Por 42 votos a 25 y 4 abstenciones, la Cámara Alta votó en contra del decreto de necesidad de urgencia. Este instrumento -clave para las aspiraciones del Presidente-, sin embargo, seguirá vigente. Ahora, deberá ser tratado por Diputados. El jefe de Estado emitió un duro comunicado: “Ha llegado el momento de que la clase política decida de qué lado de la historia quiere quedar”. Villarruel ratificó su apoyo al primer mandatario. ¿Cómo sufragaron los cordobeses?
La administración de Javier Milei sufrió anoche una dura derrota luego de que el Senado rechazó el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que desregula la economía. Ahora, la definición trascendental de este tema pasó a Diputados, con una norma aún vigente pero que podría convertirse como la primera en ser desactivada por ambas cámaras del Congreso.
La norma insignia de Milei, que fue rechazada con 42 votos a favor, 25 en contra y cuatro abstenciones, elevó la tensión no sólo en el Congreso sino también en la relación entre el primer mandatario y la titular de la Cámara Alta, Victoria Villarruel.
Minutos después de conocido el resultado de la votación, el Presidente envió un fuerte mensaje en el que lanzó duras advertencias y apuntó directamente contra el arco político.
El primer mandatario adelantó que la votación de la Cámara Alta pone en riesgo la convocatoria al denominado “pacto de mayo”, que hizo durante la Asamblea Legislativa, pero dio un paso más en su mensaje: “Resulta imposible interpretar esta decisión de otra manera que como un intento de socavar el pacto de mayo, el Gobierno nacional y el cambio elegido por los argentinos”.
“Lo acontecido hoy (por ayer) en la Cámara de Senadores atenta contra la convocatoria del Presidente. La misma Cámara que ha habilitado casi 500 decretos de necesidad y urgencia del kirchnerismo, se ha encargado de rechazar el DNU del Presidente Javier Milei a sólo tres meses de su asunción”.
En sintonía con esta idea, Milei cerró la misiva con fuertes palabras hacia la oposición: “Resulta imposible interpretar esta decisión de otra manera que como un intento de socavar el pacto de mayo, el Gobierno nacional y el cambio elegido por los argentinos. En su discurso acerca del estado de la Nación, el Presidente planteó dos alternativas: el acuerdo o la confrontación. Ha llegado el momento de que la clase política decida de qué lado de la historia quiere quedar”.
Villarruel fijó postura
Mientras tanto la vicepresidente Victoria Villarruel rompió el silencio luego de la polémica en torno al debate en el Senado del DNU debido a que habilitó el debate que el kirchnerismo le pidió en reiteradas oportunidades. Una vez rechazada la norma en la Cámara Alta, y que Milei la acusara de tener una agenda propia, la titular del recinto se expresó y ratificó su apoyo al Presidente.
“Mi compromiso con Argentina y con Javier Milei es inclaudicable. Desde el momento en que Javier Milei me pidió que lo acompañara como diputada y luego en la fórmula presidencial nosotros sabíamos a lo que nos enfrentábamos y hemos trabajado espalda con espalda, a pesar de los incansables intentos por dividirnos. El Senado es la Casa de las Provincias y es un poder independiente de la República Argentina. Yo no me voy a convertir en Cristina Fernández de Kirchner. No me voy a convertir en aquello que vinimos a cambiar”, manifestó Villarruel.
Finalmente expresó: ”No hay gobierno sin institucionalidad. Por eso la política tiene que trabajar para la gente. No hay progreso sin libertad. Todo por Argentina”.
Intento fallido
Volviendo al debate en el recinto, en el inicio, el jefe de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, intentó una medida salvadora por medio de una moción para postergar el análisis de la medida. No tuvo éxito, con 41 votos en contra y sólo 30 a favor. En ese momento quedó marcado el destino final. Fueron claves para ello el kirchnerismo, los peronistas disidentes Carlos Espínola y Edgardo Kueider, así como legisladores provinciales como Mónica Silva (Río Negro) y los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano.
La definición del mega DNU pasa ahora a Diputados, que parte de una base de al menos 110 votos a favor del rechazo. Ni bien sea informada de la votación de este jueves, la Cámara Baja podrá debatirlo en el recinto, pese a que la idea del oficialismo es encontrar una salida y estirar la discusión por medio de la bicameral de Trámite Legislativo, que analiza este tipo de normas.
El problema de la bicameral es que para ayer mismo tenía una reunión -no realizada por la sesión- para recibir las explicaciones de funcionarios. Hay dos que son exigidos por la oposición: el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; y el ministro de Economía, Luis Caputo.
De hecho, Posse representa el mayor interés por su discreción. No podrá eludir por mucho más tiempo al Congreso, ya que tendrá que asistir a alguna de las dos cámaras para realizar el informe de gestión que plantea la Constitución. Algunos diputados radicales, como Julio Cobos, ya hicieron presentaciones en ese sentido.
Cómo fue el debate
El senador libertario y titular de la comisión bicameral de Trámite Legislativo, Juan Carlos Pagotto, tuvo una curiosa intervención exprés y prometió no extenderse debido a que, según dijo, “este DNU lo conocen todos y lo han estudiado todos de memoria”, tiene “una gran incidencia en lo que la gente quiere, y no creo que todos seamos los dueños de la verdad absoluta”.
Pagotto también criticó la “memoria selectiva” de la oposición kirchnerista, que en gestiones pasadas “emitió decretos que nunca se han tratado -muchas veces, ni la bicameral se conformaba- y afectan derechos de argentinos que hoy tienen vigencia”.
Minutos más tarde, el jefe del Frente de Todos, José Mayans, aseguró: “Pagotto no habló mucho porque no quería defender el DNU. Es abogado y sabe que le van a sacar la matrícula”.
Por su parte, la cordobesa Alejandra Vigo apuntó a cuatro puntos en los que se encontraba “dispuesta a debatir”, como el “desarrollo de economías regionales; el tratamiento de leyes laborales y previsionales, que son desafíos importantes; el sistema de salud y, fundamentalmente, las reformas del Estado”. No obstante, rechazó tratar “a libro cerrado” los 16 capítulos del mega DNU y solicitó la abstención.
En tanto, su compañero de interbloque, Edgardo Kueider (Entre Ríos), sentenció: “Desde el mismo 21 de diciembre, a pocas horas de que fuera emitido, dejé en claro mi posición respecto de que este DNU es inconstitucional”.
“Ahora nos agarró un apego al republicanismo. Somos gendarmes de la Constitución”, fustigó el presidente del PRO en la Cámara Alta, Luis Juez, al hacer uso de la palabra, y agregó: “Hoy aparece un señor con discurso horrible, pero la gente lo votó masivamente. Hizo lo que dijo que iba a hacer y ahora somos rigurosos examinadores de la Constitución. Yo no tengo nada que ver con este gobierno, pero la gente se expresó”.
Juez también felicitó a Villarruel ya que, “a pesar de las presiones”, entendió el reglamento del Senado y se apegó “a las normas” relacionadas con convocar al recinto ante pedidos de sesiones especiales. Además de Juez, también votó a favor su par Carmen Álvarez Rivero.