía reclamos por cajas previsionales, deudas del consenso fiscal del 2017, la necesidad de coparticipar el impuesto a los combustibles y la eliminación de los cargos jerárquicos de la ex AFIP.
Ayer martes, quien se refirió al tema fue el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. “No tener Presupuesto es un problema y no es bueno para la Argentina. Tal vez el mercado no lo ve bien, institucionalmente no es lo mejor que dos años no tengamos presupuesto, ojalá haya un tratamiento en extraordinarias y sea un presupuesto razonable”, explicó.
En la arena legislativa, diputados de bloques que buscaban discutir la “ley de leyes” apuntaron contra los jefes provinciales. “Se entregaron los gobernadores y no hay votos hoy, por lo que no creo que haya extraordinarias con eso. Nosotros no podemos insistir porque nos faltan votos, sin los diputados de los gobernadores no nos da la nafta. Veremos en marzo”, advirtió una voz que empujaba el debate.
“El Gobierno sigue sin dar señales, su plan es la libre disponibilidad y arbitrariedad en el uso de fondos. En la medida de las posibilidades, vamos a insistir. El Ejecutivo tiene que entrar en razón… seguramente necesitará del Congreso y esa será nuestra oportunidad para replantearlo”, ampliaron desde una banca federal.
De esta manera, se configura un escenario con el que algunos gobernadores simpatizan más que otros: las partidas comenzarán a negociarse bilateralmente entre los distritos y la Casa Rosada. Esa situación beneficiaría a aquellas provincias de mayor peso legislativo, económico y productivo y aislaría a otras de menor porte. Además, permitiría a Milei correr a los opositores duros de Unión por la Patria (UP), que no mantienen diálogo asiduo con el oficialismo. Esa lista la encabeza el bonaerense Axel Kicillof.
“Al Gobierno financieramente le conviene reconducir el Presupuesto. Pueden hacer lo que quieran, básicamente, si reconducen, pero se les cae el plan de estabilidad y equilibro público que habían declarado. Además, sacrificarían el mensaje a los mercados”, graficaron desde tierra peronista.