Distintos economistas ubican la inflación de agosto por encima de 4%, especialmente por los aumentos en alimentos y bebidas de la segunda quincena del mes.
“La inflación de agosto, que promediará 4,2%, fue muy alta si tenemos en cuenta que casi todo ese aumento se concentró en la segunda quincena del mes y especialmente en alimentos y bebidas”, dijo Victoria Giarrizo, de la consultora Elypsis.
La especialista también agregó que para los próximos meses, aún si el dólar se mantuviera estable, habrá “mucho trasladado” a precios por la reciente devaluación en referencia a lo ocurrido con el tipo de cambio en la semana del 12 al 16 de agosto.
En su opinión, la inflación de este año superará a la del año 2018 y será la más alta en 27 años.
En este sentido, el informe de esta consultora indicó que para septiembre habrá un arrastre de 2,8% de la inflación de agosto y precisó que en alimentos y bebidas los precios subieron 9,1% desde el 12 de agosto y 5,9% promedio en el mes y que desde las elecciones primarias (PASO) 32,3% de los productos de ese rubro subieron sus precios.
Por su parte, la asociación Consumidores Libres, dijo que la inflación del octavo mes del año estará entre 4,8% y 6%. Al respecto, el referente de la organización Héctor Polino agregó que “como tenemos las tarifas de los servicios públicos dolarizadas, cada vez que se mueve la paridad cambiaría también se mueven los precios”.
“Como no hay controles en las estructuras de costos, hay un rubro muy importante que se llama ‘por las dudas’ y se actualiza constantemente porque el comerciante que vende hoy un producto no sabe a qué precio va a comprar cuando tiene que reponerlo”, agregó.
En tanto, el economista Diego Giacomini de Economía y Regiones dijo que el alza en el costo de vida durante el mes anterior se ubicará en 5,2%.
Finalmente, para la economista Eva Sacco del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), tomando en cuenta la devaluación después de las PASO y la “dolarización de la economía”, es “esperable” una tasa de inflación que quiebre la tendencia decreciente que se manifestaba hasta julio.
“Durante la segunda quincena, hubo devaluación, aunque apenas compensada por la quita de IVA en alimentos básicos. La inflación de la segunda quincena debe haber sido mucho mayor, de 5 o 6% de mínima”, estimó y señaló que “un piso de 3,5% y hasta 4% es esperable fácilmente”.