El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) oficializó la reducción de cargos y sobretasas de deuda tras completar la revisión de la política adoptada en la materia.
En un comunicado, el FMI ratificó la decisión que anunció días atrás. Precisó que su directorio “llegó a un consenso” sobre las reformas de los cargos, recargos y comisiones por compromiso que reducirán sustancialmente el costo de los préstamos de la Cuenta de Recursos Generales (CRG) “en un momento en que las tasas de interés mundiales son elevadas”. Además, indicó que salvaguardarán su capacidad financiera “para apoyar a sus miembros en situaciones de necesidad”.
Precisó que reducirá el margen pagado sobre la tasa de interés del DEG y la tasa de recargo basada en el tiempo y que “aumentará los umbrales de endeudamiento por encima de los cuales se aplican los recargos basados en el nivel y las comisiones por compromiso”.
En tanto, especificó que los cambios entrarán en vigor el 1 de noviembre.
La ratificación del paquete de reformas se conoció en el inicio de la asamblea anual del FMI, que convoca a los responsables de la gestión económica y a los banqueros centrales de todo el mundo, que contará con la presencia del ministro Luis Caputo y las principales figuras del equipo económico.
El FMI comunicó que espera que la medida reduzca los costos de endeudamiento para los miembros en alrededor de US$1.200 millones anuales y los pagos sobre el margen de cargos y recargos en un 36% en promedio.
En ese marco, estimó que el número de países que pagan recargos disminuya de 20 a 13 (en el ejercicio fiscal 2026).
En el comunicado que difundió, reveló que “los directores apoyaron ampliamente el paquete de reformas esbozado” y que observaron que “equilibra los intereses de los acreedores y los deudores” al reducir significativamente los costos de los préstamos, preservando al mismo tiempo el mecanismo de incentivos basado en los precios y la capacidad de generación de ingresos.
El Gobierno estima que la nueva política implica un alivio de unos 3.200 millones de dólares para la Argentina y que se sentirá especialmente durante los próximos tres años fiscales, durante los cuales la merma será de alrededor de 1.100 millones de dólares.