Distintas organizaciones ruralistas de todo el país expresaron su insatisfacción por las medidas anunciadas por el Gobierno. Entienden que no alcanzan a cubrir los daños de la sequía ni de las heladas tardías. Las políticas anunciadas son formulaciones y propuestas propias de los burócratas que se sientan detrás de un escritorio y no pisan un campo en meses.
Por ejemplo, un conjunto de organizaciones ruralistas del norte de la provincia de Buenos Aires emitió un duro comunicado contra el Gobierno: interpretan el anuncio como un mero artilugio comunicacional, tendiente a suavizar la imagen del Gobierno sin tener un impacto real en la situación de los productores.“No nos prestamos a que el cotillón estatal distraiga el saqueo a la producción que estamos presenciando”, expresó un grupo de productores del norte de la provincia de Buenos Aires en un comunicado firmado por algunas sociedades rurales. Ellos consideran que los dirigentes han mostrado “ineptitud para defender al sector” al convalidar medidas inconsultas que no sirven. Lo que piden es la quita total de retenciones y un “cambio real que garantice la libertad de un mercado que debe funcionar como lo hacen los de todos los países civilizados”. Además, reclaman que dejen de atormentarlos con “medidas impositivas policíacas”.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, insistió en que las medidas no son las que necesita el sector. “Son medidas importantes, coyunturales, para paliar esta situación inmediata que estamos sufriendo por la sequía, pero no son las medidas que necesita el campo para trabajar más y producir más”, sostuvo Pino en declaraciones radiales.
En este sentido, el dirigente rural reclamó que más provincias declaren la emergencia agropecuaria y que sean homologadas por el Gobierno nacional para de esta forma incorporar más productores a los beneficios anunciados.
Varias provincias resisten la declaración de emergencia porque les significa un costo fiscal que intentan eludir.
El presidente de la SRA calificó a este período como “la peor sequía”, superando a las de 2009 y 2018, con un impacto económico en el que “los números son muy variables y van desde los US$ 12.000 hasta los US$ 15 mil millones” sgún distintas estimaciones.
La Asociación de Productores del Norte observó “con sorpresa y preocupación las expresiones de satisfacción de la CEEA” tras conocer las medidas para el sector castigado por la sequía. Para la agrupación no son más que “cotillón populista”, pero lo que necesitan los productores son tres medidas puntuales: eliminación de retenciones, unificación del tipo de cambio y apertura total de los mercados. “Lo demás es cháchara”, opinaron.
“Los productores del país estamos a la expectativa, no de lo que nos van a dar porque no queremos planes, sino de qué decisiones van a tomar para el futuro inmediato del país que trabaja”, dijeron los Autoconvocados del Campo. Y, en sintonía con otras agrupaciones, pidieron la eliminación total de los derechos de exportación y un tipo de cambio único para toda la producción.
Diego Pascuale, vocero del Grupo Independencia de productores rurales, expresó: “La verdad es que, al menos en Santa Fe, brindarle una posibilidad de crédito de $700.000 o suspenderle el Impuesto a las Ganancias a un productor que perdió la producción de todo un año, es triste”. Para él, “las medidas son puro humo” y los dirigentes “no representan al campo sino que hacen autorrepresentación”. Por eso, se mostró “totalmente disconforme con lo que está pasando” y señaló que “no toman al campo en serio”.
En el grupo coinciden con los dos reclamos de Autoconvocados, “dos medidas que deberían tomarse de manera inmediata ya que solucionarían y reactivarían la producción” .
“Más allá de la grandilocuencia con que se anuncie, por más que intenten mostrar un diálogo que no existe en la realidad, en un país donde su motor productivo hace 20 años viene siendo esquilmado, sin resultados positivos para el país, con un marco impositivo que raya lo inconstitucional, estás medidas de “alivio” son solo humo del ministro Massa, solo para la foto”, consideró Sebastián Quiroga, vocero de la agrupación Campo + Ciudad.
“Sencillamente no sirven”, dijo Eduardo Sánchez, viticultor sanjuanino y directivo de la Asociación Argentina de Productores Agropecuarios (AAPA). “Son medidas para los que están detrás de un escritorio, no para los que productores que estamos en el campo”, agregó. “Cuando no tenés rentabilidad, los créditos no sirven; la emergencia agropecuaria yo la tengo desde noviembre, con todos los papeles presentados, y hasta ahora no he conseguido nada; el Estado está para sacar, no para ayudar, es una mentira, cualquier trámite se pierde en burocracia”, aseguró.Para Sánchez, el daño que produce el desdoblamiento cambiario es “incalculable”. “Yo estoy cosechando uva de pasa y me pagan la mitad porque el dólar vale la mitad, los precios de la uva no valen un carajo, Yo estoy de acuerdo en pagar impuesto a las ganancias pero no en que me saquen de lo que produzco, es una locura”, manifestó. Además, advirtió que la inflación “está matando a las economías regionales” ya que cobran su producción a 12 meses y en pesos. “A los cereales le sacan el 70%, ¡no entiendo cómo no reaccionan!. Con estas medidas y este ‘biri biri’ están fundiendo a muchos productores, esto se tiene que terminar porque le estamos dejando un futuro de mierda a nuestros nietos”, subrayó.