España registró 322.075 nacimientos en 2023, la cifra más baja desde que se comenzaron a llevarse registros, en 1941.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) del país precisó que el dato del año pasado supuso un descenso del 2% respecto a 2022.
En tanto, indicó que desde 2013, la cantidad de nacimientos cayó un 24,1% y aumentó la edad de maternidad: el número de nacimientos de madres de 40 o más años creció 19,3% en los 10 últimos años.
Por otro lado, reportó que en 2023 el número de defunciones superó al de nacimientos en 113.256, lo que mantuvo el llamado “saldo vegetativo” que se repite desde 2017.
Extranjeros
Sin embargo, según las cifras que publicó el INE, la población española sigue creciendo y para el 1 de enero de 2023 superó los 48 millones de habitantes, debido al fuerte aumento del número de extranjeros; sobre todo, colombianos, ucranianos y venezolanos.
La tasa de fertilidad en España es la segunda más débil en la Unión Europea (UE), según los últimos datos de Eurostat, que informaron que en 2021 fue de 1.19 hijos por mujer, frente al 1.13 en Malta y el 1.25 en Italia.
Macron
A mediados de enero, en Francia, el presidente Emmanuel Macron anunció un “gran plan” para luchar contra la infertilidad y lograr un “rearme demográfico” en el país, que el año pasado registró el número de nacimientos más bajo desde 1946.
En la segunda economía de la UE detrás de Alemania nacieron 678 mil bebés en 2023 y la tasa de fecundidad de 1,68 niños por mujer va en retroceso.
Entre las medidas que comunicó el jefe de Estado para revertir la situación figura un nuevo permiso de paternidad y maternidad de seis meses para ambos progenitores en reemplazo del actual, al que definió como “extremadamente corto y mal pagado”.
“Francia también será más fuerte si aumenta su tasa de natalidad. Hasta hace poco, éramos un país en que ésta era su fuerza cuando nos comparábamos con nuestros vecinos”, sumó.
En el caso de la infertilidad, que a la fecha afecta a unos 3,3 millones de franceses, el mandatario adelantó que también se tomarán decisiones para paliarla.
Macron hizo aquellos anuncios, entre otros, en el marco de la presentación de la iniciativa una “Francia más fuerte y más justa”, y pidió trabajar por un “rearme cívico y de orden”.
Francia tiene 67.656.682 personas, por debajo de los 83.2 millones de Alemania y apenas por arriba Reino Unido (67.33 millones).
Al igual que varios países europeos, su población va en descenso, algo que golpea a la economía al tener menos personas en una etapa activa.
Censo
La caída de los nacimientos en la Argentina se registra desde 2014, con un 30% menos a la fecha que en 2014.
En el censo del 2010, los menores de 14 representaron el 25.5% de los habitantes y en 2001, el 28,3 %.
Paralelamente, en el mismo período, el porcentaje de las personas mayores de 65 años trepó 1,7%.
Actualmente, la cantidad de niños por mujer está entre las más bajas de Latinoamérica: mientras en 1950 era de 3,3 niños por mujer, en 2020 fue 1,55.
Análisis
Recientemente, en un análisis realizado por el periodista económico Peter Coy para The New York Times abordó el sostenido descenso de las tasas de natalidad a nivel global, un fenómeno que se agravó con la pandemia.
El “bache demográfico”, como lo define Coy, representa un reto para las economías y sociedades futuras y podría tener implicaciones a largo plazo; particularmente, si las políticas actuales hacia la inmigración no se ajustan para contrarrestar el declive poblacional.
Uno de los casos más alarmantes que citó el analista es el de Corea del Sur, que enfrenta una emergencia nacional debido a su baja fertilidad. Se proyecta que, si la tendencia continúa, la población del país podría reducirse en dos tercios para finales de siglo.
Esto llevó a discusiones sobre medidas drásticas, incluyendo la ampliación de incentivos para tener hijos.
Políticas públicas
Coy señaló que la situación actual plantea un dilema para las políticas públicas. Marcó que las medidas pronatalistas, como bonificaciones por nacimiento y cuidado infantil gratuito, no dan los resultados esperados, y sugirió que el apoyo a la inmigración podría ser una solución potencialmente prometedora.
En esa línea, estimó que la necesidad de mano de obra en sectores como la agricultura, la construcción y el cuidado, entre otros, podría aliviarse con una mayor inmigración legal, que ayudaría a equilibrar la pirámide poblacional y a mitigar algunos de los problemas asociados con la disminución de la natalidad.