domingo 22, diciembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

El derrumbe de los mercados globales golpeó a Argentina y Córdoba no quedará exenta

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La caída de las bolsas mundiales -producto de un combo de factores- impactó en acciones y bonos locales. Si bien el Gobierno salió a aclarar que Argentina no será ajena a las consecuencias, “no afectan el camino” elegido por Milei. Aunque prematuro, en la Provincia y el municipio admiten que, por lo pronto, encarecerían la toma de deuda y descartarían una posible reestructuración de pasivos en dólares

Las bolsas mundiales atravesaron un “lunes negro”, en el segundo día de contundentes bajas, un sell off de corto plazo que consumió para Wall Street las ganancias de los últimos tres meses, mientras que para los mercados europeos implicó regresar a mínimos desde marzo de 2023.

La jornada estuvo marcada, en primer lugar, por el desplome de 12,4% que registró el índice Nikkei de Tokio y en segundo lugar por las dudas que generaron los últimos datos macroeconómicos que se publicaron en Estados Unidos.

Esta situación provocó que Wall Street haya operado con bajas del orden de dos a tres por ciento y un negativo cierre bursátil en Europa ante el temor a una recesión en EEUU. En el Viejo Continente, los descensos se alinearon con caídas de 1,4% en París, de 1,8% en Frankfurt, de dos por ciento en Londres y de 2,3% en Milán.

Cabe destacar también que el índice VIX, que mide la volatilidad de las bolsas, se disparó por la mañana hasta alcanzar 65 puntos, si bien luego descomprimió la tendencia al entorno de 35 enteros. Se mantiene alejado, sin embargo, de los 82,7 puntos que llegó a registrar al inicio de la pandemia de covid-19.

En ese marco, las acciones y los bonos de Argentina operaron en baja, aunque recortaron las importantes caídas anotadas en los primeros negocios, afectados por fuertes preocupaciones de que la economía estadounidense se dirija hacia una recesión.

El índice accionario líder S&P Merval de Buenos Aires perdió 0,9% luego de caer un máximo de siete por ciento de manera intradiaria y acumular durante la semana pasada una baja de 7,1 por ciento.

Al cierre de la operatoria en Nueva York, donde los principales índices restaron hasta 3,4%, las bajas quedaron encabezadas Corporación América (-4,6%).

Por su parte, los bonos soberanos argentinos mostraron una caída de 0,9% en su promedio en pesos, con recorte de sus pérdidas iniciales hasta dos por ciento por desarmes de carteras.

Los bonos Globales -en dólares con ley extranjera- cerraron con baja de 1,8% en promedio. En tanto, los Bonares en dólares con ley argentina- terminaron con baja de 1,9 por ciento. El riesgo país quedó en 1.653 puntos básicos, con una suba de 47 unidades.

Las causas del derrumbe

Entre las causas del lunes negro se destacaron las crecientes preocupaciones sobre la economía estadounidense y ante los resultados de las principales empresas tecnológicas, que no consiguieron cumplir con las expectativas de los fondos de inversión.

Gran parte de la fortaleza que habían mostrado las cotizaciones durante este año se habían apoyado en la confianza de un “aterrizaje suave” para la actividad económica de los países desarrollados, donde los bancos centrales serían capaces de estabilizar la inflación sin llevar a la economía a una fuerte contracción del PBI.

Sin embargo, los últimos datos conocidos en EEUU la semana pasada, con las peticiones de subsidio por desempleo en máximos de casi un año y una suba de 0,5% en la tasa de desempleo, junto con una producción industrial que entró en contracción, llevaron a los inversores a pensar que la Reserva Federal de EEUU (“Fed”) podría haber esperado “mucho” para iniciar los recortes de tasas y que la economía del país norteamericano podría enfrentarse ahora a un “aterrizaje forzoso”.

En ese marco, se prevé un rápido ajuste de tasas por parte de la “Fed”.

“Las acciones americanas habían caído y las tasas, los bonos del Tesoro de EEUU se habían valorizado en relación a un dato de empleo bastante más suave de lo que esperaba el mercado. Además, se sumó una reunión de la “Fed”, que, en pocas palabras, abre una ventana a los primeros recortes de tasas. El mercado empieza a creer que el soft landing no va a ser posible y que la recesión está a la vuelta de la esquina. Entonces, estos componentes que salen desde EEUU impactan en Japón, que ha venido subiendo las tasas y empiezan a desbaratar lo que se le conoce como el carry trade”, describió Jorge Ángel Harker, analista internacional de Adcap Grupo Financiero.

En el caso de Japón, impactó la suba de tasas aplicada por su banco central la semana pasada. El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio tuvo caídas que no se veían desde hace años y uno de los puntos clave es el cruce con el dólar estadounidense y con el resto de divisas. Durante años, los inversores, no sólo de Japón, sino a escala mundial, pidieron crédito en yenes para aprovechar las tasas negativas o tasas a cero por ciento del país asiático, e invirtieron en diferentes activos y monedas. El incremento del yen relativo al dólar supone un incremento del costo del crédito y de la divisa, lo cual perjudica de manera significativa estas estrategias, denominadas como carry trade, que obliga a deshacer posiciones. 

Mientras tanto, algunos analistas consideran que estas caídas en las bolsas mundiales suponen una “corrección saludable” que permitirá entrar a los mercados a unos precios significativamente inferiores a los que se estaban registrando en los últimos días, que en el caso de Wall Street alcanzaban puntos récord. Los resultados corporativos siguieron mostrando crecimiento y si bien la expectativa de la inteligencia artificial se redujo, en el resto de los sectores de la economía todavía hay expectativas positivas.

También se están registrando caídas en el mercado de las criptomonedas, con bajas que llegaron a superar 13% en el Bitcoin o 20% en Ethereum. Al cierre bursátil, la criptodivisa más famosa, el Bitcoin, caía ocho por ciento, mientras que el Ethereum moderaba su descenso a 14 por ciento.

Para estos activos, que sufren más la volatilidad generalizada, las dudas sobre la evolución macroeconómica se unen a causas específicas del mercado “cripto” que explican las caídas en estos activos. En concreto, los temores a una recesión llevaron a una reasignación del capital por parte de los inversores, alejándose de los activos de mayor riesgo, como son consideradas las monedas digitales.

Este movimiento se ha visto agravado por la reciente dinámica de la carrera presidencial estadounidense, que algunos participantes en el mercado consideran potencialmente menos favorable para las criptomonedas como asset class.

Impacto en Argentina

A raíz del desplome de los mercados, el Gobierno argentino aseguró que si bien “no será a la Argentina” lo que pasa en el mundo, “nada de eso va a afectar el camino” que eligió el presidente Javier Milei.

En su habitual conferencia de prensa, el vocero presidencial Manuel Adorni marcó: “Siempre miramos lo que pasa en mundo, no es ajeno menos en una argentina que quiere estar más incorporada al mundo moderno. No obstante, enfatizó: “De todas maneras tenemos claro lo que estamos haciendo y nada de eso va a afectar nuestro camino”.

El portavoz se refirió al colapso del Nikkei, y aseguró que son eventos que miran con atención, pero aseveró: “Tenemos claro dónde está la solución de la argentina y dónde esta nuestra tranquilidad, que es básicamente en las cuentas públicas y en demostrar todos los días que la inflación está bajando, y que queremos llevar a la argentina por un camino de seriedad y ser un país normal”.

Córdoba

En cuanto a los efectos en la Provincia de Córdoba y en la Municipalidad local, fuentes consultadas por Comercio y Justicia coincidieron en que si bien es prematuro hablar de consecuencias, parece indefectible que la situación se traslade a un encarecimiento del crédito.

Con todo, tanto Llaryora como el intendente Daniel Passerini tienen previsto salir a buscar fondos en el mercado doméstico, esto es, en pesos.

“Hay que ver si el efecto tiene un impacto en el mercado local, posiblemente los inversores exijan una tasa más alta para prestar y a plazos más cortos”, resumió un informante.

En lo que sí coincidieron es que, en estas circunstancias, no será posible reestructurar deuda en dólares, posibilidad que barajaron tanto Llaryora como Passerini.

La Municipalidad tiene pensado salir al mercado este mes con un bono por 40 mil millones de pesos a un plazo de hasta 96 meses. Ese título tiene autorizado por la Nación pagar una tasa máxima Badlar más siete puntos porcentuales. Seguramente el mercado no convalidará un plazo mayor a 24 meses, al menos con esa tasa.

Mientras, la Provincia también prepara una nueva emisión, en este caso de Letras del Tesoro.

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