ESCUCHARSon datos oficiales a mayo. Sin embargo, el total de trabajadores “en blanco” apenas fue 12.500 menos que en noviembre. La diferencia es porque hubo un fuerte aumento de personas con trabajo no asalariado, básicamente monotributistas. En Córdoba, la baja de asalariados registrados fue de sólo mil empleos en ese período
La cantidad de trabajadores registrados en el país en mayo pasado era de 13.211 mil, esto es “sólo” 12.500 menos que desde que asumió Javier Milei y 9 mil menos que un año atrás.
Sin embargo, si se desglosa por tipo de empleo, los asalariados privados registrados eran en mayo 6.223 mil trabajadores, 158 mil menos desde noviembre último, previo a la asunción del Presidente.
Los datos informados ayer por el Ministerio de Trabajo de la Nación marcan claramente por dónde impactó la crisis y la recesión que, si bien ya lleva varios años, se profundizó con las medidas tomadas por el actual Gobierno en el marco de la estrategia para “ordenar la macro”.
En cuanto a los datos de Córdoba, la cantidad de trabajadores privados registrados llegaron a 521 mil en mayo, 9 mil menos que un año atrás y 10 mil por debajo de noviembre pasado, último dato previo a la asunción de Milei.
El documento de la cartera laboral no incluye un desagregado mayor para el caso de las provincias.
De acuerdo con el informe que mide el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), el sondeo más abarcativo del trabajo registrado que mide la cartera laboral, en mayo ese indicador tuvo una caída de 0,2% (20,3 mil personas) en comparación con el mes anterior. Al tomar en consideración solamente a los registrados del sector privado, considerados los de mejor salario, retrocedieron 0,1% y acumulan así nueve meses consecutivos en declive, que comenzó en septiembre.
Entre los asalariados privados, Trabajo observó caídas de empleo en todas las categorías: personal en casas particulares (-0,5%), sector público (-0,3%) y del sector privado (-0,1 por ciento).
Entre los independientes la situación es dispar: en términos generales cayó -0,1% (1.800 personas), pero al analizar de manera desagregada, crecieron 0,5% la cantidad de monotributistas, mientras que monotributistas sociales y autónomos cayeron uno por ciento y 1,4%, respectivamente.
Comparación interanual
La secuencia más amplia, tomando en consideración el último año, muestra dos tendencias opuestas. El trabajo asalariado en retroceso (se redujo 1,4%, unos 142,2 mil trabajadores) explicado por contracciones en el sector privado y el personal de casas particulares (-2% y -4,6 por ciento) y el sector público estable (+0,1 por ciento).
Por el contrario, el universo monotributistas creció interanualmente siete por ciento, lo que explicó que el trabajo independiente avance 4,5%, es decir unos 132.600 trabajadores más bajo esta modalidad. Dicho de otra forma, en el paisaje del mercado laboral perdió peso el empleo mejor pago y con mejores condiciones en favor del trabajo sin relación de dependencia.
Específicamente sobre el sector privado registrado, los datos del SIPA oficial muestran que la recuperación pospandemia ocurrió entre agosto de 2020 y agosto de 2023 y que, tras ese mes -en el que ocurrieron las PASO presidenciales y la devaluación del 20% del entonces ministro de Economía Sergio Massa- la tendencia para el mercado laboral se interrumpió. Durante los primeros meses las caídas rondaron 0,1% y 0,2% pero desde enero fue más marcado y llegó a ser de -0,6% mensual en el primer mes de este año.
Por sector
Analizado por sectores, en mayo contra abril hubo tres sectores que ganaron cantidad de puestos de trabajo: Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (+0,7%); Pesca (+0,6%); y Explotación de minas y canteras (+0,1%); otros tres se mantuvieron estables (Comercio y reparaciones; Enseñanza e Intermediación financiera) y ocho cayeron.
Entre ese último grupo, la novedad es que la construcción dejó de ser el que muestra la sangría más fuerte: Industrias manufactureras (-0,4%); Hoteles y restaurantes (-0,4%); Suministro de electricidad, gas y agua (-0,3%); Transporte, almacenamiento y comunicaciones (-0,3%); y Construcción (-0,3%), enumeró la cartera que dirige Julio Cordero.
El panorama futuro
Un número con una marcada mejora es el de las expectativas de contratación, que se publica en un informe paralelo al SIPA. Se trata de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que incluye datos con un mes menos de rezago -es decir hasta junio- pero con un muestreo que contempla sólo empresas de un grupo de conglomerados y de más de 10 empleados. En este informe, el indicador de evolución general del empleo también dio una caída de 0,2% en comparación con el mes anterior
“Con esta variación, se verifican -en los principales aglomerados del país- siete meses consecutivos de caída neta del empleo, y se acumula una reducción de 2,4% desde noviembre de 2023. A la vez, se consolida la tendencia de desaceleración de la caída que se observa en los últimos meses, ya que en marzo fue de -0,5%, en abril -0,4% y en mayo -0,3%”, explicó el informe.
Si bien el EIL de junio no necesariamente deba ser tomado como un anticipo del SIPA de junio que se conocerá el mes próximo, el reporte marca que la caída fue más generalizada y que sólo dos de los sectores medidos (comercio y servicios sociales) se salvaron de un retroceso que es persistente aunque más leve que en meses anteriores.
“El empleo en la industria manufacturera mostró una contracción significativa (-0,5%), y registra el quinto mes consecutivo de caída. Por su parte, el sector de la Construcción continúa presentando la mayor contracción mensual (-0,7%), consolidando también la desaceleración de la caída en relación con los meses anteriores”, planteó el EIL.
En un anexo estadístico, la cartera laboral muestra en términos trimestrales el impacto en los distintos rubros del mercado laboral. En el último año, la construcción perdió nada menos que 15% de su dotación de personal, con mucha diferencia el sector más afectado por la recesión y el corte de la obra pública. Le sigue, mucho más atrás, la industria manufacturera, que perdió 1,4% de su planta laboral total.
Un índice que mostró una mejora es el de la expectativa de contratación de personal en el futuro. “Con relación a las expectativas netas de las empresas en lo referente a la contratación de personal para los próximos tres meses, se observa un repunte significativo en relación con el mes pasado. En esta ocasión, del 3,6% de las empresas que esperan tener cambios en su dotación de personal, el 2,3% espera aumentarla y el 1,3 espera disminuirla, resultando unas expectativas netas positivas que ascienden a casi el 1%”, mencionó Trabajo.
Analizado por rubros, “el sector con mejores expectativas para la expansión de sus dotaciones es el de Transporte, almacenaje y comunicaciones (2,8%), lo cual va en consonancia con la desaceleración de la contracción del empleo que se observa en este sector en los últimos dos meses. El segundo sector con mayores expectativas positivas es la Industria”, mencionó. Por el contrario, Construcción y Servicios comunales prevén un escenario sin cambios para el próximo trimestre.
