El Gobierno giró a Diputados la iniciativa que, entre otros puntos, incluye cambios en Ganancias. Las modificaciones suponen una recomposición de la recaudación por ese tributo, clave en los envíos nacionales a las provincias. En la Provincia hacen cuentas sobre cuánto neutralizará la caída que venía golpeando los giros automáticos. En cualquier caso, sumará fondos extras en un momento clave
La Casa Rosada envió en la tarde de ayer al Congreso el proyecto con el paquete fiscal que se debatirá en Diputados de forma simultánea con la denominada “ley ómnibus”. El oficialismo espera tener ambas iniciativas aprobadas en los primeros días de mayo para poder girarlas al Senado y que sean sancionadas antes del 25 de ese mismo mes, fecha en la cual aspira a firmar el “pacto de mayo” sobre políticas de Estado con las provincias.
El paquete fiscal incluye, entre otros puntos, cambios en el impuesto a las Ganancias, que ahora volverá a alcanzar a un numeroso grupo de asalariados que habían quedado exentos por la ley votada durante los últimos meses de Sergio Massa como ministro de Economía.
Con nuevos mínimos no imponibles, escalas segmentadas y crecientes y deducciones, además de una actualización automática, el tributo promete recuperar en parte la recaudación que resignó luego de la ley Massa.
Ese ingreso extra tendrá impacto directo en la coparticipación que reciben las provincias, entre ellas Córdoba.
Sucede que Ganancias e IVA representan cerca de 90% de la masa coparticipable a las provincias.
Luego de los cambios de fines del año pasado, los giros totales a Córdoba no pararon de caer. En marzo, por ejemplo, defeccionaron 27% en términos reales. En ese contexto, los envíos automáticos, esto es la coparticipación a Córdoba, disminuyeron 11%, también en términos reales. Dentro de esa caída, los ingresos por Ganancias sufrieron una baja a valores constantes de 40%, según información oficial del Ministerio de Finanzas.
Cuánto podrían recuperarse
En la Provincia descuentan que, de aprobarse los cambios en el Congreso, el impuesto recuperará parte de su poder recaudatorio perdido. Sin embargo, son cautos respecto a qué tanto mejorará su performance.
“No hay una estimación certera”, señaló una fuente del Ejecutivo consultada por Comercio y Justicia.
Como fuere, al tratarse de un impuesto clave en la conformación de la coparticipación, cualquier mejora incidirá al alza en un concepto que representa seis de cada 10 pesos que recauda la Provincia mes a mes.
En todo caso, habrá que ver primero si la norma se aprueba. Originalmente, los gobernadores, incluso el propio Martín Llaryora, se opusieron a retomar el impuesto y en cambio que la Nación coparticipar el denominado impuesto al cheque o el impuesto PAIS. Nada de eso ocurrió.
Ahora, Llaryora cambió de parecer y considera que los cambios dispuestos por el Gobierno son positivos.
El paquete
Respecto al proyecto girado por el Ejecutivo, el debate comenzará hoy a las 11 con una reunión informativa de la comisión de Presupuesto, que preside José Luis Espert, en la que expondrán el Secretario de Hacienda Carlos Guberman y José Salim, director de Auditoría de la AFIP.
Según el texto del proyecto, “el Estado nacional se encuentra obligado a balancear sus cuentas fiscales, debiendo para ello apoyarse en dos pilares fundamentales: la reducción de gasto público y la mejora en la recaudación impositiva”.
Entre los puntos más salientes se destaca la reversión de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, que tras varias rondas de negociación con los gobernadores y los bloques de la oposición dialoguista, tendrá un mínimo no imponible de $1.800.000 brutos para los solteros y en $2.200.000 para los casados con hijos.
Además, el tributo pasará a llamarse Impuesto a los Ingresos Personales y se actualizarán a partir de 2025 anualmente por el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
En cuanto a la moratoria impositiva y el blanqueo de capitales, el oficialismo argumentó que el sistema fiscal argentino registra “una de las mayores tasas de presión fiscal en el mundo” y señaló que “la existencia de numerosos impuestos distorsivos dificulta y margina a muchos individuos, empresas y emprendimientos del sector formal”.
En ese sentido, explicaron que las reformas propuestas “tienen por fin abordar en forma directa el complejo escenario mencionado anteriormente, ofreciendo opciones para reincorporar a la economía formal a los contribuyentes que opten por adherir a estos y aliviando la situación financiera del país al efectivizar el cobro inmediato de impuestos adeudados u omitidos”.
La moratoria permitirá regularizar deudas impositivas en 84 cuotas y, dependiendo de la forma en la que se haga el pago, los contribuyentes morosos podrán beneficiarse de la condonación total de las multas y de hasta 70% de los intereses por los saldos adeudados.
El Régimen de Regularización de Activos habilitará el blanqueo de hasta US$100.000 sin ninguna penalidad, con un plazo hasta el 30 de abril de 2025 (prorrogable hasta el 31 de julio de 2025). Incluso por encima de esa cifra, la alícuota también va a ser cero, si se cumplen ciertas condiciones.
En tanto, también habrá modificaciones sobre el Impuesto a los Bienes Personales: un premio a cumplidores, una facilidad de pagos para anticipar los pagos de los próximos años y una baja de alícuotas en lo sucesivo.
En texto del proyecto afirma que la alícuota vigente de 2,25 “resulta excesiva a la luz de las garantías constitucionales de capacidad contributiva y no confiscatoriedad que rigen nuestro sistema fiscal, ya que en muchos casos implicaría la absorción de una parte sustancial de la renta de los activos gravados e, incluso, podría resultar en la pérdida paulatina del capital productor de renta”.
El nuevo piso del tributo será de $100 millones y la deducción por la vivienda familiar pasará a $350 millones.
El premio para los cumplidores será que las alícuotas que van de entre 1,25% y 1,5%, sean reducidas a uno por ciento y 1,25%, respectivamente. Para poder calificar como contribuyente cumplidor esa persona no deberá haber ingresado al blanqueo, deberá haber presentado “en tiempo y forma” las declaraciones juradas de Bienes Personales de 2020, 2021 y 2022 y haber cancelado ese monto ante AFIP antes del 30 de noviembre de 2023.
Por otra parte, para las declaraciones juradas con los patrimonios hasta fin de 2023 las tasas serán, tal cual lo previsto, entre 0,5% y 1,50 por ciento. Entre 2024 y 2026 quedarían vigente solo dos alícuotas, entre 1,25% y 1,50% y desde 2027, una única tasa de 0,25 por ciento.
Además, el Poder Ejecutivo propondrá un esquema de pago anticipado del tributo por los montos que corresponden a los próximos años, hasta 2027. Se trata del Régimen Especial de Ingreso del Impuesto sobre los Bienes Personales (REIBP), con una alícuota reducida de 0,45% por año (2,25% en total) precisa el articulado.
Finalmente, el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (Monotributo) actualiza los topes de facturación y cuotas, con subas de entre 300% y 330%. El ingreso tope anual sería de $68 millones, con la novedad de que será para actividades de comercio y servicios por igual.
De aprobarse el proyecto al que apuesta fuerte el Gobierno, los monotributistas con menores ingresos inscriptos en la categoría A podrán facturar hasta $6.450.000 de forma anual, en tanto que los que están en la categoría K, la más alta, pasarán 68 millones de pesos.