El Gobierno anunció ayer que apoyará con 200 millones de pesos el crédito para pymes y aumentará en 250 millones el cupo para beneficios fiscales para las empresa.
Encabezado por la presidenta Cristina Fernández, el Gobierno nacional realizó ayer el acto de apertura de sobres correspondientes a una nueva licitación por 200 millones de pesos para otorgar créditos a pymes a tasa subsidiada, con destino a inversión. Se trata de otro esfuerzo del Ejecutivo por aumentar el nivel de inversión privada en el país, en momentos en que la utilización de la capacidad instalada de la industria se ubica -en promedio- en 76%, y algunas firmas ya sufren cuellos de botella en su producción.
El Ejecutivo anunció ayer una ampliación del Régimen de Bonificación de Tasas del Ministerio de Industria, por el cual los bancos públicos y privados que ganen la licitación oficial dispondrán de créditos blandos a 24 meses, con tasas no mayores de 10% anual para las empresas, con una bonificación de hasta 5%. Los fondos deberán destinarse a la incorporación de bienes de capital y capital de trabajo.
El Estado bonificará hasta dos puntos de la tasa si el crédito tiene como beneficiarias medianas empresas, y tres puntos si se trata de micro y pequeñas.
Adicionalmente se plantea un esquema de bonificaciones especiales para créditos más largos: sobre la bonificación general -que depende de la facturación de la empresa- puede adicionarse un punto porcentual si se trata de créditos de entre seis y 12 meses; 1,5 puntos si el crédito tiene un plazo de entre 12 y 18 meses; y dos puntos porcentuales si las operaciones se extienden más allá de 18 meses de plazo.
Con esta convocatoria, en los últimos 18 meses el Régimen alcanzó un volumen de 1.100 millones de pesos, aplicados a necesidades de financiamiento productivo. Ya participan en él más de 20 bancos públicos y privados.
Los créditos bonificados estarán disponibles para los sectores de industria, comercio, construcción y servicios. Si el destino es capital de trabajo, el crédito por empresa es de un máximo de 300.000 pesos, mientras que si es para inversiones productivas, asciende a 500.000 pesos.
En esta oportunidad, la licitación admitió un tope máximo de 30 millones de pesos por banco y contempló un mecanismo de asignación por entidad que posibilita que todos los bancos del país puedan obtener parte del cupo, con el objetivo de permitir que los bancos de regiones menos favorecidas también puedan beneficiar las pymes de sus áreas de influencia.
La Presidenta anunció también ayer un aumento del cupo de beneficios fiscales que otorga la Ley de Promoción de Inversiones (LPI), en 200 millones de pesos para grandes empresas y en 50 millones para pymes.