Es para socorrer a países del bloque en problemas. El tema fue analizado ayer por ministros de Finanzas de la Zona Euro. El FMI aprobó el primer paquete para Grecia. La crisis griega siembra dudas sobre la colocación de deuda de Argentina y de Córdoba
La conformación de un mecanismo de ayuda por 600 mil millones de euros para socorrer las naciones del bloque que atraviesen dificultades financieras, de manera de fortalecer la confianza en la moneda única europea, fue el eje central de la reunión que mantuvieron ayer en Bruselas los ministros de Finanzas de la Zona Euro.
El paquete, sobre el que aún no existe consenso final, contempla, entre otros aspectos, la instrumentación de créditos bilaterales por hasta 440 mil millones de euros cuando uno o varios países de la eurozona registren problemas de financiamiento.
A esa suma se añadirían hasta 100 mil millones de euros más en créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que 60 mil millones provendrían de la Comisión Europea, señala un cable de la agencia de noticias DPA.
Antes de ingresar en la reunión, la ministra de Economía española, Elena Salgado, anticipó que el objetivo del encuentro era “defender el euro” y remarcó la necesidad de aportar más estabilidad a la moneda común.
A la par de las discusiones que se desarrollan en Bruselas, en Washington el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó un préstamo de 30 mil millones de euros a tres años para Grecia, al que se sumarán otros 80 mil millones que aportarán las naciones europeas vía créditos bilaterales.
Gran Bretaña, que no integra la Zona Euro, adelantó que no apoyará el plan, situación que resta peso a los instrumentos que pueda terminar de consensuar la UE para defender la estabilidad monetaria.
El socorro del FMI a Grecia, sumado al paquete global de ayuda para países en riesgo de la Zona Euro, fue bien recibido en la apertura de los mercados de Asia Pacífico, donde la moneda común europea se revaluó dos por ciento.
Deuda más cara
En tanto, la situación derivada de la crisis griega y la debilidad del euro genera incertidumbre en los países emergentes.
Sucede que, para el caso de Argentina, además de una posible presión alcista del dólar y una caída en el valor de las commodities, se suma la hipersensibilidad de los mercados que, ante situaciones de crisis, optan por activos de menor riesgo.
En ese marco, la baja de los bonos argentinos y la consiguiente suba del Riesgo País, según la definición de las consultoras internacionales, impactarán en la inminente colocación de nueva deuda por parte del Gobierno argentino.
Es que de acuerdo con lo manifestado por la presidenta Cristina Fernández y por el ministro de Economía, Amado Boudou, la intención es, una vez concluido el canje, tomar fondos a una tasa inferior a 10 por ciento, costo que hoy sería de difícil acceso.
Paralelamente, se complicará la colocación de deuda por parte de las provincias y particularmente de Córdoba que aguarda para ubicar una nueva emisión del Boncor por 350 millones de dólares. “Habrá que esperar cómo se vislumbra el panorama para recién después salir al mercado”, admitió una fuente del Gobierno provincial.