ESCUCHAREn sintonía con la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), la Cámara de Comercio de Córdoba (CCC) rechazó el paro convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) -el segundo que organiza desde que Javier Milei asumió la presidencia, hace cinco meses- y enfatizó que impacta de manera radicalmente negativa en el sector.
“El comercio, como es de público conocimiento, viene atravesando años críticos en materia de ventas y rentabilidad, y estas medidas significan menos posibilidades de cumplimiento a la hora de afrontar los gastos de funcionamiento diario, tales como salarios, servicios, alquileres. Un día sin ventas dispara una caída en dominó”, señaló.
La entidad juzgó que es de “vital importancia” respetar las instancias institucionales para resolver las divergencias o defensa de intereses particulares y abogó por el funcionamiento del Poder Legislativo.
En esa línea, consideró “criterioso” que “comiencen a aparecer los marcos legales que permitan impulsar el crecimiento y el desarrollo del país, con la seguridad jurídica que toda Nación requiere”.
“El país necesita reactivar la actividad de las pymes, la creación de nuevas empresas, emprendimientos y mantener las fuentes de trabajo, como así también reducir la informalidad y la precarización laboral. De manera contraria, el escenario será irremontable. Respetamos el derecho a huelga, pero la consideramos, por lo menos, inoportuna en un momento en donde la Argentina necesita levantar cabeza”, agregó la Cámara de Comercio cordobesa.
Ley Bases
“Lejos de poner hoy en consideración si las particularidades de la Ley Bases, tanto como las medidas fiscales promovidas por el Gobierno, son en su totalidad acertadas, la convalidación por parte del Congreso impregna de un nuevo aire a la forma de definir el futuro y rumbo de Argentina”, manifestó José Viale, presidente de la CCC.
“La aprobación en Diputados ha sido un gran paso que brinda mayor institucionalidad jurídica y legitimidad política, condiciones ambas necesarias para el progreso de un país que tiene como base la democracia, así como para la confianza de los actores externos. No podemos permitirnos volver atrás y discutir las cosas en la calle”, sumó el dirigente.
Previa
Horas antes del inicio de la medida de fuerza, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios la fustigó y la definió como “injustificada y por demás inoportuna”.
“Resulta llamativo que a cinco meses de la asunción del actual Gobierno Nacional ya se lleve a cabo un segundo paro general, cuando durante los cuatro años del anterior período presidencial no hubo siquiera una sola protesta de estas características, cuando el panorama económico y social de entonces lejos estaba de ser idílico”, expresó en un comunicado.
La CAC juzgó además que “los padecimientos presentes tienen su origen en desaciertos previos, algunos de larga data -como las excesivas regulaciones y la presión tributaria desproporcionada- y otros que se magnificaron notablemente durante los últimos años, como el desorden en las cuentas públicas y la excesiva emisión monetaria”.
También cuestionó a los sindicalistas que rechazan la reforma laboral incluida en el proyecto de Ley Bases y planteó que, en ese aspecto, la iniciativa oficial prevé cambios “bastante acotados” y “mucho menos ambiciosos que los planteados en el texto original”, por lo que estimó que “una oposición cerril es difícil de comprender”.
En esa línea, consideró que el paro no tiene justificativos y que se conjuga con las “múltiples y perniciosas perturbaciones” que le genera a la población.
Demanda
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) se pronunció en sentido similar.
Reiteró que respeta el derecho de huelga pero advirtió que la delicada situación del sector pyme impide la adhesión al cese general de actividades.
Subrayó que la caída de la demanda, que repercute seriamente en el comercio y la producción industrial pyme, se agrava en un escenario de fábricas y locales cerrados, lo que genera “cuantiosas pérdidas económicas adicionales”.
La CAME indicó que es consciente de las dificultades que atraviesa el país y planteó que, por eso, las pumes necesitan trabajar para hacer frente a sus obligaciones financieras y mantenerse como generadoras de empleo registrado en Argentina”.
“Somos respetuosos de las decisiones del sindicalismo y del derecho a huelga establecido en la CN. Convocamos al diálogo y al consenso de todas las partes para apuntalar la actividad, la producción y las ventas”, señaló la entidad que agrupa a más de 400.000 pymes del comercio economías regionales, la industria y la construcción de todo el país, que emplean a más 2.500.000 de personas.
Transporte
En tanto, numerosas cámaras relacionadas al transporte de cargas y al comercio difundieron comunicados para expresar su rechazo al paro nacional.
La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) aseveró que es “inexplicable e inoportuno” y que suscita una “gran frustración” en las miles de pequeñas y medianas empresas representadas en las 43 cámaras que la integran, que en un contexto económico muy complejo “hicieron un enorme esfuerzo para cerrar un acuerdo paritario por encima de la inflación” y que sufrirán las consecuencias del incumplimiento de sus compromisos contractuales.
“Consideramos que en el actual contexto es especialmente inoportuno y dañino detener la actividad del país. Hoy, más que nunca, necesitamos reactivar la economía para generar empleo de calidad que permita mejorar la situación de millones de argentinos, y para eso apelamos al esfuerzo y compromiso de todas las partes involucradas, en pos de la construcción de políticas consensuadas para el bien común”, aseguró en el comunicado que difundió.
Por su parte, la Primera Asociación Empresarios Transporte Automotor de Cargas (PAETAC) también expresó su total desacuerdo con el paro al que convocaron organizaciones sindicales, por considerarlo perjudicial para el desarrollo económico y social del país. “En momentos donde la actividad económica ha disminuido significativamente, propiciar la interrupción de las labores productivas y comerciales se traduce en mayores pérdidas económicas tanto para las empresas como para los trabajadores. Este tipo de acciones no solo afectan a los empresarios, sino también a los empleados, muchos de los cuales dependen del trabajo diario para sustentar a sus familias”, resaltó.
En cuanto al caso particular de las empresas de transporte de carga, señaló que, con gran esfuerzo, sostiene los puestos laborales y reconocen aumentos salariales que “no solo cubren los aumentos inflacionarios, sino que lo superan mejorando el poder adquisitivo de los salarios”.
Bajo esa premisa, expresó que un paro general “no es el camino” y recalcó que es necesario buscar soluciones que promuevan el empleo, la inversión y el bienestar de los ciudadanos.
Jornada
El paro impactó en los sectores afectados por la paralización del transporte, que no fue total. Varias líneas de colectivos funcionaron con normalidad durante toda la mañana, a diferencia de trenes, subtes y aviones que sí estuvieron paralizados, a excepción de la lowcost FlyBondi, que operó desde Ezeiza.
La actividad privada no se sumó a la convocatoria de los gremios. Shoppings, supermercados, grandes cadenas e incluso los comercios barriales abrieron, así como la mayoría de las estaciones de servicio.
Los colegios privados funcionaron con normalidad y se las ingeniaron para garantizar presencia docente en las aulas en reemplazo de los educadores que no pudieron viajar a dar clases o decidieron no trabajar.
