ESCUCHARAlcanzó $4.525,6 millones, 205,1% mayor que el acumulado un año atrás, producto de la fuerte suba de ingresos respecto a gastos. La mejora se sustentó en la caída de la inversión en obras, que reportó una baja nominal de 11% interanual. La Caja informó un rojo de $970 millones, frente a un resultado positivo de $304 millones de mayo de 2015
La Provincia de Córdoba alcanzó al 31 de mayo pasado un resultado financiero de 4.525,6 millones de pesos, 205,1% mayor que los 1.483,1 millones de pesos reportados un año atrás.
La mejora en el superávit, que en rigor ya se había observado al 31 de marzo pasado con los números del primer trimestre, quedó ratificada ahora y, al igual que en aquella instancia, a costa de un fuerte ajuste en la inversión en obra pública.
Concretamente, los gastos de capital, que incluyen principalmente partidas destinadas a trabajos públicos, alcanzaron 1.730,4 millones de pesos, 11% por debajo de los registrados en el mismo período de 2015.
Con los números a mayo inclusive, queda en evidencia que los anuncios de obra pública realizados por la gestión de Juan Schiaretti aún no se reflejan en las cifras oficiales.
De hecho, la mayoría de los megaproyectos lanzados por la administración provincial recién fueron licitados, o adjudicados en el mejor de los casos, sin registrar mayor avance.
Al mismo tiempo, la comparación interanual se realiza con un año electoral, cuando la aceleración en la ejecución de trabajos públicos quedó en evidencia con aumentos de casi 100 por ciento en la comparación interanual respecto a 2014.
Por lo demás, de acuerdo con los datos oficiales informados por la Provincia, los ingresos corrientes de la Administración Central alcanzaron a mayo pasado 36.429,6 millones de pesos, 41,3% por encima de los reportados en los primeros cinco meses del año pasado.
En tanto, los gastos corrientes del mismo período llegaron a 28.673,5 millones de pesos, 37,1% más elevados que un año atrás. Dentro de ese rubro, el gasto en personal se ubicó en 16.776 millones de pesos, 36,2% más que los 12.311,4 millones de pesos registrados al 31 de mayo del año anterior.
De esta forma, el resultado económico (ahorro corriente) de los primeros cinco meses del año llegó a 7.756,1 millones de pesos, 59,2% superior que el del año anterior.
Por su parte, los ingresos de capital alcanzaron 1.105,9 millones de pesos, 100,7% superior que los de 2015.
En tanto, los gastos de capital fueron de 1.730,4 millones de pesos, 11% menores que los del año pasado.
Esa caída, clave para comprender el superávit final logrado, es aún más profunda si se considera en términos reales, esto es influenciada por la inflación registrada en ese período.
De esta forma, los ingresos totales de la Provincia -siempre de la Administración Central- llegaron a 37.535,6 millones de pesos, 42,5% por encima del año anterior, mientras que los gastos totales fueron de 30.404 millones de pesos, 33% más elevados que en 2015.
Las fuentes financieras netas de la Provincia llegaron a 1.544,9 millones de pesos, 80% mayores que las del año pasado.
Con los datos a mayo, la tendencia de los números macro de las cuentas públicas se mantiene respecto al primer trimestre.
Las proyecciones para la segunda mitad del año seguramente cambiarán. Por lo pronto, los ingresos deberían mantener la dinámica actual en función de las variables económicas que los sustentan.
Por el lado del gasto sí habrá cambios objetivos. De arranque, con los números de agosto quedará reflejado el incremento del segundo aumento escalonado a los empleados públicos. El impacto del gasto salarial es clave en las cuentas públicas.
La hipótesis debería incluir un nuevo aumento a aquéllos producto de una inflación, que cerraría el año en torno a 40%. El Gobierno -por ahora- evita avanzar en ese tema pero parece un escenario ineludible.
En tanto, habrá una evidente aceleración de la inversión en obra pública y, por consiguiente, del gasto de capital.
Más allá del asiento contable respecto a si esas erogaciones se computarán como gastos del Tesoro o transferencias de la Agencia Córdoba de Inversión y Financiamiento (ACIF) por tratarse de crédito externo, en la práctica los recursos irán a engrosar las partidas en obra pública.
Con ese escenario, se descuenta que el superávit financiero se reducirá sensiblemente al cierre del año. Aun así, las cuentas deberían cerrar el ejercicio con resto, a diferencia del año pasado.
Párrafo aparte para la deuda flotante, que al primer semestre había crecido de manera sostenida y que deberá ser reducida con los ingresos extra que reciba la Provincia.
La Caja, en rojo
En tanto, las cuentas de la Caja de Jubilaciones de la Provincia volvieron a mostrar este año un creciente deterioro luego de la influencia positiva del diferimiento previsional, soportado por los jubilados durante la gestión de José Manuel de la Sota.
Según datos a mayo, el resultado financiero alcanzó 970 millones de pesos negativo, frente a 304,7 millones de pesos de superávit que reportó en el mismo período del año pasado.
Si bien Schiaretti ajustó las cuentas de la Caja al fijar un nuevo cálculo del haber inicial mediante la misma ley que eliminó el diferimiento, la norma no logró frenar el quebranto de aquéla, que se estima cerrará el año en torno a 1.400 millones de pesos.
Respecto a los números previsionales, la Provincia aguarda con expectativa un acuerdo con la Nación que permita cubrir parte del déficit de la Caja. Schiaretti apunta a que esa cobertura alcance 4.200 millones de pesos anuales, a cifras de este año, monto que seguramente será inferior luego de la negociación que encarará con la Nación tras una auditoría previsional pendiente.
Deuda
La deuda pública de la administración provincial alcanzó al 31 de mayo 19.337,2 millones de pesos, mayoritariamente en dólares. El pasivo aún no acusa el ingreso obtenido por la emisión de un bono en dólares en el mercado externo, en junio pasado.
