Al finalizar el primer semestre de este año, el monto rozó US$330 mil millones, incrementándose en relación con lo producido por el país a causa, principalmente, del salto cambiario. Mientras la deuda pública relevante ascendió a 45% del PBI
Un nuevo informe de la consultora Ecolatina advirtió ayer del incremento de la deuda pública con relación al Producto Bruto Interno (PBI).
Específicamente, la entidad precisó que, al finalizar el semestre, el monto de la deuda pública bruta creció a US$330.000 millones, incrementándose levemente respecto de diciembre de 2017.
No obstante, el punto clave es que -por los saltos cambiarios que se registraron tanto en mayo como en junio (54% entre el primer y el sexto mes del año)- el ratio en término del PBI de este monto creció de 57% a 80% durante 2018.
“Dos años después de la reapertura al financiamiento internacional (acuerdo con los holdouts), Argentina sufrió una inesperada salida de capitales que desató una crisis cambiaria y elevó peligrosamente el ratio Deuda Pública/Producto”, alertó la consultora en su comunicado distribuido a la prensa.
En la línea de estas comparaciones, también se incrementó la relación entre deuda pública relevante y PBI. El análisis de la consultora indica que el monto de este tipo de compromisos rozó US$187 mil millones a fines del mes pasado, con una diferencia de US$20 mil millones respecto de fines de 2017. “En términos del PBI, el ratio pasó de 30% a 45% en el primer semestre del año, llevándonos sin escalas al promedio de las economías emergentes”, se indicó (ver gráfico).
Perspectivas
En este escenario, y todavía lejos de una estabilización firma de la cotización de la divisa estadounidense, Ecolatina precisó cuáles deberían ser las condiciones para que se sostenga el rario existente a este momento entre deuda y PBI.
En este sentido, se destacan cuatro puntos principales: que Argentina cumpla con las metas fiscales acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se supere la recesión de la economía nacional, que finalmente se estabilice el tipo de cambio real, y que se reabra la oportunidad de acceder al financiamiento externo privado.
Aun así, el cumplimiento de estas premisas se encuentra todavía en un horizonte lejano, en una economía ajustada por las condiciones externas e internas.
“Los inversores sólo van a volver a comprar deuda argentina cuando terminen de digerir la fenomenal emisión de bonos de 2016-2017, observen progresos en materia económica (cumplimiento de la meta fiscal, reactivación y estabilidad cambiaria), y tengan certeza de que el próximo presidente electo tendrá un approach market friendly”, dijo Ecolatina.
Mientras tanto, la entidad analista ratificó algo que viene señalando en informes pasados: “Si el año que viene nuestro país no sale de la recesión, es probable que la economía caiga en un círculo vicioso de nuevos recortes de gastos y/o suba de impuestos para tratar de cumplir la meta fiscal, que deprimirán aún más la actividad”.