ESCUCHARCon el protagonismo de la vicepresidente Victoria Villarruel, la Libertad Avanza apunta a lograr sendos dictámenes con cambios que luego deberá refrendar Diputados. El RIGI, Ganancias y las facultades delegadas persisten como ejes del debate. La dilación en la sanción de las normas derivó en la caída del “pacto de mayo”
El Gobierno de Javier Milei buscará esta semana lograr sendos dictámenes sobre los proyectos de Ley Bases y del paquete fiscal, en el marco de una nueva reunión del plenario de comisiones del Senado que desde hace días debate eventuales cambios a las iniciativas aprobadas en Diputados.
En ese contexto, la reaparición en las negociaciones de la vicepresidente y titular del Senado, Victoria Villarruel, apuntará a acelerar un debate que aparece empantanado en la Cámara Alta, mucho más refractaria que Diputados para ambos proyectos.
De hecho y luego de varios intentos por imponer los proyectos que venían desde la Cámara Baja, ahora el oficialismo accedió a introducir cambios.
En ese marco, el Gobierno se enfrenta ahora a la compleja decisión de definir hasta dónde cederá sus banderas para conseguir los demorados dictámenes, ante un grupo de la oposición dialoguista que aprovechó el cambio de actitud de la administración de Javier Milei y busca sumar nuevas modificaciones sobre ambas iniciativas.
El oficialismo perdió mucho tiempo en debates estériles hasta que accedió a introducir cambios.
En ese contexto, apartó a la vicepresidente de las negociaciones, situación que ahora se revirtió. El Ejecutivo pretende que Villarroel encabece las reuniones con senadores y gobernadores para lograr avanzar en el nuevo texto.
Con la ventana abierta para la negociación, el peronista disidente Juan Carlos Romero -clave en diciembre pasado, cuando juntó a 39 legisladores para votar autoridades e integrar comisiones, en detrimento del kirchnerismo- aglutinó en los últimos días entre cinco y ocho senadores que, en el transcurso del fin de semana, delinearán las sugerencias de cambios a ambos proyectos.
Antes de llegar al recinto se necesitan los dictámenes de las comisiones de Legislación General; Presupuesto y Hacienda; y Asuntos Constitucionales de la Cámara Alta. Allí se encuentran varios de los “dialoguistas” que tienen juego propio y visiones distintas entre ellos.
A partir de hoy, el Gobierno tendrá que hacer frente a los reclamos sobre el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), el blanqueo, las facultades delegadas, la desactivación de la moratoria previsional y las privatizaciones, entre otras cuestiones. Ni hablar del artículo sobre Ganancias, que está al tope de los cuestionamientos, particularmente de los representantes patagónicos.
Los dialoguistas buscarán presentar un texto que sea aceptado por el oficialismo para blindar firmas en las comisiones y llegar al recinto sin rechazos en artículos clave -salvo Ganancias, por ahora- y dejar el camino liberado para que Diputados tome la última decisión. Sería la forma de salvar la discusión en el Senado.
Esta opción no es tan sencilla ya que, por caso, cuando el Gobierno retoque un artículo, habrá una potencial firma del dictamen que se quejará.
De todas maneras, el oficialismo necesita sí o sí a los dialoguistas para los despachos y sólo podría obviar a algún legislador de este grupo. No más. Es decir, un terreno complicado.
Después será la hora del recinto, si es que no ocurre un imponderable en el medio. Allí, habrá senadores que no querrán votar algunos artículos y comenzará una estrategia de ver quién se levanta y quién del “banco de suplentes” se expone a sostener el número, un trabajo de magnitud para un oficialismo libertario que, salvo sus principales nombres -Ezequiel Atauche y Bartolomé Abdala-, se ausentó en gran parte del plenario de las comisiones.
En ese contexto, en las últimas horas perdió peso la chance del denominado “pacto de mayo” que Milei quería firmar con los gobernadores en Córdoba el próximo sábado 25, con ambas leyes ya aprobadas.
Descartada esa sanción por los tiempos, Milei dispuso primero venir sólo él a Córdoba, prescindir de los gobernadores y que el pacto sea “con la ciudadanía”.
También esa opción está en dudas. Todo pasaría para el 20 de junio en Rosario aunque a esta altura cualquier opción es apenas sólo eso, una alternativa entre tantas.
