La norma declara la emergencia en el sector y garantiza los fondos para cubrir las necesidades para el normal funcionamiento de las casas de altos estudios. Milei y Francos anticiparon que se vetará. Sin embargo, a diferencia de la reforma previsional, el oficialismo no tiene asegurado los votos para poder voltear la ley. Ya de madrugada, el Senado debatía el DNU para asignar fondos a la SIDE, que no sería aprobado. En primer término de sancionó la boleta única, como mecanismo de voto
El Senado aprobó anoche y convirtió en ley el proyecto de Financiamiento Universitario, que ya contaba con media sanción de la Cámara de Diputados. En ese marco, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ya adelantó que el Gobierno vetará la norma.
También lo había anticipado el presidente Javier Milei, quien de hecho ya vetó días atrás la ley de movilidad jubilatoria impulsada por la oposición. Con todo y pese a la decisión de los impulsores de la nueva fórmula de actualización jubilatoria de insistir con los dos tercios de los votos, el objetivo fracasó y Milei se apuntó un triunfo clave, en un escenario legislativo adverso.
Sin embargo, a diferencia de ese logro, no parece que en esta ocasión el libertario logre torcer la voluntad mayoritaria del Congreso que insistiría y lograría ratificar la norma tras el seguro veto del Presidente.
La ley
El proyecto fue presentado por la diputada Danya Tavela (Unión Cívica Radical) y lleva la firma de otros integrantes del radicalismo, como Facundo Manes, Martín Tetaz y Mariela Coletta, entre otros, así como de legisladores de Hacemos Coalición Federal, como Margarita Stolbizer y Nicolás Massot.
La norma propone declarar la emergencia presupuestaria del sistema universitario nacional para el año 2024, con el objetivo de “atenuar, ante el aumento de los costos de los bienes y servicios esenciales, el impacto que los mismos tienen para los compromisos salariales y los gastos de funcionamiento de todas las universidades nacionales”.
Para los gastos de funcionamiento, la iniciativa apunta a actualizar las partidas del Presupuesto 2023 (prorrogado por el Gobierno de Javier Milei) según la inflación acumulada ese año y luego aplicar un incremento bimestral de acuerdo con la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
El proyecto también modifica el artículo 58 de la Ley de Educación Superior, estableciendo nuevos criterios para la distribución del presupuesto entre las universidades. Estos criterios incluyen factores como el número de estudiantes, tipos de carreras, cantidad de egresados, áreas de vacancia y actividades de investigación y extensión.
La normativa encomienda al Poder Ejecutivo Nacional recomponer los salarios docentes y no docentes del Sistema Universitario Nacional, a partir del 1 de diciembre de 2023 y hasta el mes de sanción de la ley por la variación acumulada de la inflación informada por el Indec durante ese período.
Desde el mes siguiente a la sanción de la ley y hasta el 31 de diciembre de 2024, el Ejecutivo deberá actualizar los salarios de forma mensual y conforme a la inflación informada por el Indec.
“Lo establecido acerca de la recomposición salarial no se aplicará si las paritarias a nivel general del sector docente y no docente para 2024 son acordadas y rubricadas por el Poder Ejecutivo nacional y las federaciones representantes de los trabajadores de la educación superior y las escuelas preuniversitarias”, sostiene.
De acuerdo con los datos publicados por la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), al contrastar la pauta salarial de un docente universitario con la inflación publicada por el Indec, en agosto de 2024 la caída del poder de compra fue del 9,2% respecto de diciembre de 2023.
Boleta única de papel
Previo a la votación del financiamiento universitario y tras más de nueve meses de idas y vueltas, el Senado destrabó el proyecto de Boleta Única de Papel (BUP) y aprobó modificaciones a la ley, que vuelve en segunda revisión a Diputados. Si la Cámara Baja no sanciona rápidamente la iniciativa, podrían complicarse los plazos para el año próximo; si no se trata antes que termine febrero próximo, el texto perderá estado parlamentario y todo el esfuerzo realizado por la Cámara Alta derivará en un papelón institucional.
Durante la votación en general, el proyecto recibió 39 adhesiones y 30 votos en contra. El rechazo fue del Frente de Todos, interbloque que comanda el formoseño José Mayans. Luego se pasó a la definición en particular, que continuó por un sendero similar y los cambios a la ley serán informados en las próximas horas a Diputados.
Lo ocurrido significa un pequeño logro del oficialismo, la oposición dialoguista y, en particular, de la vicepresidente y titular del Senado, Victoria Villarruel, que quedó relegado por la más que delicada sesión que realiza la Cámara Alta.
Según lo votado, el modelo propuesto es el mendocino que se inspiró en el de Córdoba. Ambos distritos efectuaron varios comicios sin problemas y utilizan una sola papeleta para todo. La diferencia entre una y otra es que, según lo consensuado entre dialoguistas y el oficialismo en el Senado, el de la provincia cuyana presenta mejor adaptabilidad si los cargos aparecieran sobre el margen izquierdo y de manera horizontal, y los partidos o alianzas, en filas verticales.
DNU
Ya de madrugada, el Senado se encaminaba a rechazar el DNU que asigna más recursos a la SIDE y modifica estructuras y operaciones de la agencia de inteligencia. Al igual que en el caso del financiamiento universitario, el oficialismo se encaminaba a una nueva derrota en el Congreso.