ESCUCHAREn un comunicado, la calificadora indicó que la incertidumbre sobre el resultado de las elecciones en el país puede causar más volatilidad. Además, alertó sobre la situación fiscal y la inflación. También precisó riesgos macroeconómicos que afectan a toda la región
En un contexto mundial de inestabilidad, debido principalmente a las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la calificadora Fitch se sumó a las voces que pronostican una nueva contracción de la economía argentina al finalizar 2019.
Según los analistas de la entidad, las dificultades internas relacionadas con la inflación y la volatilidad del mercado de cambio, junto a un panorama regional e internacional más bien negativo afectarán decisivamente el desempeño del país durante este ciclo.
“El crecimiento en la región probablemente seguirá siendo modesto y muy desigual en 2019, con economías más grandes que continúan en una senda de crecimiento bastante lenta o, en el caso de Argentina, registrando otra contracción anual”, indicó un comunicado emitido ayer por Fitch Ratings.
Además, detalló la misiva, “un ciclo electoral incierto e impredecible en Argentina también podría generar volatilidad e introducir riesgos a la baja para la agenda de la reforma”.
“El proceso de ajuste económico de Argentina ha sido mixto, con un balance de los riesgos todavía con tendencia a la baja”, analizó la entidad especialista, detallando además que aunque el Gobierno nacional cumplió el objetivo fijado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con relación al déficit fiscal, un mayor ajuste en este plano “podría ser cuestionado por la continua contracción económica”, teniendo en cuenta que el logro del equilibrio en el frente externo y el proceso de desinflación se encuentran transitando un camino más lento de lo “esperado”.
En lo que respecta a Latinoamérica, los riesgos macroeconómicos externos más importantes para los próximos meses -también según Fitch- son “la volatilidad de los precios de los productos básicos, una desaceleración de China más rápida de lo anticipado, tensiones en el comercio internacional y un endurecimiento más veloz de las condiciones de financiamiento internacional”.
Perspectivas
Estas apreciaciones de Fitch Ratings se complementan con un escenario internacional que atraviesa un “momento delicado”, según expresó también ayer Christine Lagarde, directora del FMI, al disertar en la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
“En enero, el FMI proyectó un crecimiento mundial para 2019 y 2020 de alrededor del 3,5%— más bajo del que hemos visto en los últimos tiempos, pero que aún es razonable. Desde entonces, el crecimiento ha seguido perdiendo ímpetu, como recogen nuestras previsiones actualizadas que publicaremos la próxima semana”, dice el texto publicado en el sitio oficial del organismo internacional de crédito.
Mientras “hace solo dos años, el 75% de la economía mundial experimentó un repunte”, este año, se prevé que “70% de la economía mundial experimente una desaceleración”, agregó la ejecutiva.
En este sentido, aunque se descarta una recesión en el corto plazo, la entidad considera que el crecimiento mundial para fines de 2019 es “precario”, ya que se encuentran expuesto a distintos riesgos como el brexit, los elevados niveles de duda en algunos sectores y países, las tensiones relacionadas con la política comercial y la intranquilidad de los mercado financieros.
Por otro lado, también la jornada de ayer, la Organización Mundial de Comercio (OMC) advirtió de que durante “2019 y 2020 seguirán soplando fuertes vientos en contra del comercio mundial como consecuencia de un crecimiento en 2018 más lento de lo previsto debido a tensiones comerciales en alza y a una mayor incertidumbre económica”. En este escenario, la entidad prevé que el crecimiento del volumen en el intercambio de mercancías se ubique en 2,6% este año, retrocediendo desde el tres por ciento medido en 2018.
“El comercio no puede desempeñar plenamente su función de impulsor del crecimiento ante niveles tan elevados de incertidumbre. Es cada vez más urgente que resolvamos las tensiones y nos centremos en trazar una vía favorable para el comercio mundial que responda a los verdaderos desafíos de la economía actual, como la revolución tecnológica y la necesidad imperiosa de crear empleo e impulsar el desarrollo”, dijo el director general de la OMC, Roberto Azevedo, en una conferencia de prensa.
CORRUPCIÓN
Un problema global con un costo de US$1,5 billónEl costo anual de los sobornos asciende a US$1,5 billón, cifra que representa aproximadamente dos por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) mundial, según estimaciones difundidas la directora del FMI, Christine Lagarde.
“Nuestros estudios más recientes ponen de relieve el elevado costo fiscal de la corrupción, que provoca una pérdida masiva de ingresos públicos y un gasto público de menor calidad”, dijo la ejecutiva y agregó que “estos nuevos análisis confirman lo que todos sospechamos desde hace tiempo: la corrupción reduce el crecimiento. Aumenta la desigualdad. Alimenta la desconfianza”.
“Es evidente que los países deben asumir la responsabilidad de lo que ocurre dentro de sus fronteras. Pero la corrupción es una plaga internacional. Para combatirla eficazmente es necesaria la cooperación internacional”, exhortó.
