Se podrán comprar divisas para atesoramiento, aunque con el recargo de 20% en concepto de “anticipo de Ganancias”. Expectativas en diversas actividades de la economía para ver cómo reacciona el mercado.
El Gobierno volverá a habilitar desde hoy la compra de dólares para ahorro a personas físicas, en medio de un escenario plagado de incertidumbre y confusión sobre cómo y quiénes podrán acceder al billete estadounidense, escenario que se despejará una vez conocida la resolución de la AFIP.
A partir de esta jornada, las personas físicas que deseen adquirir la moneda norteamericana, una vez que hayan obtenido la autorización de la AFIP, abonarán el tipo de cambio oficial, sumado al 20% por la retención del impuesto a las Ganancias.
Para el ministro de Economía, Axel Kicillof, ese mecanismo de comprar dólares en los bancos para atesoramiento “tendrá un sesgo hacia los que menos tienen” pues “la medida va a impedir que los dólares se los lleven quienes más tienen”.
Esa reducción se aplicará sólo para aquellos que quieran ahorrar dólares, pues para los turistas que realicen viajes en otros países o quienes hagan compras con tarjetas de crédito al exterior, la medida está demorada.
El funcionario afirmó que “en el caso de venta de divisas por turismo y para gastos con tarjeta en el exterior, el paso de 35 a 20 por ciento no será implementado este lunes”.
Después de una semana con la devaluación más abrupta en 12 años, Kicillof dijo que “el tipo de cambio de ocho pesos es un nivel adecuado pero quieren llevarnos a un dólar de 13 pesos, que tendría un efecto devastador sobre la producción, el empleo y los salarios. No lo vamos a permitir”, dijo.
Nuevo escenario
En este contexto, el cepo cambiario se flexibilizará, luego de que el avance de la devaluación del peso parecía no tener freno, puesto que durante los últimos días el dólar paralelo llegó a negociarse por más de $13 y el oficial alcanzó un récord de más de $8.
Tras el anuncio de la nueva medida, el mercado marginal se mantuvo prácticamente paralizado: en la mayoría de las “cuevas” no se ofertaba la divisa norteamericana y, en muchos casos, siquiera se informaba su cotización; a su vez, la cantidad de “arbolitos” en el centro porteño disminuyó notablemente.
Las agencias de viaje, por su parte, también se encuentran en una situación similar y aguardan a reactivar sus actividades normalmente hasta que la situación se estabilice.
Las restricciones ligadas al mercado cambiario, en las que el Banco Central y la AFIP tuvieron un papel protagónico por tener una mayor supervisión sobre las operaciones en dólares, comenzaron en 2011 y ahondaron más durante 2012.
A la cotización del viernes, quien desee comprar dólares deberá pagarlos a $9,60, si es que la AFIP lo autoriza. Ello se debe a la aplicación de una tasa de 20% en concepto de “anticipo en el impuesto a las Ganancias”, tal como lo explica el Gobierno, pese a que en realidad la mayoría de los asalariados, los monotributistas y muchos otros interesados en adquirir divisas no tributan ese gravamen, por lo cual para ellos la devaluación será 20 por ciento mayor.
Kicillof dijo que la compra de dólares para tenencia “pagará un anticipo del impuesto a las Ganancias equivalente a 20 por ciento de la operación” pero aclaró que “en el caso de venta de divisas por turismo y para gastos con tarjeta en el exterior, el paso de 35 a 20 por ciento no será implementado este lunes”, y no brindó precisiones sobre si se aplicará.
“El turismo interno este año mejoró mucho y la gente que quiso viajar al exterior viajó. Es gente de alto poder adquisitivo, que pudo gastar dólares sin límites en el exterior a través de su tarjeta de crédito”, sostuvo el ministro en un reportaje publicado el fin de semana por Página/12.
Añadió que el parámetro para poder comprar dólares se calculará sobre “el nivel habitual de ingresos” y otra vez será la AFIP “la que permitirá una consulta web que habilitará la compra en entidades bancarias”.
Kicillof también analizó el comportamiento de los ciudadanos: “Con los sectores de menores ingresos se da una paradoja: si hubiese habido una inflación desbocada, esos sectores no estarían pensando en comprar dólares, ya que no llegarían a fin de mes, pero creemos que tienen un adicional para tenencia de dólares”.
“Cuando accedan al mercado de cambios, se van a desbaratar esas mentiras que no obedecen a una desorientación de quienes las dicen. Responden a determinados intereses que permanentemente se dedican a señalar que todo está mal y va a ir peor”, dijo.
La opinión de los analistas
El productor agrario no va a salir de la soja o del trigo para comprar dólaresLa noticia de la parcial liberación del cepo cambiario sorprendió también al campo y se escucharon algunas voces que desestimaron que el productor pueda salir de la soja u otro cultivo acopiado para comprar dólares.
“En realidad no se pueden sacar conclusiones, sí decir que toda la devaluación le sirve al sector agroexportador, pero debe haber medidas más complejas y abarcativas de la emisión monetaria, tasa de interés, inflación; insistir con la paridad cambiaria no soluciona los problemas”, indicó Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa. El dirigente consideró que la medida puede derivar en una mejora para el sector, pero los insumos de origen o matriz importada también sufrirán un incremento.
Lo que descartó totalmente es que el productor salga de la costumbre de ahorrar en “producto”, vaya a vender soja o trigo para volcarse al dólar porque ya lo podría haber hecho en el mercado informal y no lo hizo. “El productor ahorra en el producto que tiene, cuando llega la época de siembra, canjea insumos, tareas laborales, flete, entre otros gastos”, dijo y destacó que “hay mucha soja en manos de exportadores y de acopio y que no está en tenencia de los productores”, afirmó.
En tanto, el analista Pablo Adreani, de Agripac, expresó que “con esta mejora del tipo de cambio, si los costos de producción de bienes y servicios del agro no ajustan, por el tipo de cambio puede darle cierto tipo de beneficios al productor en rentabilidad”.
También analizó que si después de este ajuste hay un aumento en el costo de los servicios y de producción del agro, el beneficio para el productor es neutro, porque tiene una commodity que cotiza en dólar. El productor tiene un mayor ingreso en pesos cuando tiene que ir a pagar esos costos de fletes o de cosecha que aumentan al mismo valor del dólar, lógicamente ya sembró con un dólar más barato y “teóricamente los costos de insumos importados van a subir en pesos”.
“La medida le puede otorgar una mejora en la productividad si los costos de bienes y servicios en pesos no aumentan en la misma proporción en que se devaluó la moneda”, consignó.