A pesar de reconocer que existen otros problemas más importantes para la sociedad, como la falta de luz y agua, el titular de la delegación local de Federación Agraria admitió que hay mucho malestar en las bases. “No hay que ponerse a la gente en contra”, dijo Pizzichini en referencia a posibles cortes de ruta.
El presidente de la delegación Córdoba de Federación Agraria Argentina (FAA), Agustín Pizzichini, reconoció que esperan que la entidad nacional les asigne una fecha para realizar una asamblea con los productores cordobeses y decidir allí la modalidad de la protesta que llevarán a cabo.
“Hay mucho malestar entre los productores y, dependiendo de las localidades, la bronca es más fuerte”, explicó a Comercio y Justicia. “Pasa que hay que organizarse porque la gente del campo, en Córdoba, está sembrando. Por eso es que las asambleas van a comenzar en Entre Ríos, mientras nosotros esperamos que se nos asigne una fecha”, agregó.
De este modo, confirmó que las entidades rurales comenzarán a hacer la tradicional ronda de consulta a las bases para decidir en asamblea la modalidad araa llevar adelante la nueva protesta contra la “política intervencionista” del Gobierno nacional.
“Modos de protesta se barajan varios. La idea es buscar el más efectivo”, dijo, al hacer referencia a que analizarán si realizarán marchas, regalarán parte de su producción a la gente o se declararán en rebeldía de pago de impuestos. “Ya hemos probado muchas de ellas y ninguna nos ha dado buenos resultados”, reconoció, e hizo mención a que no quieren cortar rutas debido a que reconocen que en la sociedad “hay otros problemas más importantes que nuestro reclamo. La gente necesita luz y agua, por ejemplo, y eso es mucho más importante. Nosotros no queremos ponernos a la gente en contra”, explicó el dirigente.
Pedido epistolar
En tanto, luego de que el Gobierno nacional anunció la liberación, en forma gradual, de 1,5 millón de toneladas de trigo, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) envió ayer una nota al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para “aclarar” la situación del trigo en el país y pedir un nuevo régimen de exportación “sin retenciones”.
La entidad propuso como primeros pasos urgentes “establecer un régimen de exportación que permita la plena competencia entre mercado interno y exportación, lo que hará transparentar el precio e incentivar la producción, con plena vigencia de la Ley 21.453”. También pide “derogar la Resolución 543/2008 y acuerdos sucesivos con la exportación y la molinería”, además de “bajar la presión impositiva, eliminando impuestos a la exportación”.
CRA contestó así las declaraciones hechas por el funcionario el 14 de enero. En su habitual ronda de prensa, Capitanich había afirmado que las entidades que conforman la Comisión de Enlace se quejaban antes por la no apertura del mercado exportador y que ahora también lo hacían cuando el Gobierno dispuso una apertura parcial de 500 mil toneladas del cereal, con promesa de ampliar a 1,5 millones.
“La realidad indica que la profundización del problema se dio en la campaña de trigo 2006-2007, con la implementación de un precio máximo del trigo a $370 la tonelada, sugerido por el Gobierno a los exportadores, y el acuerdo de precio del pan a $2,5 el kilo”, indicaron los ruralistas. Alertaron que entre 2006 y 2007 “comienza una profunda intervención a través de la implementación del programa de incentivo a la exportación de harina”.
Y detallan: “A partir de 2008, con la implementación de la Resolución 543/2008 y los acuerdos, aún vigentes, entre el Gobierno, la exportación y la molinería, se incrementa la intervención en el mercado”, dijeron.
Así, CRA enfatizó que “la presión impositiva sobre el sector creció, en particular considerando la incidencia de los impuestos a la exportación de 23% sobre el valor FOB, frente a competidores de otros países que carecen de este impuesto, quitándole competitividad a la producción y exportación de trigo”.
En el escrito se consideró que las políticas implementadas han generado una caída del área sembrada de 50% respecto a lo alcanzado previo a la intervención y la menor área en 110 años de historia, además que se pasó de 49 mil productores de trigo a 30 mil.
La caída en volúmenes de exportaciones es la menor cifra desde 1980 y se registra una pérdida de participación en los mercados mundiales, en particular Brasil, principal y natural destino del trigo argentino, que fue desplazado por trigo de orígenes extra Mercosur.
“El precio del pan en los últimos años se ha multiplicado 10 veces, a pesar de toda la intervención sobre el mercado, alcanzando valores internacionales”, sostuvo la Confederación.
Finalmente, manifestó que hubo pérdidas de ingreso de divisas en la presente campaña por caída de exportación por más de 3.000 millones de dólares.
Perdiendo terreno
Brasil reemplazó el trigo argentino con producción norteamericana y uruguayaUn trabajo realizado por el economista Francisco Pampuro para la consultora Abeceb.com detalló que el trigo es ahora el principal foco de conflicto entre el Gobierno y el sector agropecuario.
“En las últimas dos campañas, la producción del cereal ha resultado entre las más bajas a nivel histórico. La razón se encuentra en que la intervención estatal en el sector ha distorsionado el mercado y generó una fuerte desconfianza de los productores”, se indicó.
El resultado de estas políticas públicas fue “un fuerte impacto en las exportaciones que llevó al país a la pérdida de su principal mercado triguero, que es Brasil”.Según el informé, entre 2008 y 2012 Argentina exportó anualmente unas 4 millones de toneladas de trigo a Brasil, llegando en 2012 a un pico de 5 millones. Ya en 2013 y ante una producción que arañó 9 millones de toneladas, el saldo exportable de trigo fue restringido y los envíos a Brasil fueron algo más de 2 millones, una caída de 50% con respecto a 2012.
“Las medidas tomadas en busca de incentivar la siembra del actual ciclo 2013/14 no tuvieron éxito, lo que, sumado a una sequía que acompañó gran parte de la campaña, derivó en una producción que sería de 9,5 millones de toneladas (NdR, fue de 10,1 millones, según se informó ayer)”, explicó el especialista.
Ante el incremento en el consumo interno de Brasil y una producción propia de ese país que apenas satisface poco más de 50% de lo que se demanda, en 2013, fueron Estados Unidos en mayor medida y Uruguay que comenzaron a suplir la falta de trigo argentino.
“Dado el bajo nivel de producción en el país esperado para este año, Argentina continuará perdiendo participación en Brasil”, que ya analiza medidas para incrementar su propia producción de trigo. Según trascendió, el organismo oficial Companhia Nacional de Abastecimento (Conab) está pidiendo al gobierno medidas para incentivar un aumento del área sembrada con trigo en la campaña 2014/15”, se agregó.