El Gobierno nacional volvió a instar a los acreedores a que presenten una propuesta de negociación que tome en cuenta los parámetros de sostenibilidad de la deuda.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, en una entrevista con el diario británico Financial Times, dijo que aún hay “múltiples combinaciones de parámetros” para un acuerdo de deuda que “funcionaría para nosotros”.
Agregó que hay “flexibilidad” dentro de las limitaciones que enfrenta el país, con lo que rechazó la afirmación de los acreedores de que Argentina les presentó una oferta de tipo “tómalo o déjalo”.
Así, Guzmán expresó que el Gobierno insistirá con alcanzar un acuerdo sustentable, si bien no descartó la posibilidad de que Argentina incurra en default si no llega a un acuerdo con ellos.
“Será mejor para todos si este acuerdo se realiza más temprano que tarde, pero nuestros esfuerzos no cesarán hasta que hayamos resuelto el problema de lograr la sostenibilidad de la deuda”, dijo el funcionario.
En otra nota, en este caso con la agencia Reuters, reveló que Argentina está en negociaciones con el Club de París respecto al planteo formulado de prorrogar el pago que vencía ayer, de US$ 2.100 millones dólares, por el lapso de un año.
“El Club de París ha sido receptivo y el proceso para reprogramar la deuda está en curso”, agregó.
El Ministerio de Economía reveló que uno de los grupos de acreedores acercó una propuesta “incompatible con el marco macroeconómico de las autoridades” y que no reconocía la “necesidad de un alivio” de flujo de efectivo a largo plazo para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública de Argentina.
El grupo que presentó esa oferta está encabezado por Blackrock, un megafondo de inversión liderado por Larry Fink.
Esta contrapropuesta, explicó Economía, se basó en la suposición de que Argentina sólo tiene restricciones de liquidez a corto plazo y propuso resolverlas por medio de tres mecanismos. El primero de ellos, un alivio parcial y decreciente del cupón en efectivo durante los primeros cuatro años antes de volver a los niveles contractuales; el segundo caso, una compensación del alivio del cupón con pagos en especie; y en tercer lugar una ampliación de cuatro años del plazo de vencimiento para los bonos cuyo vencimiento sea antes de 2028, según precisó el ministerio.
El Gobierno aseguró que el país sigue abierto al diálogo “constructivo” con sus acreedores, al tiempo que reiteró que sólo puede emprender una operación de deuda que asegure la sostenibilidad a largo plazo.