La rotación de los cultivos responde a la subida de los precios internacionales. La soja se reserva para el mercado chino y se ve superada por el maíz en precios y en rendimiento.
Mientras el maíz ganó superficie de cultivo, este año la soja retrocedió respecto a la siembra de la campaña anterior. Según estima la Bolsa de Cereales de Córdoba, la superficie de soja que se terminará sembrando en la provincia de Córdoba se situará en torno a las 5.334.000 hectáreas.
Esto se traduce en 0,5 % menos que la extensión que se cultivó el año pasado.
Mientras tanto, la siembra de maíz se situaría en 1.492.000 hectáreas, es decir, 10% más que en la campaña anterior.
La tendencia a este reacomodamiento de la siembra, que rompe con el monocultivo de la soja, responde a varios factores. Por un lado, incidió la cuestión climática, con lluvias demoradas en 2009. Por otro lado, la mejora de la actividad ganadera impulsó la demanda de maíz como insumo para poder abastecer principalmente el mercado interno.
Sin embargo, el factor más importante ha sido la subida de los precios internacionales. La mala cosecha de Rusia y el direccionamiento de la producción de Estados Unidos al mercado interno potenciaron a Argentina como proveedora mundial de un maíz sobrevaluado en virtud de la escasez. Su precio se incrementó más de 30% desde el primer trimestre del año.
La soja, para China
Hoy, la soja es principalmente exportada como aceite y se utiliza también para la alimentación de cría de animales en China e India. Ayer, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, ratificó que el objetivo de mediano plazo es “llegar a una cosecha de 150 millones de toneladas”. Córdoba aporta 25% de la producción de esta oleaginosa. El titular de Agricultura sostuvo desde Beijing que el comercio mundial de granos requiere que Argentina replantee el proceso de comercialización, de manera de disminuir costos de intermediación.
En esa línea, Domínguez apuntó que después de la desaparición de la Junta Nacional de Granos, Argentina tendrá que “repensar una alianza pública-privada”. “Ver, por ejemplo, cómo la Oficina Nacional de Control del Comercio Agropecuario (Oncca), con las cooperativas y con las bolsas de cereales, generan una plataforma que dé respuesta a la demanda de nuestro principal cliente de cereales y oleaginosas, de aceite y poroto de soja”, señaló el ministro.
Lo cierto es que la cosecha de la campaña anterior ya está prácticamente vendida e incluso los productores de aceite están comprando la materia prima pagando altos precios, para garantizar el abastecimiento de la demanda china. A modo de ejemplo, la industria en la zona de influencia de Rosario pagó hasta 1.320 pesos la tonelada (334 dólares) por partidas de soja disponible, mientras el FAS teórico oficial estimado por el Ministerio de Agricultura se ubicó en 1.266 pesos (320 dólares).
Los últimos datos oficiales publicados por éste indican que al 24 de noviembre pasado la industria y la exportación habían comprado 49,6 millones de toneladas de soja 2009-2010, sobre una producción nacional estimada en 55 millones de toneladas.
El complejo sojero argentino exporta más de 16 mil millones de dólares y representa 65 por ciento de las exportaciones agroindustriales totales.
Argentina también proveerá tecnología
Firmarán un protocolo para exportar embriones bovinosChina demanda unos 150 mil embriones por año. Ayer, la secretaria de Integración Nacional de la Jefatura de Gabinete, María del Carmen Alarcón, confió en que “en el primer semestre del año próximo se firme con China el protocolo que permitirá la exportación del paquete tecnológico de genética bovina, que involucra embriones, semen congelado, servicios y tecnología”.
Por medio de esta iniciativa, los centros de genética argentinos podrían entregar, en 5 ó 6 años, 50% de esos requerimientos, según estimaciones oficiales.
Alarcón explicó que esta decisión de trabajar sobre el protocolo implicó la realización de un estudio de factibilidad y la proyección de un centro público-privado de genética ubicado en la Patagonia, debajo del paralelo 42, libre de vacunación de aftosa.
En marzo se realizarán las primeras reuniones con autoridades y técnicos chinos para concretar el intercambio tecnológico y en el primer semestre se firmaría finalmente el protocolo para comenzar a trabajar en la comercialización.
La inciativa coincide con los planteos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner acerca de la necesidad de diversificar las exportaciones argentinas, para privilegiar el desarrollo de una economía industrial que pueda comercializar los productos de la aplicación tecnológica nacional.
En esa línea, la Presidenta destacó la urgencia de “contribuir al modelo de exportación de valor agregado”, para modificar el modelo agroexportador.