ESCUCHAREs lo que indicó al detallar lo que pretende para su gestión. Busca apoyarse en lo que denomina “tres dimensiones del diálogo”: público-privado, privado-privado y público-público.
Por Cecilia Pozzobon – [email protected]
Heredero de la política impulsada por el ahora candidato a vicegobernador de la provincia de Córdoba, Martín Llaryora, de quien fue su secretario; pero responsable, a su vez -desde esa función-, de la aplicación de las teorías que conciben la economía como un conglomerado interrelacionado de cluster, el economista Guillermo Acosta ocupa ahora el máximo cargo en el Ministerio de Industria, Comercio, Minería y Desarrollo Cinetífico Tecnológico de Córdoba.
A dos semanas de haber asumido, recibió en su oficina a Comercio y Justicia para detallar los objetivos que espera cumplir durante su gestión y los trabajos que ya se vienen llevando a cabo desde cuando revistaba como secretario de Industria en la cartera.
-¿Qué objetivos se van a perseguir durante esta gestión?
-El gran objetivo de nuestro Ministerio es velar por la competitividad de las empresas de Córdoba. Para ello, debemos mejorar nuestros procesos para así mejorar nuestra competitividad. Yo no puedo exigir que las empresas de Córdoba mejoren su competitividad si nosotros no mostramos que mejorarmos nuestros procesos. Siempre con una mirada microeconómica porque es allí donde un gobierno provincial puede hacer cosas. Este objetivo está sostenido por nuestra principal política de Estado, que es el diálogo: hablamos con todo el mundo y a agenda abierta. Por eso nuestras reuniones son eternas. Aplicamos tecnología blanda y barata: no cuesta más que un café. Así fomentamos el diálogo en sus tres dimensiones: impulsamos el diálogo público-privado, estimulamos el privado-privado, pero también generamos el público-público. Ello para aplicar la gran herramienta de política industrial moderna: solucionar los problemas de coordinación mediante la generación de clusters.
-Desde el año pasado se viene trabajando en esa dirección…
-Sí, y la idea es fortalecer los ya existentes. El cluster petrolero viene funcionando muy bien, con empresas que se están asociando porque ven negocios. En principio era un sector que se pensaba mirando lo doméstico y ahora resulta que estamos viendo que también tiene potencial exportador. Tiene posibilidades de colocar piezas petroleras para las industrias de Brasil y Bolivia, lo que lo hace más que interesante. También estamos trabajando con el cluster de la salud. Previo a ello apoyamos la conformación de la cámara que agrupa las empresas que fabrican para la salud, que es un grupo heterogéneo en cuanto a las que lo conforman porque hay del rubro textil, del software, del plástico, de descartables y otros. Ése es un enfoque mucho más moderno: agrupamiento por mercado y no por sectores. El cluster petrolero responde a eso.
-En esos casos ocurrirá que haya empresas que integran más de una cámara y más de un cluster. ¿Es así?
-Lo que ahí aparece -y es también es el desafío cuando uno habla de cluster- es la posibilidad de lograr concebir la economía como un conjunto interrelacionado de clústers. Ahí empieza a aprecer la riqueza de este esquema en el que los coordinadores de clústers son quienes deben mirar el todo y deben hacer el relacionamiento entre empresas. Hay que destacar que los clústers no compiten con nada que esté armado. Un cluster automotriz no va a desplazar ni a Adefa, ni a AFAC. Un cluster automotriz en Córdoba se centraría en estudiar cómo se puede trabajar en toda la cadena para aumentar la eficiencia, transfiriéndola desde los eslabones que la tienen en mayor medida a los que tienen deficiencias. Viene a ocupar áreas que están vacantes y que tienen que ver con sentar a todos los actores para coordinar. Volvemos a lo mismo, eliminar las fallas de coordinación, lo que responde política industrial moderna. También vamos a seguir con la formalización de sectores, como ocurrió con la industria de la salud; vamos a avanzar con la de la industria química, que no tiene cámara, para darle entidad a un sector que hoy no la tiene. Para nosotros eso es central. Así podemos tener interlocutores válidos, es decir, aquellos elegidos por los integrantes del sector para ser representados. La política central del Ministerio es el diálogo. Ni el ministro ni los secretarios saben lo que hay que hacer en el sentido de política pública. Lo que sabemos y tenemos claro es que debemos sentarnos con el sector privado para delinear qué queremos hacer juntos. Así lo hicimos el año pasado con los programas de Bancor con Fiat, con Volkswagen y con Iveco.
-¿Se va a elaborar algún nuevo programa para ese sector?
-Tenemos alguna idea que estamos consultando con los interesados. Es un sector que va a mostrar noticias interesantes porque la Provincia está peleando la potencial radicación de emprendimientos para el sector automotor. Ahí la intención que tenemos es trabajar con toda la cadena, con las terminales, con el primer y segundo anillo de proveedores, con esta idea de mejorar la competitividad de toda la cadena a partir de la coordinación y el diálogo. Viendo cómo las grandes capacidades de las terminales en cuanto a calidad, finanzas, producción pueden pasar al primer anillo y de ahí al segundo.
-El Plan 20 cuotas de la Cordobesa, ¿se extiende?
-Todavía no hemos hablado con el banco. Habrá que juntarse antes de fin de mes. El de Volkswagen también se vence a fin de mes. Va a haber que apelar a la creatividad para ver qué se puede hacer en un año que todo indica que no va a ser muy distinto de 2014.
-¿Qué otros proyectos manejan?
-Proyectos, muchos. Somos un ministerio enorme, con nueve secretarías. Cada una de ellas con sus proyectos y objetivos. El tema de la innovación nos interesa mucho. Tenemos que ver cómo hacemos para innovar. Ahí tenemos el programa Emprende Industria, que es una herramienta extraordinaria por el esquema de monitoreo que tiene con la empresa madrina, y por los fondos que puede aportar la madrina y que después puede desgrabar, con lo cual el verdadero inversionista es la Provincia. También queremos terminar la gestión con muy buena información, lograr tener con las industrias un mapa georeferenciador como el que hoy existe para el comercio, cosa de poder disponer de un gran mapa productivo cordobés. Asimismo, se va a trabajar en la migración de la actual clasificación con la que se registran los comercios en el Sifcos, a la del Clanae (Clasificación Nacional de Actividades Económicas), ya vigente en el registro industrial, lo que va a permitir que la información sea comparable. La idea es que se puedan incorporar las mejoras que tiene el registro industrial (por ser el segundo) al del comercio, que fue el primero.
Parques industriales siguen en carpeta
Guillermo Acosta destacó el esfuerzo que se hizo el año pasado para dinamizar los parques industriales. “Hay que tener en cuenta que el trámite comienza en este Ministerio y termina en este Ministerio, pero entre medio pasa por muchas otras reparticiones”, explicó, en relación con el procedimiento. “Por ello hemos buscado generar un buen vínculo con la gente de Catastro, de Ambiente, de Recursos Hídricos. Hicimos reuniones con todos, capacitaciones sobre cómo se deben armar los expedientes, los estudios”, explicó.
Señaló además que la gestión debe converger para que todos los parques aprobados por la Provincia también estén aprobados por la Nación. “Hay que tener en claro que la Nación tiene muchos más resortes, como aportes no reembolsables para obras de infraestructura”, evaluó.
